La expulsión de Raphinha noquea al Barça en el inicio de Liga frente al Getafe (0-0)

Una expulsión es capaz de marcar por completo el devenir de un partido. La de Raphhinha, al término de la primera mitad, limitó la capacidad de actuación del Barcelona, que soñaba con un buen estreno. Pero su paso por el Coliseum Alfonso Pérez se convirtió en una pesadilla. Se puede decir que a Xavi no se le dan bien los debuts, menos aún si es frente a equipos madrileños. El año pasado fue un 0-0 ante el Rayo Vallecano y esta temporada se ha calcado el resultado, pero frente al Getafe.

Expulsión aparte, el Barcelona fue un equipo previsible y cuyo ritmo estuvo lejos de ser vertiginoso. Para ganar al Getafe, necesitas mover la pelota para que se abran grietas. Pero aquello resultó ser un malecón por demérito culé. Bordalás es un entrenador que encaja muy bien en ese club y a la vista está: lo mantuvo en Primera cuando nadie apostaba por ellos.

El mejor detalle de la primera mitad fue una conducción de Oriol Romeu, que demostró que tiene regate y golpeo. Eso confirma que el catalán es buen fichaje, pero dejó ver que la profundidad es una de las tareas pendientes de este Barcelona. El equipo está lejos de seguir el patrón habitual del barcelonismo. Hay muchos discípulos que no se comportan igual que el profeta. Y Xavi no es Cruyff ni Guardiola.

El aguante del Getafe

El Getafe se aprovechó de la expulsión de Raphinha para mostrarse más en ataque. Es un equipo serio y con profundidad que intenta optimizar sus recursos, especialmente a través de Damián Suárez, soldado único tanto en ataque como en defensa. Por su lado pasaron la mayoría de las ofensivas azulonas.

Una de las novedades del Barcelona esta temporada es la presencia de Araujo en el lateral derecho en detrimento de Koundé, que ahora ha pasado al centro de la zaga. Todavía tienen esa laguna en la derecha, donde el club no ha sido capaz de encontrar a un jugador de garantías y que sea lateral de verdad.

El Barça mantuvo la posesión a pesar de tener un jugador menos. El problema, la falta de profundidad por las bandas. Sin Raphinha, que es el que suele llegar a línea de fondo, el equipo no encontró ningún jugador que le surtiera balones a Lewandoswki, desconcertado con esta situación. Y ya saben que al polaco le hace falta bien poco para hacer un gol.

Unos suplentes muy jóvenes

El banquillo del Barcelona era muy joven, tanto que más bien parecía de un filial. Pero ya saben que la edad importa poco, más si cabe en el fútbol, donde la calidad se tiene o no. Sin embargo, Xavi no fue capaz de encontrar soluciones a la escasez de espacio ni al mover el banquillo.

El empate es un gran tesoro para el Getafe, que este año confía en pasar menos apuros que el pasado cuando la llegada de Bordalás fue clave para conseguir la permanencia. Hay jugadores y entrenadores que encajan a la perfección en algunos equipos. Y la simbiosis que existe entre Bordalás y el Getafe es el mejor ejemplo posible.

Xavi, por su parte, no podrá hacer un análisis que valga al haber jugado más de medio partido con un futbolista menos. El detalle más relevante es que el Madrid se coloca ya dos puntos por encima. Pero el año pasado también empezaron peor que los blancos y luego fueron campeones. Importa el final, no el principio.