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Adiós a la finta y al esprint: Joaquín Sánchez anuncia su retirada del fútbol a los 41 años
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Adiós a la finta y al esprint: Joaquín Sánchez anuncia su retirada del fútbol a los 41 años

Se va con tres Copas del Rey (dos en el Betis) y cerca de batir el récord de Zubizarreta como jugador que más partidos ha jugado en LaLiga. Su futuro parece ligado a la televisión

Foto: Joaquín, tras levantar la Copa del Rey. (EFE/José Manuel Vidal)
Joaquín, tras levantar la Copa del Rey. (EFE/José Manuel Vidal)

Fue Aristóteles el que dijo que "la esperanza es el sueño del hombre despierto". El de Joaquín Sánchez, en estos últimos años antes de su retirada, fue que sus hijas, Daniela y Salma, lo vieran ganar algo con el Betis. Perdón, con su Betis. Porque Joaquín ha sido la imagen del club en el presente siglo, estuviera en Sevilla, en Valencia o en Florencia. Era Joaquín, el del Betis. No ha ganado tanto como las grandes estrellas del fútbol, pero ha conseguido el cariño de la gente. Nunca un futbolista salió aplaudido de todos los estadios de Primera. Ahora dice adiós a los 41 años, cuando nadie es inmune a su carisma. Ni los que no vivieron su apogeo.

Joaquín es cualquiera de nosotros, porque salió de una familia humilde de El Puerto de Santa María (Cádiz). Era el menor de ocho hermanos, así que Ana Rodríguez, su madre, se tiró por las escaleras (sic) porque no quería tenerlo. No sabía las satisfacciones que su hijo le daría. Allí empezó a jugar sin más pretensión que divertirse en el recreo, esprintando y utilizando las mismas fintas con las que dejaría en ridículo al mismísimo Roberto Carlos. Tenía arte tanto dentro como fuera del campo.

Su padre, Aurelio Sánchez, corrigió con una colleja a tiempo su desinterés cuando tenía 18 años. Había sido convocado por la selección andaluza mientras estaba en el filial del Betis. Estaba muy cerca de cumplir su sueño, pero había perdido la ilusión. Le dijo a su padre que no iba a ir a aquella cita y él le dijo que se acostara de nuevo, a pesar de que ya tenía el chándal puesto. Antes de que llegara al cuarto, le dio una colleja que aún no ha olvidado. Qué jugador se hubiera perdido España, y Europa, si su padre no hubiera intervenido.

placeholder Joaquín, ante el Manchester United. (EFE/José Manuel Vidal)
Joaquín, ante el Manchester United. (EFE/José Manuel Vidal)

La importancia de su tío, 'El Chino'

El gaditano llegó a la élite, pero no olvidó nunca de dónde vino. Su hermano Ricardo y él estuvieron en la cantera del Betis de manera simultánea. De hecho, fue el que le dijo a uno de los entrenadores de la cantera que Joaquín tenía mucho nivel. Pero su padre no podía afrontar los gastos de ambos. Ahí apareció su tío Joaquín, el famoso Chino, que le costeó los suyos.

Son muchos los logros que Joaquín ha tenido en el fútbol, pero lo que más echó en falta fue a su tío, fallecido antes de que él debutara en Primera. Hay personas que marcan una vida, por eso El Chino siempre estará en el recuerdo del histórico jugador del Betis.

placeholder Joaquín y Pellegrini, con la Copa del Rey el año pasado. (EFE/José Manuel Vidal)
Joaquín y Pellegrini, con la Copa del Rey el año pasado. (EFE/José Manuel Vidal)

La admiración de los rivales

No pasó por un grande porque él estaba cómodo en Sevilla. Y a lo que no tiene precio, no se le puede poner. Vino el Chelsea, con Mourinho a la cabeza, para ficharlo, pero él no se vio en Londres. "¿Qué hago a las cuatro cuando sea de noche allí?", dijo en más de una ocasión. Él estaba feliz en su Betis, en el que podía ganar una Copa del Rey o irse de fiesta a casa de Benjamín.

Jugó en el Valencia, donde coincidió con Ronald Koeman, la única persona del mundo del fútbol a la que ha criticado públicamente. Luego estuvo en Málaga, donde ya ilusionó en su presentación con uno de sus famosos chistes. Y cumplió de sobra en el campo. Porque Joaquín ha mantenido con los años su ingenio; porque hacía gracia sin querer, algo que conocen de sobra los gaditanos.

Porque por muchos chistes que cuente, y aunque ahora esté hasta en la sopa, no hay que olvidar que Joaquín fue por momentos el mejor extremo de toda Europa a principios del 2000. Si no lo creen, vean su docu-serie, La Penúltima y me voy. En ella, protagonistas como Roberto Carlos, Fernando Hierro, Jorge Valdano, Sergio Ramos o Luis Figo hablan de él y de su nivel. Casi nada. Ahora dejan el fútbol con el objetivo de superar el récord de Zubizarreta como jugador con más partidos en la historia de LaLiga. Sería un final de ensueño para una carrera que superó sus expectativas.

Fue Aristóteles el que dijo que "la esperanza es el sueño del hombre despierto". El de Joaquín Sánchez, en estos últimos años antes de su retirada, fue que sus hijas, Daniela y Salma, lo vieran ganar algo con el Betis. Perdón, con su Betis. Porque Joaquín ha sido la imagen del club en el presente siglo, estuviera en Sevilla, en Valencia o en Florencia. Era Joaquín, el del Betis. No ha ganado tanto como las grandes estrellas del fútbol, pero ha conseguido el cariño de la gente. Nunca un futbolista salió aplaudido de todos los estadios de Primera. Ahora dice adiós a los 41 años, cuando nadie es inmune a su carisma. Ni los que no vivieron su apogeo.

Joaquín Sánchez
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