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El Barça deja atrás el revés ante el Rayo con un estelar Lewandowski e ilusiona a la afición (4-0)
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TERCERA JORNADA DE LIGA

El Barça deja atrás el revés ante el Rayo con un estelar Lewandowski e ilusiona a la afición (4-0)

Los culés vencieron con suma facilidad al equipo de Pacheta con dos goles del polaco, uno de Pedri Y otro de Sergi Roberto. Es la primera victoria en casa tras el empate del primer día

Foto: Dembélé mira como le llega el balón a Luis Pérez. (EFE/Toni Albir)
Dembélé mira como le llega el balón a Luis Pérez. (EFE/Toni Albir)

La ilusión ha regresado a Barcelona y no es para menos. El futuro determinará si la jugada emprendida por Joan Laporta es pan para hoy y hambre para mañana. Ahora, sin embargo, se respira felicidad en la Ciudad Condal. Y ya saben que en el ánimo general es preferible un buen presente a un gran porvenir.

El empate frente al Rayo activó todas las alarmas, que no palancas. Muchos ya vieron una mano negra, cuando la Liga recién había empezado. Los proyectos requieren de tiempo. Y en el fútbol, de un verano. Este fue el primero de Xavi. Ya saben, Roma no se construyó en un día.

La posesión la tomó desde el principio el Barcelona, con rápidas transiciones y extremos bien abiertas. A veces, no hay mejor receta que remitirse al pasado. Así ganó Johan Cruyff y también Pep Guardiola. Xavi, fiel heredero del estilo, sabe a lo que juega. Y conoce de sobra qué es lo que gusta en el Camp Nou.

placeholder Raphinha se lamenta de una ocasión fallada. (Reuters/Albert Gea)
Raphinha se lamenta de una ocasión fallada. (Reuters/Albert Gea)

El miedo a Lewandowski

Las ocasiones se sucedieron desde el primer instante, con un Lewandowski que confirma con goles que su fichaje es una buena inversión. El polaco estuvo muy activo desde el primer instante. Y fue un dolor de muelas para la defensa vallisoletana. Algunos dan miedo con su sola presencia.

Dembélé no se quedó atrás. El francés ha sufrido una especie de resurrección que quizá no expliquen ni en la Biblia. Está cambiado y no sale del once. Además, es determinante en el equipo. Lo fue en San Sebastián y frente al Valladolid. Lo mejor sigue siendo que todavía se desconoce cuál es su pierna más hábil.

Raphinha tiene la clase de los jugadores brasileños. Esa que impide que el propio futbolista sepa si está jugando en Copacabana o en el Camp Nou. Algunos mantienen la osadía con los amigos o a nivel profesional. Esos regates y filigranas son los que siempre han gustado en Barcelona: Romario, Rivaldo, Ronaldinho, Neymar…

placeholder Los jugadores del Barça celebran el segundo gol. (EFE/Alejandro García)
Los jugadores del Barça celebran el segundo gol. (EFE/Alejandro García)

El lujo de Gavi

La primera la mandó al palo y la segunda la clavó en la red. Es raro que Lewandowski dé segundas oportunidades, aunque el Valladolid tuvo esa fortuna. Una vez que el polaco abrió el marcador, todo fue aún más rodado. El equipo de Pacheta apenas había llegado antes del primer gol culé y tampoco lo hizo después. El partido estaba prácticamente decidido.

Las transiciones continuaron en un equipo que se siente cómodo. La confianza es fundamental en cualquier ámbito de la vida, pero aún más en el fútbol. Gavi se dio un gusto con un control que levantó a todo el Camp Nou. A veces da vértigo pensar que el chaval tiene solo 18 años. Y que a esa edad se echó a la Selección a la espalda en el último parón de selecciones.

placeholder Araujo quiere recuperar la pelota. (EFE/Alejandro García
Araujo quiere recuperar la pelota. (EFE/Alejandro García

Pedri no se queda atrás de su compañero. Luis Enrique lo comparó con Andrés Iniesta, aunque es pronto para determinar si es tan, más o menos que el manchego. Lo que está claro es que es un jugador fundamental para Xavi. Y la manija de este equipo. Suyo fue el segundo gol, con una definición exquisita. Más que un tanto fue un pase a la red.

Los culés insistieron mucho en una segunda mitad en la que controlaron el encuentro. Y en la que se gustaron. Estos rivales no sirven para probar la categoría de este equipo, al que le ha tocado un grupo difícil en la Champions. Ahí se verá el verdadero nivel. Mientras tanto, les toca divertirse en la Liga.

Lewandowski no se había quedado suficientemente saciado cuando marcó el tercero. Un buen pase de Dembélé le llegó al polaco, que definió de espuela ante Masip. Fue lo que necesitaba el Camp Nou para que la fiesta fuera aún mayor. En el descuento, Sergi Roberto remató la faena. La alegría ha regresado a Barcelona.

La ilusión ha regresado a Barcelona y no es para menos. El futuro determinará si la jugada emprendida por Joan Laporta es pan para hoy y hambre para mañana. Ahora, sin embargo, se respira felicidad en la Ciudad Condal. Y ya saben que en el ánimo general es preferible un buen presente a un gran porvenir.

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