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Un cabezazo de Luuk de Jong mantiene a flote al Barça en Mallorca (0-1)
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VICTORIA POR LA MÍNIMA

Un cabezazo de Luuk de Jong mantiene a flote al Barça en Mallorca (0-1)

El neerlandés estrelló dos pelotas en el larguero y no perdonó a la tercera. Los locales no presentaron batalla hasta la segunda parte, donde ter Stegen salvó a los azulgranas

Foto: El ariete neerlandés se sacó un gran peso de encima. (Reuters/Nacho Doce)
El ariete neerlandés se sacó un gran peso de encima. (Reuters/Nacho Doce)

El Barça se encontró en Mallorca un partido mucho más plácido del que podía esperar durante la semana. Lo sabía Xavi Hernández, muy quejica en rueda de prensa, al considerar que se "adulteraba la competición" por la cantidad de bajas que presentaba el cuadro azulgrana. Sin embargo, una vez que el balón echó a rodar, el equipo con más temor y contratiempos fue el Mallorca. Sometido desde el principio por un imberbe Barça, el equipo local salió a verlas venir sin tener ningún plan claro de qué hacer cuando recuperase la pelota o cómo defenderse de las acometidas de un enérgico equipo culé. Los azulgranas, con Luuk de Jong en la punta de ataque, encontraron en el criticado delantero neerlandés un faro hacia la victoria. Después de estrellar dos pelotas en el larguero (una de chilena), el '9' espigado aprovechó el cómico error de Manolo Reina para hacer el único tanto del encuentro.

placeholder El neerlandés hizo el gol azulgrana. (EFE/Cati Cladera)
El neerlandés hizo el gol azulgrana. (EFE/Cati Cladera)

Con la novedad de Ronald Araújo en la banda izquierda y Óscar Mingueza en la derecha, el Barça salió sin laterales de formación. En el centro del campo, Riqui Puig tuvo que esperar las bajas de Sergio Busquets, Gavi y Pedri para hacerse un equipo. A diferencia de otros días, el menudo canterano supo mover al equipo con orden y criterio, sin invadir otras zonas que no fueran las que le tocaban a él. Sin la pelota, atacó el espacio, cargó el área y se mostró intenso en la presión. Arriba, el panorama era desolador. El joven Ferran Jutglà por la izquierda, el juvenil Ilias Akhomach en la derecha y De Jong, con pie y medio fuera del Barça, era el hombre más adelantado.

El Mallorca no compareció en la primera parte

Los azulgranas se encomendaron a su energía desde el primer momento. Robaban arriba, dominaban al rival con la posesión de la pelota y abrían el campo al máximo con sus dos extremos. Precisamente, de Ilias nació el primer disparo del Barça en el encuentro. Un latigazo centrado que bastantes problemas generó a Manolo Reina. El portero bermellón, uno de los más flojos de la competición, sería noticia (negativa) durante el encuentro. Con el Barça empujando a los de Luis García Plaza a las faldas de su guardameta, solo era cuestión de tiempo que llegasen más ocasiones visitantes.

placeholder Riqui Puig, una de las grandes novedades. (Reuters/Nacho Doce)
Riqui Puig, una de las grandes novedades. (Reuters/Nacho Doce)

De nuevo, Ferran Jutglà tiró de personalidad para trazar la diagonal y buscar el palo más largo; se marchó por centímetros. Hasta el minuto 24, el Mallorca no se acercó y entonces, apareció Luuk de Jong. Primero con un sutil toque de puntera 'in extremis' tras un gran pase de Nico González que se topó con la madera y luego, con un remate acrobático de tijera que tuvo el mismo destino. Podría haber sido un doble aviso para el Mallorca, pero los locales ni se inmutaban. El plan es que no había un plan más allá de dos estirones puntuales.

Cuando el descanso se acercaba, Mingueza probó fortuna con un centro pasado al segundo palo. En ese momento, Reina salió a por uvas, se resbaló de manera cómica y De Jong remató con acierto sin oposición para abrir la lata. El Barça se fue al descanso por delante y a la vuelta, se encontró con otro Mallorca más valiente y decidido. Los locales avanzaron su posición defensiva unos 15 metros para incomodar a sus adversarios más arriba. El cambio táctico surtió efecto y a punto estuvo de amargarle la noche a Xavi cuando la pérdida de Jutglà acabó en un contragolpe peligroso.

El Barça perdió el control momentáneamente y el partido se abrió. Primero con Nico González trazando un latigazo alto desde la frontal y luego, con una aventura individual de Araújo que terminó en un remate desviado de Luuk de Jong en el primer palo con todo a favor. Luis García Plaza movería las piezas con un doble cambio: entraron Ruiz de Galarreta y Fer Niño en el lugar de Baba y Ángel Rodríguez.

placeholder Piqué estuvo sólido. (EFE/Cati Cladera)
Piqué estuvo sólido. (EFE/Cati Cladera)

El Mallorca trató de subir un par de puntos su agresividad, pero el Barça, con Araújo tirando bicicletas en la banda, siguió dominando el encuentro. Los locales apretarían con balones llovidos al área y más cambios: Mboula y Javi Llabres por Antonio Sánchez y Kang-In Lee. Sin el coreano, jugador más imaginativo de los bermellones, el Mallorca tiró de corazón más que de fútbol, suficiente para incomodar al Barça. Se multiplicaron las llegadas al área y las dudas de un Barça, más controlador que de costumbre en los últimos minutos.

Con Nico y Mingueza con los plomos fundidos, debutó Álvaro Sanz y entró Lenglet por el defensor. También debutó Estanis Pedrola por Ilias Akhomach. Los locales encontrarían sus mejores oportunidades en jugadas aisladas a balón parado. Primero con un remate de Franco Russo que no pudo coger portería y luego, a través de un centro lateral para un Fer Niño desatinado. No sería la única oportunidad de oro que tendría el Mallorca. Ya en el tiempo añadido, Jaume Costa disparó a quemarropa un centro llovido desde la derecha, pero su disparo se encontró un imperial Marc-André ter Stegen que impidió el reparto de puntos. En una temporada muy difícil, el alemán mantuvo a flote al Barça en Mallorca para colocar a su equipo a un punto de la Champions League.

El Barça se encontró en Mallorca un partido mucho más plácido del que podía esperar durante la semana. Lo sabía Xavi Hernández, muy quejica en rueda de prensa, al considerar que se "adulteraba la competición" por la cantidad de bajas que presentaba el cuadro azulgrana. Sin embargo, una vez que el balón echó a rodar, el equipo con más temor y contratiempos fue el Mallorca. Sometido desde el principio por un imberbe Barça, el equipo local salió a verlas venir sin tener ningún plan claro de qué hacer cuando recuperase la pelota o cómo defenderse de las acometidas de un enérgico equipo culé. Los azulgranas, con Luuk de Jong en la punta de ataque, encontraron en el criticado delantero neerlandés un faro hacia la victoria. Después de estrellar dos pelotas en el larguero (una de chilena), el '9' espigado aprovechó el cómico error de Manolo Reina para hacer el único tanto del encuentro.

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