Simeone rescata a Vitolo y el Atlético se aprovecha de jugar un día bien al fútbol
El canario no estaba entrando en los planes, pero le demostró al término que tiene cosas que aportar. Al equipo, que realizó un partido fantástico le sigue faltando acierto en el remate
Llegó de penalti el gol, de uno de esos penaltis que se entienden todavía menos con el VAR de por medio. Más aún es extraño que el árbitro ni siquiera vaya a la pantalla a mirar si su primera decisión, hecha en el vértigo del directo, se correspondía realmente con lo marcado con la norma. Era una mano extraña de Vukcevic, con el brazo clavado en el césped y un balón que le rebota más que lo busca. Un error, probablemente, aunque uno que puso en el marcador una ventaja rojiblanca que se correspondía con el tono general del partido. El Atlético jugó bien y ganó, aunque esa victoria fuese también heredera de las circunstancias arbitrales.
Griezmann marcó el penalti porque ha aprendido de repente a tirarlos sin opción al fallo. Disparos duros, al lado y por arriba, de los que los porteros solo pueden observar, nunca alcanzar. El francés marcó desde el punto y perpetuó lo que está siendo la melodía reciente de Simeone, que o marca el francés o no marca nadie. Y no fue, no al menos en este caso, por falta de oportunidades. El equipo del Cholo jugó muy bien, mejor de lo que acostumbra.
Quizá tuvo que ver en eso la titularidad de Vitolo que estuvo activo y atinado. Es un caso extraño el del canario, llegó con marejada, nunca pareció estar cómodo con la camiseta actual. Simeone, que lo quiso, nunca llegó a utilizarlo con frecuencia. También es cierto que en los últimos meses las lesiones le han acompañado con frecuencia, y en el Atlético, con su nivel de exigencia, no es aceptable no estar a tope. Es la pescadilla que se muerde la cola, porque es complicado estar a tope cuando se sale de la enfermería.
Simeone, que va probando, le dio la oportunidad y él estuvo a la altura. Vitolo es un jugador probado y al Atlético le puede dar mucho, aunque solo sea porque una de las carencias del equipo es la profundidad del banquillo. La masa salarial, limitada, se ha dedicado a las renovaciones de las estrellas y ha dejado poco espacio para el fondo de armario. El caso más claro es el de Griezmann, evidentemente, pero otros como Koke o Saúl también tienen salarios importantes que hacen de la confección de la plantilla algo complejo. Se optó por menos fichas, menos jugadores, y más calidad en todos ellos. Es una fórmula que, como todas las que no tienen dinero ilimitado, se encuentra con ciertas carencias. Pero como opción, válida.
Vitolo fue uno más en un engranaje notable pero con un error evidente: la falta de puntería. El equipo combinó muy bien y tuvo la posesión, atacó con inteligencia y velocidad, pero se perdió en el área del Levante. Fue, también en la forma, un equipo grande, algo que no siempre se puede decir de la propuesta del Cholo. Se entiende por "equipo grande" el que quiere marcar el guión, el que somete, casi abruma, a su oponente y le convierte en un muñeco en sus manos. En no pocas ocasiones, Simeone opta por algo que no se parece en nada eso, esperar, desquiciar, aprovechar los errores más que potenciar las virtudes propias.
La búsqueda de un delantero
El técnico sabe que si quiere dominar, al menos en partido contra equipos no tan grandes, tiene la opción de hacerlo. Le basta con alinear en el medio a Koke y a Rodri, que por concepción del juego son futbolistas a los que no les quema el balón y pueden asociarse. Construyen bien y se entienden con otros buenos, véase Vitolo en este caso, se le puede añadir a Ángel Correa y, por supuesto, a Griezmann. El Atlético tiene talento suficiente para mandar contra la mayor parte de los rivales, si en ocasiones no lo hace suele ser por opción propia.
El caso es que ahora es más importante que nunca para el Atlético generar fútbol, más que nada porque está teniendo poca efectividad en el remate. Si tiras poco pero aciertas, te puede dar con eso, pero no está siendo el caso de los rojiblancos, que recientemente se encomiendan completamente a Griezmann para que resuelva la papeleta. Correa, que es un muy buen futbolista, no tiene mucho gol. Costa está ahora lesionado y antes de operarse también estaba algo perdido. Kalinic ni está ni parece que vaya a estar, porque Simeone no termina de verle. Con todo esto no sorprende que estén rastreando delanteros. No se le puede cargar toda la responsabilidad a Griezmann, por más abultada que sea su nómina.
Un detalle más. El otro problema de una plantilla corta es que las lesiones pesan mucho. Savic se marchó del campo lesionado a los diez minutos. Cada ausencia es un dolor.
Llegó de penalti el gol, de uno de esos penaltis que se entienden todavía menos con el VAR de por medio. Más aún es extraño que el árbitro ni siquiera vaya a la pantalla a mirar si su primera decisión, hecha en el vértigo del directo, se correspondía realmente con lo marcado con la norma. Era una mano extraña de Vukcevic, con el brazo clavado en el césped y un balón que le rebota más que lo busca. Un error, probablemente, aunque uno que puso en el marcador una ventaja rojiblanca que se correspondía con el tono general del partido. El Atlético jugó bien y ganó, aunque esa victoria fuese también heredera de las circunstancias arbitrales.