Griezmann, el único goleador del Atlético que espera a Morata para tener compañía

Antoine Griezmann le marcó al Girona, en una tarde de Copa. Todavía extraña que el francés juegue un partido así, pero es obvio que Simeone se toma muy en serio la competición. En ella logró una de sus grandes victorias, en una final contra el Real Madrid. Es también uno de los modos más sencillos, a priori, de lograr un título. Por todo ello, el Cholo lo tiene claro, Griezmann es titular siempre y espera que resuelva. Entiende que, por más que defienda, necesita también que alguien marque goles y eso, en este momento, solo se lo da el francés.

Y, efectivamente, llegó a Montilivi y acertó. Un disparo seco en el que el portero del Girona pudo hacer más, es cierto, pero alguien tenía que intentarlo. Siempre es él, en los tres últimos encuentros el equipo ha marcado tres goles, y todos fueron de Griezmann, la estrella evidente del equipo, el goleador más solvente en un año en el que los rojiblancos no terminan de encontrarle un escudero a la estrella.

Por eso surge el nombre de Álvaro Morata, un delantero caro, por el que el club tendría que hacer encaje de bolillos para encuadrarle en el presupuesto, pero que puede ser productivo. Porque aunque ha tenido sus altibajos, que es evidente que han existidos, en algunas fases de su carrera ha sido productivo. Pero no solo eso, tener a Morata asegura también una presencia fuerte en la delantera, un jugador que sirve como ariete, para fijar a los centrales. Una bendición para Griezmann.

El francés, una estrella mundial, también sabe jugar como referencia única del ataque, pero su juego se despliega mucho mejor cuando marcha acompañado. No es el más alto ni el más fuerte, no está el cuerpeo entre sus mejores virtudes y mantenerse a la vista de los centrales no le cuadra. Él es mejor, de los mejores, cuando se mueve entre líneas, encontrando los desmarques del compañeros y apareciendo desde un poco más atrás.

La lesión de Costa

Por eso llegó Diego Costa, pero no termina de cuadrar. Ahora está de baja tras ser operado de su pie izquierdo. Los dolores en el metatarsiano fueron constantes durante la temporada, menguando así a uno de los jugadores más deseados por la afición rojiblanca y por su técnico. Finalmente se optó por el quirófano, y eso le mantendrá un tiempo fuera del campo. No se sabe como llegará, Costa tiene cierta tendencia a perder la forma y dificultades para recuperarla, por lo que es improbable que llegue a tope justo al volver al terreno de juego. Y quizá para entonces ya sea tarde, especialmente en el anhelo rojiblanco de llegar de nuevo a la final de Champions, que esta temporada se jugará en el Wanda Metropolitano.

Está Kalinic, pero la confianza en el croata es relativa. Se le compró como auxilio, un recambio porque hay que completar la plantilla y podía dar unos minutos de oxígeno al equipo, también algún gol. Para batir a la Juventus, que es de lo que se trata ahora mismo, se necesita más. La salida de Morata es complicada, porque cobra muchísimo dinero y el Chelsea necesita un recambio. Pero es evidente que él sí sirve para ser la referencia en punta, cuerpear y jugar de espaldas. Tanto como que, ahora mismo, tiene problemas importantes en la definición que hace de él un jugador menor.

El éxito o el fracaso del equipo dependerá en buena manera de Griezmann, algo que en todo caso ya se explicitó con su abultada renovación del pasado año. Desde entonces, han pasado bastantes cosas y un millar de opinión. Hay consideraciones sobre la consistencia de su desempeño, incluso algún compañero ha deslizado algo de falta de carácter, pero al final, desde un punto de vista numérico, sigue siendo el más fiable de los delanteros rojiblancos. El camino más corto a cualquier título pasa por tener jugadores que marquen la diferencia, y Griezmann puede ser uno de esos, aunque lo sería todavía más con una referencia al lado que le pueda ayudar.