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El Bernabéu abraza a Asensio, ¿y se despide de James?
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estreno liguero en casa ante el celta (20:15)

El Bernabéu abraza a Asensio, ¿y se despide de James?

El Real Madrid debuta oficialmente en Liga en casa y lo hace con una nueva estrella que ha enamorado desde el primer día a la grada y otra que quizá juegue sus últimos minutos de blanco

Foto: Asensio, en el Trofeo Bernabéu (J. Luis Cuesta/261/Cordon Press).
Asensio, en el Trofeo Bernabéu (J. Luis Cuesta/261/Cordon Press).

La pretemporada es muy peligrosa. Ocurre en verano, una época por lo general festiva, propensa al libertinaje y a los amores estivales, tan intensos y emotivos como pasajeros y olvidadizos. Un amor de verano marca, deja un fantástico recuerdo, pero no es eterno. El madridismo se enamoró de James Rodríguez hace dos veranos, cuando llegó en la Supercopa de Europa casi sin entrenar y se cogió el 10 como si fuera un dorsal liviano, sin peso histórico sobre él. Le sentaba bien, encajaba en él. Y un tiempo después, ¿quién es James para el madridismo? Un tío que ha perdido el sorprendente encanto que se le encontró un día y del que ahora se recuerda más su precio (80 millones de euros) que las buenas tardes pasadas en su compañía.

Cada doce meses el verano vuelve a aparecer con su sol abrasador y su incitación a los baños y las bebidas refrescantes y la diversión. El Madrid se fue de veraneo y de repente, cuando menos se lo esperaba, se volvió a enamorar perdidamente de un jugador de fútbol. Era un chico que tenía ciertos encantos, pero los cuales aún no se habían mostrado con la camiseta debida, la blanca. Un día lo vieron vestido de blanco, sabiendo que todavía no era el momento idóneo. Pero el chaval les hizo saber que sí, que estaba listo para dar ese paso tan difícil, pues un chico de fuera y joven pocas veces aúna tantos elogios de la afición madridista, más propensa a apreciar lo propio que lo ajeno, pero siempre deseosa de degustar a un jugador como Marco Asensio.

Foto: Zinedine Zidane durante una rueda de prensa (Juan Carlos Hidalgo/EFE)

Más allá de enamoramientos y desenamoramientos, el Madrid tiene nuevo ídolo, y esto es así. Marco Asensio es jugador de la primera plantilla por pura presión propia al entrenador, al entorno madridista y a la grada a través de un fútbol exquisito, una dulzura y finura que se encuentra rara vez y que, novedosamente, está consiguiendo atraer el Real Madrid, siempre más dedicado a la contratación de talento ya formado y asentado y, por tanto, caro e inasumible por otros grandes clubes. La política ha cambiado y el resultado inmediato es, por ahora, excelente.

Ahora resulta muy extraño pensar que Zidane pudiera dejar fuera a Asensio del equipo. Sus dos goles en sus dos partidos oficiales son sólo parte de la enorme aportación del balear al juego madridista, completamente adaptado a la idea que quiere el entrenador francés de organización defensiva y profundidad y potencia ofensiva. Otra cosa bien distinta será cuando estén disponibles todos los jugadores de ataque, es decir, cuando Cristiano y Benzema vuelvan a estar en plena forma. Sin duda ahí, Asensio se quedará sin espacio, pero tampoco hay espacio a la duda sobre que estas semanas de verano han hecho a Zizou convencerse de que Asensio puede ser el jugador número 15, 14... o 12, por qué no.

Foto: Bale y Modric (Reuters)

En cambio, James no lo es, ni por asomo. Juega cada vez menos, y si entra es para esos minutos de la basura en los que hay que hacer un cambio y da pena no sacarlo al campo. Esa situación es bastante insostenible, sobre todo porque James es un jugador que goza de un cartel en el extranjero realmente bueno, pues en el Porto, el Monaco y en su primer año de blanco se lo ganó con creces. Y además, Florentino tampoco es tonto y sabe que si ahora puede sacar una cantidad considerable por él será mejor que esperar un año, que se devalúe aún más y obtener mucho menos por su traspaso y convertirlo entonces sí en un fichaje ruinoso.

Es el único jugador que puede salir del Madrid ahora mismo. Isco Alarcón está en una situación similar, pero su predisposición a quedarse y trabajar por ganarse el puesto le hace a Zidane querer tenerlo cerca y a Florentino a esperar. El malagueño, de hecho, quiere renovar, quiere seguir en el Madrid todo el tiempo que pueda. Porque en el fondo sabe que siempre acaba jugando. Puede que no sea titular contra el Barça o en una semifinal de Champions, pero sí participará en decenas de partidos importantes durante la larguísima temporada que está empezando.

El Madrid debuta oficialmente en casa contra el Celta de Vigo. El Bernabéu, por tanto, tiene ahora la primera oportunidad de ver en directo y en un partido serio (lo contrario a lo que fue el partido contra el Reims) a Marco Asensio. Se podrá terminar de enamorar de él y, a partir de ese momento, aplaudirle y ovacionarle cada vez que haga aparición por el césped, como pasa con Isco, Lucas o pasaba con Jesé. Y ya que están, pueden ir diciéndole adiós a James. Aún hay opciones (pocas) de que no se vaya, pero se pueden despedir del jugador que fue. En el Madrid, al menos, no parece que vuelva a serlo.

Alineaciones probables

Real Madrid: Casilla;Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Modric, Kroos; Marco Asensio, Bale y Morata.

Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Hernández, Wass; Orellana, Pione y Aspas.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Colegio vasco).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Hora y TV: 20:15, beIN LaLiga.

La pretemporada es muy peligrosa. Ocurre en verano, una época por lo general festiva, propensa al libertinaje y a los amores estivales, tan intensos y emotivos como pasajeros y olvidadizos. Un amor de verano marca, deja un fantástico recuerdo, pero no es eterno. El madridismo se enamoró de James Rodríguez hace dos veranos, cuando llegó en la Supercopa de Europa casi sin entrenar y se cogió el 10 como si fuera un dorsal liviano, sin peso histórico sobre él. Le sentaba bien, encajaba en él. Y un tiempo después, ¿quién es James para el madridismo? Un tío que ha perdido el sorprendente encanto que se le encontró un día y del que ahora se recuerda más su precio (80 millones de euros) que las buenas tardes pasadas en su compañía.

Celta de Vigo Zinédine Zidane Marco Asensio
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