Un doblete de Griezmann saca al Atlético del atolladero en que le metió el Málaga

Hay partidos que duran 45 minutos, aunque en total los jugadores hayan estado sobre el campo los 90 reglamentarios. Pero esos mismos jugadores, motivados por la charla de su entrenador en el descanso, o por un espíritu de superación que surge de repente, regalan un espectáculo mucho más interesante en una parte que en otra. Málaga y Atlético de Madrid marcaron un gol cada uno en cada parte, pero poco tuvo que ver la primera parte con la segunda. Un sensacional fútbol de ida y vuelta, sin pausa, con ocasiones acumulándose en las redes o en las manos de los porteros hasta acabar en un 2-2 que sirve para la complacencia en la que vive el Málaga pero que ayuda muy poco para el objetivo rojiblanco.

Todo se puso mucho más interesante gracias al que siempre regala emociones fuertes. Tener a Carlos Kameni es de esos porteros que vienen de fábrica con una pequeña tara. Si lleva tantos años en Primera División y jugando casi siempre es porque ha completado algunos partidos sensacionales en los que salvó en su momento al Espanyol y al Málaga después, pero en cualquier momento puede dar uno de esos detalles que le hacen ser un portero reemplazable, siempre mejorable. Es indescriptible su fallo en el gol que habría el marcador. No tenía a nadie alrededor, nadie le agobiaba para calcular con calma dónde iba a caer el balón. Pero lo hizo mal, buscó el balón antes de tiempo y se le escapó.

Y Griezmann es de esos que no perdonan un error contrario. Tiene esa malicia del delantero listo, pillo, inteligente que huele el miedo de los que están a su lado. Era impensable que Kameni fallase, que se le pudiese escapar ese saque de banda profundo de Gámez, pero sucedió, y allí estaba Griezmann para empujar a la red antes de que llegasen los defensas blanquiazules. Con ese gol, el francés ya superaba su registro en la Real, pero iba a mejorarlo con el gol del empate. Tercer partido seguido marcando de Griezmann, en el momento idóneo de la temporada para coger una racha de goles.

Ya le gustaría a Fernando Torres pillar esa racha. Qué mala suerte está teniendo el de Fuenlabrada. Es increíble que el día en que mejor jugó desde que volvió al Atlético se haya quedado sin marcar… en la portería correcta. Con lo que le está costando marcar para su equipo y va y lo hace en contra. De hecho, lleva un gol a favor y otro en contra en Liga… Pero lo extraño del gol de Torres es que cuantas más veces se ve la jugada, más sensación da de ser un sensacional remate de un delantero a un buen centro de córner al primer palo. No hace ademán de despejar, casi más de rematar. Evidentemente no lo quería, pero así pasó. Poco más podía hacer Oblak, que encajó su primer gol en Liga y lo hace de un compañero.

El Málaga tiene una virtud y el Atleti otra, y las dos se juntaron para que todos los goles llegaran de jugadas aisladas o polémicas. La del Málaga fue su novedosa capacidad para evitar que uno de los mejores equipos a balón parado no consiguiera ni un solo córner en todo el primer tiempo. Y si el Atleti no saca desde la esquina, sus probabilidades de marcar se reducen notablemente. El primer córner a favor de los rojiblancos fue en los primeros minutos de la reanudación, lo cual habla muy bien de la defensa del Málaga… y bastante mal del ataque del Atlético.

La del Atlético es más constante que la del Málaga y se resume en su increíble capacidad para evitar que el equipo rival, sea cual sea, le haga contragolpes. Ni el Real Madrid puede romper una línea defensiva a través de la velocidad, y eso que pocos contragolpean como los blancos. De hecho, el Barça le hizo goles a la contra en la Copa del Rey y hubo pocos más casos. El Málaga está haciéndose fuerte este año por la velocidad, por la agilidad de sus jovencísimos delanteros para, con rápidos toques, plantarse en el área contraria en un visto y no visto. Pero sólo lo pudieron hacer en el momento en que el Atleti (o más bien el partido en sí) estaba más roto físicamente y lo hizo sin suerte.

El partido fue precioso en el segundo tiempo. Los dos equipos se desataron, perdieron el miedo a perder que protagonizó el inicio del encuentro y fueron a por el gol sin mirar atrás. Amrabat aparecía por el frente de ataque malagueño, Arda Turan lo hacía por el rojiblanco. Samu Castillejo lo intentaba y fallaba ante el que puede ser su próximo destino. Torres remataba en un lado, Juanmi lo intentaba en el otro. Y fue entonces cuando Oblak y Kameni hicieron que nos olvidásemos de los goles de antes y nos centrásemos en sus cualidades innatas de reflejos. Samuel rompió el partido con otro gol afortunado en parte, y digo en parte porque no fue una asistencia de Amrabat lo que recibió, sino un rebote. Eso sí, su vaselina es deliciosa.

Después del pitido final, el Málaga entero se fue a por Mateu Lahoz, espléndido todo el encuentro. Todo, de principio a fin. Ellos le recriminaban incesantemente la acción del gol de Griezmann. A primera vista (y a segunda), daba la sensación de que el francés estaba en un clarísimo fuera de juego. Pero el linier de Mateu acertó. No lo estaba, era absolutamente legal. Sonrisas, lágrimas, y poca felicidad en el Atlético a pesar del gol. Y el Valencia se puede poner a un punto.

Ficha técnica:

2 - Málaga CF: Kameni; Rosales, Sergio Sánchez, Weligton, Boka; Amrabat (Javi Guerra, m. 90), Darder, Recio, Samu Castillejo (Horta, m. 83); Samu García y Juanmi (Tissone, m. 75).

2 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Giménez, Miranda, Gámez; Arda Turán (Cani, m. 78), Gabi (Raúl Jiménez, m. 72), Tiago, Koke; Griezmann y Fernando Torres (Saúl, m. 67).

Goles: 0-1, M.24: Griezmann. 1-1, M.37: Fernando Torres, en propia meta. 2-1, M.71: Samu García. 2-2, M.77: Griezmann.

Árbitro: Mateu Lahoz (Colegio Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a los malaguistas Darder (m. 67) y Weligton (m. 77), y a los futbolistas del Atlético de Madrid Gabi (m. 27), Miranda (m. 85) y Griezmann (m. 88).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima jornada de Liga de Primera División diputado en el estadio de La Rosaleda ante 31.000 espectadores.