Torres, el delantero 'deseado' que (casi) nunca juega los 90 minutos

Cuando se acercaba la hora de partido, Simeone ya tenía pensado hacer el primer cambio. El partido contra la Real Sociedad estaba encarrilado desde el minuto 9, los donostiarras entregaron la cuchara nada más empezar y no había ni tensión en el campo. Era el momento idóneo para dar descanso a alguno de los jugadores que más kilómetros llevan acumulados. Había varios candidatos sobre el verde: Koke, Tiago, Griezmann, Turan… Simeone, sin embargo, eligió una vez más a Fernando Torres como el primer jugador a ser sustituido. Otra vez no completaba un partido entero con el Atlético… y van 16 de los 18 en los que ha participado.

Si un partido está decidido, es entonces cuando los delanteros huelen el miedo, buscan y encuentran con mayor facilidad los huecos entre los defensas contrarios, cansados y desmotivados, y tienen muchas más probabilidades de hacer eso por lo que se les paga: marcar goles. Y el encuentro contra la Real era precisamente de esos en los que los puntas disfrutan de los minutos de la basura y pueden hacer un buen puñado de goles. Esos minutos de la basura no fueron los últimos cinco, si no los últimos treinta, es decir, todos esos que Torres no pudo jugar.

No se lo podía creer cuando vio el 19 rojo en el cartelón del cuarto árbitro. Otra vez él, una vez más cambiado antes de tiempo. No es precisamente Torres uno de los que más necesite un descanso, porque apenas ha participado en 28 partidos esta temporada (entre el Milan y el Atlético) y sólo tres de ellos los ha jugado desde el pitido inicial al pitido final (uno de rossonero y otro de rojiblanco). De ahí que su rostro en el banquillo reflejase el natural enfado del delantero que se va del campo sin haber marcado. Saludó a Germán Burgos en el camino a su asiento, pero no a Simeone.

Torres, como cualquier jugador, necesita jugar y marcar. Y para hacer lo segundo, es importante hacer lo primero con regularidad. Es realmente complicado que un atacante encuentre portería si sólo juega esporádicamente, si no disputa cuatro o cinco partidos, al menos, seguidos y completos. Incluso no tienen por qué ser completos, pero tampoco ser cambiado en el minuto 60, como le pasó al de Fuenlabrada. Torres ha jugado como titular cuatro de los últimos seis partidos del Atlético, pero sólo ha completado uno, el duelo contra el Getafe en el Calderón. Curiosamente, fue el único en Liga en el que ha marcado.

Porque esa es otra historia… Torres no ha jugado demasiado este año, pero sí lo suficiente para que sus números no sea tan pobres como son en realidad. En 1.409 minutos oficiales entre Milan y Atleti, Torres sólo ha marcado cinco goles y ha dado una asistencia. Ha marcado un gol más que amarillas ha recibido. Por supuesto quiere jugar más, para eso volvió a su casa. No regresó para ser alabado y muy querido, sino para sentirse de nuevo un delantero importante en el mundo, no sólo en el Calderón. Pero con su rendimiento no está dando motivos precisamente a Simeone para que cuente más con él de lo que lo está haciendo hasta el momento.

¿Es un nuevo ‘caso Diego?

Torres no justifica su ansiada titularidad, ni Simeone justifica la enorme necesidad de fichar a Fernando. Para haber insistido tanto en su contratación, no le está dando la importancia que a priori estaba destinado a tener. No le ha quitado el puesto a Mandzukic a pesar de que el croata no gusta al Cholo. Es decir, está ocurriendo algo similar a lo que pasó el año pasado con Diego Ribas. Recuperar al brasileño era prioritario para el Cholo. Fue un jugador básico en la conquista de la Europa League en 2012 y lo quería para ganar la Liga y luchar por la Champions. Pero Diego no fue imprescindible, en absoluto. Fue titular en sólo cuatro partidos de Liga y otros dos de Champions. Eso sí, se le recordará sin duda por su golazo en el Camp Nou que encaminó el pase a semifinales.