Combatir el ego de Messi, Neymar y Luis Suárez, principal objetivo de Luis Enrique

Choque de trenes. Luis Enrique tiene como misión encontrar el sitio exacto para cada uno de sus delanteros. Tres de ellos, Messi, Neymar y Luis Suárez, parten con el rol de titular. Nadie lo discute, pero el asturiano debe repartir espacio y tiempo entre ellos. Sin olvidar la presencia de Pedro, jugador que continúa en el Barcelona por expreso deseo del técnico, lo que supone tendrá su recompensa con la aparición del tinerfeño en minutos importantes.

Luis Enrique busca dar normalidad a todas las decisiones deportivas que adopte el Barcelona. La primera fue la de limpiar de veteranos y de jugadores que hubieran convivido con él en el vestuario. La salida de Xavi Hernández es la única pendiente en ese aspecto, pero en ese sentido y a la espera de la decisión definitiva que se adopte con Dani Álves, el asturiano sabe que su gran objetivo debe ser el lograr la convivencia, si es posible, entre Luis Suárez, Messi y Neymar, con el añadido de la presencia de Pedro y de Deulofeu, campeón del mundo el primero y joven con aspiraciones y fuerte carácter el segundo.

El técnico azulgrana se va a encontrar, a partir del mes de octubre eso sí, con la misión de lograr colocar a cada ego en su sitio. La que se presume como delantera titular se acerca a los 110 millones de euros de salario, impuestos incluidos. Messi (22,5 millones limpios), Neymar (17) y Suárez (12) tienen ganado su derecho a ser titulares. Es la delantera más cara del fútbol mundial y los tres parten, en cuanto el uruguayo cumpla el castigo, con el rol de titulares. Pocos lo dudan. Se repite la historia de cuando Bale apareció por el Bernabéu y hubo que ubicar al galés en el once titular.

La diferencia en el caso azulgrana respecto al que tuvo que vivir Ancelotti, habla del carácter de los jugadores. Mientras que Cristiano y Bale son insaciables y ganadores, Benzema es el amigo perfecto para estos casos. Asume un rol secundario en el terreno de juego, que ninguno de los tres azulgrana parece capaz de asimilar. Messi es intocable, mientras que Neymar y Suárez tienen el gol metido entre ceja y ceja. Quieren la pelota para ellos en los metros decisivos. Ninguno de ellos es más feliz asistiendo a sus compañeros, como sucede con el francés del Real Madrid.

Además, hay que contar con la presencia de Pedro, titular en los últimos años a excepción de los ‘castigos’ de Martino, y con Deulofeu, de regreso tras su paso por la Premier y con ganas y descaro suficiente como para comerse al mundo y a sus compañeros. Es ambicioso y no lo oculta. Los cinco tienen gol, les gusta tener la pelota y reclaman un sitio importante dentro del once, ese que Luis Enrique deberá repartir con especial cuidado de no herir susceptibilidades.

Messi volverá a encontrarse con un nueve al uso, con un hombre de área. A falta de que el asturiano descubra sus planes, todo hace indicar que el argentino tendrá que arrancar desde una banda o retrasar su posición, tal y como ha hecho durante el Mundial con Argentina. Sabido es que le gusta jugar con libertad, pisando el terreno del nueve, sin ejercer de ello. Le sobraba Eto’o, le molestaba Ibrahimovic y mandó a Villa a una banda.

Hay que comprobar la actitud con la que regresará Neymar tras su primer año como azulgrana, en el que se limitó a asimilar lo que era el Barcelona y a respetar el estatus de sus compañeros en el vestuario. Un año después, y tras comprobar como todo un país giraba alrededor de su fútbol, habrá que comprobar con qué intención se pone a las órdenes de Luis Enrique.