Ancelotti se dispara en un pie y Martino acierta cuando se le daba por finiquitado

El fútbol es de los jugadores. Esta frase sale una y otra vez de la boca de los entrenadores de todos los equipos, pero hay ocasiones en las que las decisiones de los técnicos dejan tocados y marcados a sus equipos. El Clásico es un buen ejemplo de ello. Ancelotti se disparó en unpie, mientras que a Martino le cayóla moneda de cara y en la ruleta decidió apostar a Neymar, jugada que le salióa la perfección pese a las críticas recibidas durante la semana.

Ancelotti quiso que sus hombres salieran a por todo desde el primer minuto. Quería imponer el físico de sus jugadores, que pasaran por encima del Barcelona. Y durante gran parte del partido lo consiguió, pero llegó el momento de la verdad y sus decisiones terminaron por hacer daño a su equipo, especialmente cuando decidió retirar a Benzema para cubrir la ausencia de Ramos por la roja que le mostró Undiano Mallenco tras el penalti cometido sobre Neymar.

El francés estaba siendo el mejor jugador del partido. Sus apariciones se saldaban con ocasiones de gol o, por lo menos, generabanpeligro cara a la portería de Valdés. Aparecía por todos lados y, sobre todo, se encontraba en estado de gracia. Sus movimientos rompían a la defensa azulgrana o la dejaban en alerta constante. Estaba siendo decisivo.

El italiano tiró del libreto y optó por lo fácil, sentar a Benzema y dejar sobre el campo a un Bale desaparecido y un Ronaldo que en nada se parecía al de otras ocasiones. Cambio fácil y político, que la grada del Bernabéu no entendió. Ancelotti buscaba la velocidad de los dos extremos, pero sin referencia arriba y jugador que buscara los huecos, apenas tuvieron oportunidad de llevar peligro. No era el partido de ninguno de los dos y sí el de Benzema, además de mandar un claro mensaje de que renunciaba a la victoria.

Después, y ya con el marcador en contra, tiró de Morata cuando quedaba un minuto de tiempo reglamentario. Nitocó la pelota. El equipo pedía oxígeno y el italiano dejó en el banquillo durante todo el partido a Isco y a Illaramendi, jugadores fichados el pasado verano a cambio de casi 70 millones de euros.

“Nosotros hicimos lo que nos pidió el entrenador”, contestó Marcelo sobre los movimientos tácticos del equipo blanco durante el partido, mandando un claro mensaje para el que lo quiera recoger cuando fue preguntado por la fragilidad defensiva, especialmente en ambas bandas, mostrada por el Real Madrid.

Los números no engañan y para disgusto de los que mandan en el Real Madrid, Ancelotti sigue sin ganar a Barcelona y Atlético en Liga. El italiano cerrará su primer campeonato sin saber lo que es ganar a los dos equipos que pelean con el equipo blanco por el título, algo que no gusta por el Bernabéu. Su equipo perdió el Clásico y él ha perdido posicionamiento respecto al futuro.

Por contra, el discutido Martino sacó adelante una empresa que quizás no esperaba ni él mismo. El argentino tiró de Neymar como titular. Prensa y aficionados, así lo decían las encuestas, querían a Pedro sobre el césped, pero el Tata optó por el brasileño, jugador que llevaba desaparecido desde que se inició 2014, pero que apareció en el momento justo, cuando más lo necesitaba su equipo y… su entrenador.

Zubizarreta quiso restar dramatismo a lo que se jugaba Martino en el partido. “Esta victoria no refuerza a Martino, refuerza al Barcelona”, comentó al término del partido en referencia a las decisiones adoptadas por el argentino. Lo cierto es que la apuesta le salió bien. Neymar, junto a Messi e Iniesta, fue el triángulo en el que se apoyó el triunfo del Barcelona.

Incluso durante el partido, ciertas voces se alzaron contra el entrenador por el hecho de su obstinación en contar con Mascherano y relegar a Bartra en el banquillo. Los constantes fallos del centrocampista reconvertido en central, sirvieron para dar forma a las críticas, que al final, como el resultado indica, nadie recuerda, pero que cuestionaban las decisiones de entrenador azulgrana. Aunque Zubizarreta lo niegue, fueel gran triunfador de la noche.