Es noticia
Ancelotti quiere dar un golpe a la Liga una vuelta después de su 'grosero experimento'
  1. Deportes
  2. Fútbol
ha aprendido del error en el camp nou

Ancelotti quiere dar un golpe a la Liga una vuelta después de su 'grosero experimento'

De ser cuestionado por el controvertido once dispuesto en el Camp Nou (2-1) a elevar al mejor Real Madrid que acumula 31 partidos sin perder

Foto: Carlo Ancelotti camina pensativo sobre el césped de Valdebebas durante un entrenamiento del Real Madrid
Carlo Ancelotti camina pensativo sobre el césped de Valdebebas durante un entrenamiento del Real Madrid

De estar cuestionado a ser el mejor entrenador posible para un Real Madrid que nada se parece al que inició el curso. El pasado 26 de octubre, Carlo Ancelotti fracasó en su primer intento de asaltar el Camp Nou. Presa de la impaciencia que define a un equipo sin margen de error y sometido a tremendas presiones, las exigencias de la parroquia blanca no se veían colmadas y Ancelotti se situaba en el centro de la diana. Fue entonces cuando llegó la mutación: un giro radical que ha volteado la situación en apenas cinco meses. Tras 31 partidos sin conocer la derrota (26 victorias y 5 empates), la desconfianza en el italiano, tanto de la afición como de la directiva, ha tornado en poco menos que fe ciega gracias a la envidiable marcha del equipo. Este domingo (21.00 horas) llega el Barça y los blancos sacan pecho. Líderes en Liga, en cuartos de Champions y finalistas de Copa, el equipo no teme a nada y sigue manteniendo intacto el sueño del triplete. Todo, capeando el permanente temporal que tambalea los cimientos de Chamartín.

Haciendo gala de un excesivo respeto y con el influjo de su predecesor en el cargo sobrevolando su cabeza, el técnico del Madrid se plantó en la Ciudad Condal con una alineación que le valió su mayor varapalo hasta la fecha. Más allá del resultado (2-1) estaba la apuesta futbolística diseñada para la ocasión. Sergio Ramos de mediocentro, Bale de delantero centro y Di María de interior fueron decisiones que cuestionaron su futuro. El madridismo no estaba por la labor de dejar su destino en manos de ‘otro’ Mourinho. 'Oído cocina', debió pensar Ancelotti. Desde aquel día, el segundo capitán no ha vuelto a aparecer por el centro del campo, mientras que el galés ha crecido alejado de la posición de nueve.

Cuando todo parecía estar bajo control, llegó el encuentro de vuelta ante el Atlético de Madrid. Como en cada rincón que oliera a madridismo, la alineación presentada en el Manzanares no pasó desapercibida en la zona noble del Vicente Calderón. Los directivos madridistas no entendían la presencia en el once titular de Arbeloa o Coentrao. Más de uno se llevó las manos a la cabeza cuando vio en el once la presencia portugués, pero tampoco entendieron que Arbeloa fuera titular cuando Carvajal está más en forma y está llamado a ser el lateral titular en muchos años. Caprichos del destino, Marcelo y Carvajal fueron los encargados de acabar el encuentro. La rectificación fue una forma implícita de asumir su error a la hora de plantear el choque.

Algo similar aconteció en el apurado triunfo en Vallecas (2-3) en la primera vuelta. En aquella ocasión los titulares en los laterales eran Carvajal y Coentrao. Ninguno de los dos terminó el partido. El canterano estaba todavía aterrizando y una amarilla a los cinco minutos condicionó su juego. En cuanto al portugués, sufrió una torcedura de tobillo que invitó al cambio. Un día más, reconoció los errores y rectificó a tiempo.

El Real Madrid, que hace dos días era presa de endebleces defensivas y gestos obscenos, se erige en un gigante que sortea rivales con exuberancia, unas veces, y oficio, cuando el guion lo exige. Con un Real Madrid protagonista de los partidos, que rompe con su pasado más reciente y quiere el balón de forma más descarada para desatar uno de los ataques más veloces del mundo: la temible ‘BBC’ formada por Gareth Bale (14 goles entre Liga, Champions y Copa), Karim Benzema (21) y Cristiano Ronaldo (41). Se trata de ir logrando poco a poco ese “juego ofensivo y espectacular” que auguró el día de su flamante presentación.

A estas alturas, nadie duda que los de Ancelotti son un equipo pétreo atrás y complicadísimo de contener adelante. Como muestra un botón; en estos 31 partidos sin conocer la derrota, los guarismos de los madridistas asustan: 86 goles a favor por solo 20 en contra. Todo sale a pedir de boca. Hasta la decisión salomónica de alternar a Casillas y Diego López ha revertido en una sana competencia que incrementa las prestaciones de ambos bajo los palos. Para los amantes de las comparaciones y la historia, Carletto acaricia el récord de 34 partidos sin concoer la derrota que acumulara el holandés Leo Beenhakker durante la temporada 1988/1989.

En este contexto de excitación masiva en el seno madridista, viaja a la capital un Barcelona dispuesto a quemar su último cartucho en busca de la Liga. Un rival que se le resiste a Ancelotti. "He olvidado la última vez, fue en 2004 cuando gané como entrenador al Barcelona. Lo más fácil de decir es que ya es hora para mi de ganar o con suerte tener jugadores que han ganado a un equipo muy fuerte. Espero que me ayuden a romper esta estadística”. Por aquel entonces, el hombre sencillo de Reggiolo dirigía a un Milan en pleno apogeo que venía de lograr la Champions cosechada en la temporada 2003. Una década después, Carletto cree que ha llegado su momento.

Un momento que encarará con su equipo de gala. En esta ocasión no habrá sorpresas y Ancelotti confirmó que jugará con su equipo tipo. Lo permiten las lesiones. La ausencia de Álvaro Arbeloa asegura el puesto a Dani Carvajal en el lateral derecho. La de Sami Khedira permitió apostar por un 4-3-3 que desata, pese a las airadas quejas de algunos pesos pesados del vestuario sobre el compromiso defensivo de los atacantes, el mejor juego madridista. Asimismo, la triste e inoportuna lesión de Jesé Rodríguez priva a los blancos de una potente arma con la que amenazar desde el banquillo. Sí podría serlo un Isco Alarcón quien, pese a su gripe, finalmente ha entrado en la convocatoria de 20 jugadores. Los convocados están citados a las 11:00 horas en el Santiago Bernabéu. Desde ahí se dirigirán en el autobús oficial a la residencia de la ciudad deportiva, que no abandonarán hasta dos horas antes del comienzo del choque.

Salvo la triste e inoportuna lesión de Jesé, el Clásico del fútbol patrio llega con todo a favor. Además de los cuatro puntos de ventaja en la clasificación, algo inimaginable hace apenas seis meses, nos encontramos con un escenario casi idílico. Los momentos complicados y las dudas despertadas tras alguna controvertida decisión parecen haberse perdido en el horizonte. Además de servir en bandeja de plata el título de Liga, un triunfo ante el Barcelona en el Santiago Bernabéu sería la mejor forma de refrendar una continuidad que, aunque en teoría esté garantizada por contrato, nadie le ha regalado.

Alineaciones probables:

Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Modric, Di María; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Xavi, Busquets, Iniesta, Cesc; Messi y Neymar.

Árbitro: Undiano Mallenco (colegio navarro).

Estadio: Santiago Bernabéu.

Hora: 21.00.

De estar cuestionado a ser el mejor entrenador posible para un Real Madrid que nada se parece al que inició el curso. El pasado 26 de octubre, Carlo Ancelotti fracasó en su primer intento de asaltar el Camp Nou. Presa de la impaciencia que define a un equipo sin margen de error y sometido a tremendas presiones, las exigencias de la parroquia blanca no se veían colmadas y Ancelotti se situaba en el centro de la diana. Fue entonces cuando llegó la mutación: un giro radical que ha volteado la situación en apenas cinco meses. Tras 31 partidos sin conocer la derrota (26 victorias y 5 empates), la desconfianza en el italiano, tanto de la afición como de la directiva, ha tornado en poco menos que fe ciega gracias a la envidiable marcha del equipo. Este domingo (21.00 horas) llega el Barça y los blancos sacan pecho. Líderes en Liga, en cuartos de Champions y finalistas de Copa, el equipo no teme a nada y sigue manteniendo intacto el sueño del triplete. Todo, capeando el permanente temporal que tambalea los cimientos de Chamartín.

El redactor recomienda