El Real Madrid es incapaz de rematar a un Barcelona que se engancha a la Liga

Tres penaltis tan absurdos como innecesarios marcaron el partido y puede que la Liga. Undiano Mallenco no acertó señalando el primero, cometido por Alves sobre Cristiano fuera del área. A partir de ese momento el partido fue otro, con un Barcelona que se levantó de la mano de Messi y de otras dos penas máximas. El primero dudoso significó la roja de Sergio Ramos y el segundo claro tras una doble falta cometida por Xabi Alonso sobre Iniesta con el empate a tres, resultado que le valía al Real Madrid.

Ancelotti sigue sin poder ganar a ninguno de los grandes en la Liga. Cuarto partido ante los que equipos que pelean por la Liga: tres derrotas y un empate. Números que llegan acompañados de la pérdida del liderato y de un golpe muy duro en lo moral. Demasiado cuando, en dos ocasiones, tienes ventaja en el marcador de tu estadio y ante un rival que se vuelve a enganchar a una Liga que domina el Atlético.

Bale y Cristiano Ronaldo no aparecieron como lo hicieron Messi e Iniesta, diferencia que marcó el partido durante los noventa minutos y en el resultado final del partido. El Real Madrid no supo aguantar ni jugar un partido que tuvo dominado en dos ocasiones. Los fallos arbitrales se repartieron, pero la dirección del equipo blanco no estuvo a la altura. Ni en el banquillo, ni en el césped, con un Xabi Alonso que sólo apareció para cometer el penalti sobre Iniesta.

Real Madrid y Barcelona sabían lo que se jugaban. Lo tenían claro. Desde el primer minuto. Los madridistas salieron a morder, presionando como nunca, adelantando la línea del centro del campo veinte metros con el objetivo de ahogar a los azulgrana y sorprenderles de salida. Consecuencia, cinco minutos de choque y dos llegadas con claras ocasiones de Benzema que todavía no había entrado en el partido.

El Barcelona bastante tenía con aguantar, con levantar la cabeza y encontrar a un amigo desmarcado, sin la agobiante presión a las que los madridistas les sometían. Fueron cinco minutos sin capacidad de respuesta, pero al minuto siguiente el Barcelona recuperó el traje del pasado, el de Guardiola. Los azulgrana se marcaron una jugada digna de la época del Barcelona que arrasaba. Hasta 26 toques completaron los de Martino. Por un lado, por el otro, demarques, toques hasta que Messi vio el movimiento de Iniesta por la banda izquierda. El argentino pisó el área de Diego López con decisión, rompiendo la pelota y la residencia del portero madridista. Cinco minutos de dominio blanco y ciento veinte segundos de preparación y 26 toques azulgrana para el primer gol del partido.

Golpe inesperado por cómo pintaba el partido de salida, pero el Barcelona demostró que todavía guarda algo de memoria histórica, con un gol y una jugada de las de toda la vida. Pero ni este Barcelona es el de aquellos años ni el Real Madrid es el triste y débil de antaño. Este equipo tiene mentalidad ganadora y no acusó el golpe recibido, dando la vuelta a un partido que en otras circunstancias habrían tirado y dejado marchar sin más.

Jugadores como Di María, Sergio Ramos y Benzema sacaron a relucir las ganas y el juego necesario para voltear un choque que pintaba en azulgrana. Antes la tuvo Neymar para abrir hueco, pero el brasileño se asustó cuando vio a Diego López. A partir de ese momento, Di María decidió meter una marcha más y qué mejor que hacerlo que por la banda de Dani Alves.

Dos llegadas, dos veces en las que Di María le ganó la espalda a Alves por velocidad y convicción y las dos con idéntica resolución: fallos de Mascherano y goles de Benzema. El primero, anticipándose al argentino de cabeza y en el segundo tras una salida a buscar no se sabe el qué, dejando solo al ex del Lyon que se inventó una volea ante la que nada pudo hacer Víctor Valdés. Partido nuevo e inesperado y todo en 26 minutos.

El Barcelona estaba tocado, aturdido por los dos goles que pudieron ser tres si Piqué no lo impide tras otro remate de Benzema que se colaba en la portería de Valdés. El francés se bastaba y sobraba para volver loca a la defensa del Barcelona, para firmar su mejor partido como madridista de no haber sido por la expulsión de Ramos y que obligó a Ancelotti a tirar de lo fácil y quitarse de encima a Benzema, al jugador más sencillo y no a Bale que apenas estaba apareciendo.

El ritmo que se estaba imponiendo era imposible de aguantar. Los blancos buscaron un momento de reposo a la espera de alguna aparición de Cristiano y Bale. Intentaron dormir el partido pensando en el descanso, pero no contaban con Messi y sus fugaces pero efectivas apariciones. Tuvo una primera con el 0-1 que podía haber sido la sentencia, pero en la segunda no falló tras una precisa pared con Neymar dentro del área blanca. Empate inesperado pero justo por lo que uno y otro hicieron en la primera mitad. Gran espectáculo.

La segunda mitad no bajó en intensidad, pero sí en juego. Desgraciadamente los goles llegaron tras penaltis de todos los colores elevando a Undiano a la categoría de protagonista. Existieron fallos en sus decisiones, pero también de jugadores como Marcelo, Alves o Xabi Alonso. Ninguno de los tres estuvo a la altura de un partido repleto de intensidad y buen juego, especialmente antes del descanso.

Cristiano apareció para provocar el penalti de Alves, transformarlo y poco más. Un despiste de Marcelo, dando la espalda a Neymar, concedió metros y espacio al brasileño que llegaba en fuera de juego yterminó rodando por el área tras cruzarse Ramos en su camino. Más polémica. Roja y empate de Messi. Ancelotti debía reorganizar el equipo y optó, para sorpresa de todo el Bernabéu, por quitar a Benzema entregando de esta manera el poder ofensivo del Real Madrid y renunciando a ganar el partido. Martino ganó, pero tampoco hizo mucho por hacerlo. Condenó a Pedro hasta el arreón final del partido, pero Messi se propuso ayudar a su compatriota.

La circunstancia animó al Barcelona a ir a por la victoria, lo que había estado haciendo desde el principio del partido. Llegó tras otro penalti, absurdo al máximo, en el que Iniesta buscó la falta y Xabi cayó en la trampa. Messi no dio opción a Diego López, que nada pudo hacer en ninguno de los cuatro goles recibidos y que dejan la Liga más abierta que en los últimos diez años.

Partido espectacular, en el que el espectáculo estuvo por encima de los entrenadores con jugadores estelares como Messi, Di María, Iniesta y Benzema. Otros, como Bale, nada hicieron levantando sospechas sobre su rendimiento. La consecuencia, el Real Madrid no supo cerrar un partido que tuvo en su mano y que da vida a un Atlético que termina la jornada de líder, igualado con el equipo blanco y a un punto del Barcelona. Liga abierta.

Ficha técnica

Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Modric (Morata, m.90), Di María (Isco, m.85); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Varane, m.66).

FC Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc (Alexis, m.78); Messi y Neymar (Pedro, m.68).

Goles: 0-1, m.7: Iniesta. 1-1, m.20: Benzema. 2-1, m.24: Benzema. 2-2, m.42: Messi. 3-2, m.55: Cristiano Ronaldo, de penalti. 3-3, m.65: Messi, de penalti. 3-4, m.83: Messi, de penalti.

Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (colegio navarro). Amonestó a Di María (m.35), Pepe (m.43), Cristiano (m.85) y Modric (m.88) por el Real Madrid; y a Cesc (m.43) y Busquets (m.66) por el Barcelona. Expulsó por roja directa a Sergio Ramos a los 64 minutos.

Incidencias: Encuentro de la 29a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu, que registró un lleno, con 83.000 espectadores en las gradas. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Adolfo Suárez, expresidente del gobierno de España fallecido este domingo en Madrid. Los jugadores del Real Madrid animaron con camisetas de apoyó a Jesé.