Jesé prolonga su estado de felicidad con un nuevo gol ante el Villarreal

Las ganas de Bale, el estado de gracia de Jesé y la garra de Benzema, sí han leído bien respecto al francés, dieron los tres puntos al Real Madrid ante un extraño partido del Villarreal, que logró meter en apuros al equipo blanco gracias a su extraordinario porcentaje de acierto en los tres palos defendidos por Diego López. Sin apenas ocasiones logró dos goles, pero en todo momento estuvo a remolque de un sobrio y también efectivo Real Madrid.

Sin juego excelso, los dos tantos de Benzema, el de Bale y el de Jesé sirvieron de antídoto a los golazos de Mario Gaspar y Giovani. La euforia se completó dos horas después cuando la derrota del Atlético en Almería situaba al conjunto blanco como líder provisional gracias al gol average, empatado a puntos con el conjunto rojiblanco. De ganar el Barcelona en Sevilla este domingo, se produciría un triple empate en la cabeza de la tabla liderado por los azulgrana.

Seis minutos bastaron para que el Real Madrid abriera un partido que poco después creía haber sentenciado con los goles de Bale y Benzema, pero bastaron unos minutos de relajación defensiva para que el Villarreal se metiera en el partido gracias al gol de Mario a dos minutos del descanso. Los de Marcelino eran incapaces de crear peligro alguno, pero el lateral sorprendió a todos metiendo el balón por la escuadra de la portería de Diego López. Una y otra vez los amarillos chocaban contra el orden y la solidaridad de los jugadores de Ancelotti, pero la aparición del defensa sirvió para dar vida a un partido que se movía por los límites de la sosería.

Bale sabía que estaba siendo observado. Las dos semanas de baja y la espantada del partido ante el Atlético, elevaban al galés a la categoría de protagonista una vez más. Al ex del Tottenham no le tembló el pulso en momento alguno. Salió decidido y a los seis minutos ya había logrado poner por delante en el marcador a su equipo. Él solo se guisó y comió el tanto. Robó el balón a un cándido Dorado, para después elevar sutilmente la pelota ante la salida de Asenjo. Gol y golpe de moral para el millonario fichaje.

El tanto fue una liberación para el tímido galés. Al ver el balón besando la red, hasta se atrevió a sonreír. A partir de ese momento capitalizó la mayoría de las jugadas de ataque del equipo blanco. La primera termina con un remate de Modric que se estrella en Musacchio. Diez minutos después, Bale vuelve a llegar hasta la línea de fondo para asistir a Benzema. El francés, en colaboración con Asenjo, acertó a lograr el segundo gol, el que parecía de la sentencia. Acto seguido decidió probar el estado de su dañada pierna izquierda y lo hizo con un misil centrado a la portería del Villarreal. La potencia sigue estando ahí.

El gol de Mario metió al Villarreal en el partido

Con el dos a cero, el Real Madrid se sentía seguro. Le basta con el orden defensivo y las apariciones de Bale, pero poco a poco el equipo de Ancelotti fue entrando en estado de alarmante relajación. Las marcas ya no eran tan incómodas. El Villarreal apenas llevaba peligro, pero poco a poco se iban acercando a la portería de Diego López, que se estrenó con un disparo lejano de Moi Gómez en el minuto 35. Bruno y Edu Ramos iban entrando poco a poco en juego, librándose de la incómoda presencia de Illarramendi, Modric y Di María.

Pese al paso adelante dado por el centro del campo del Villarreal, la situación parecía dominada por los blancos. Nada aventuraba un posible cambio de rumbo del partido, pero Mario Gaspar se empeñó en llevar la contraria a todo el mundo y a meter algo de tensión al partido. Su aparición en ataque, la primera del partido, dejó en el camino a Jesé y Di María, mientras que Coentrao, entró por Marcelo también dañado, ya estaba lesionado y nada podía hacer para evitar que el lanzamiento del lateral quitara las telarañas de la portería de Diego López. Nuevo partido en el minuto 42.

El Villarreal, casi sin querer y por supuesto sin esperarlo, se metió en el partido. Bruno decidió asumir el mando, en especial cuando contó con Trigueros al lado. El Real Madrid buscaba la sentencia pero su juego se había vuelto pesado, aunque como sucedía en la primera mitad le bastaba para controlar la situación pese a ese querer y no poder de los de Marcelino. Le costaba llegar arriba porque Bale ya decidió desaparecer. Necesitaba algo más, un toque de descaro y rapidez.

Jesé aparece para sentenciar

La velocidad la ponía Carvajal, ausente en la batalla del pasado miércoles ante el Atlético, pero había un jugador esperando su oportunidad, agazapado, escondido. Jesé, no podía ser otro, era el jugador señalado para sentenciar el partido o por lo menos para acercar los tres puntos a la cuenta blanca. El canario sigue dejando en el verde gotas de esencia en cada partido que aparece y el choque ante el Villarreal no podía ser menos. Un perfecto desmarque, seguido de una gran asistencia de Di María, culminado con un sutil toque bastó para que la pelota terminara dentro de la portería de Asenjo.

Quedaban 25 minutos y el Real Madrid podía pensar que la victoria la podía tener segura gracias al gol de Jesé, pero el Villarreal no estaba tan dispuesto a entregar el partido. A la primera que tuvo volvió a ver puerta. Curioso, dos ocasiones, dos goles. En esta ocasión fue Giovani el que acertó a transformar un golpe franco desde 25 metros. Nuevo cambio de escenario.

El partido había entrado en un intercambio de golpes, que no de ocasiones, y el Real Madrid no perdía la cara al choque. Cinco minutos después del susto de Giovani llegó la sentencia en una jugada plena de garra y de manual del contragolpe. La inició Sergio Ramos con un robo en el área propia, seguida por un Benzema que tuvo que quitarse materialmente de encima a Trigueros, transitada por Jesé y que fue culminada por el galo por un disparo pegado al poste, justo donde Asenjo era imposible que llegara.

El último cuarto de hora siguió sumido en esa batalla de toque y más toque en el centro del campo sin claras aproximaciones a ninguna de las dos horas. El Villarreal ya no acertó a levantarse tras el jarro de agua fría lanzado por Benzema. Era mucho golpe y más siendo en el Bernabéu. El Real Madrid se acuesta feliz por el regreso de Bale y por saber que Valdebebas existe y logra goles gracias a Jesé.

Ficha técnica:

4 - Real Madrid: Diego López; Carvajal (Arbeloa, m.46), Pepe, Sergio Ramos, Marcelo (Coentrao, m.18 (Arbeloa, m.46)); Illarramendi, Modric, Di María (Xabi Alonso, m.68); Bale, Jesé y Benzema.

2 - Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Dorado, Jaume Costa; Edu Ramos (Trigueros, m.57), Bruno, Aquino, Moi Gómez (Joan Román, m.63); Jonathan Pereira (Perbet, m.67) y Giovani

Goles: 1-0, m.6: Bale. 2-0, m.25: Benzema. 2-1, m.42: Mario. 3-1, m.64: Jesé. 3-2, m. Giovani. 4-2, m.76: Benzema.

Árbitro: José Luis González González (comité castellano-leonés). Amonestó a Jaume Costa (55) y Mario (58) por el Villarreal.

Incidencias: encuentro correspondiente a la 23a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 75.624 espectadores.