Es noticia
Anoeta escucha el himno del Athletic en el día grande de Bilbao
  1. Deportes
  2. Fútbol
20.000 seguidores acudieron a san sebastián

Anoeta escucha el himno del Athletic en el día grande de Bilbao

Anoeta acogió nuevamente al Athletic debido a las obras del nuevo San Mamés. En el día grande de la ciudad vizcaína, San Sebastián escuchó a los leones

Foto: Aficionados del Athletic pasean por San Sebastián en las horas previas al partido (Efe).
Aficionados del Athletic pasean por San Sebastián en las horas previas al partido (Efe).

Pocas ciudades son identificadas con un equipo como Bilbao como el Athletic. Derribado San Mamés, símbolo emblemático de la ciudad y a la espera de inaugurar el nuevo estadio, se han visto obligados los leones a jugar en Anoeta. En una nueva muestra de la buena sintonía entre ambos equipos, los donostiarras cedieron su estadio para albergar el encuentro de los de Ernesto Valverde frente a Osasuna. Una situación que no es extraña para a la afición San Mamés, que ya en 1997 se vio obligada a jugar en el estadio guipuzcoano frente al Sevilla (partido que acabó 0-0). Como entonces, la afición acudió en masa al partido. En aquella ocasión llenaron Anoeta, única vez que el estadio ha registrado un lleno en su corta historia. Anoeta fue inaugurado el 29 de julio de 1993 con la celebración de los Campeonatos Europeos Junior de Atletismo. En este partido, cerca de 20.000 aficionados han arropado al equipo Valverde. El club, además, dispuso de 328 autobuses para desplazar a aquellos socios que quisieran ir en grupo a San Sebastián.

Anoche el equipo siguió cogiendo vuelo hacia esa regeneración inevitable tras el agitado curso pasado. Valverde, que tiene ADN de Lezama, va poco a poco ajustando automatismos con el fin de recuperar a hombres importantes dos cursos atrás como Muniaino Ander Herrera. Junto al trato exquisito de Beñat, tiene mimbres este Athletic para pelear nuevamente por cotas más altas que la permanencia. Sin grandes estridencias, pero con buen dictado, superó a Osasuna. Tiene que seguir acomplandose el conjunto de Mendilibar si no quiere sufrir.

No hace mucho que el Athletic vivía tiempos de cierta zozobra como no se recordaba en años. Hundido el equipo en medio de la sacudida que azotó a toda la entidad por la polémica de las salidas de Javi Martínez y Llorente, perdió la lozanía mostrada un curso antes. Una temporada, que pese a saldarse con dos finales perdidas, renovó la ilusión de una afición que durante años ha vivido con la coartada de nutrirse de jugadores de la tierra para justificar sus pobres resultados. Entonces llegó Bielsa, y con él un fútbol vivaz, alegre, de colmillo largo en presión y seda en la construcción del ataque. Empachado de éxito, no supo gestionar la revalorización de dos jugadores, Llorente y Javi Martínez, que gracias a su gran rendimiento en la primera temporada con Bielsa, vieron como sus aspiraciones personales crecían. Un hecho que no supo asimiliar el Athletic, enroscado en la negativa a negociar. Todo ello creó una espiral autodestructiva que condujo al equipo a sufrir por la salvación. Los focos dejaron de estar sobre el césped, curiosamente el año de despedida del viejo San Mamés.

Ahora llega Valverde, un hombre de la casa. Conocidas sus maneras de unir y templar ambientes, más amigo de apagar el fuego con agua que avivarlo con gasolina, intenta en este inicio de curso recuperar latidos perdidos la temporada pasada. Todo ello en un clima, más sereno, con la afición como siempre al lado del equipo. Y es que como se cita en la película de Juan José Campanella, ‘El secreto de sus ojos’, “El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar Benjamín. No puede cambiar de pasión.". En plenas fiestas de Bilbao, la afición volvió a arropar a su equipo. Y es que no se entiende Bilbao sin el Athletic. Ni al Athletic sin su hinchada.

Pocas ciudades son identificadas con un equipo como Bilbao como el Athletic. Derribado San Mamés, símbolo emblemático de la ciudad y a la espera de inaugurar el nuevo estadio, se han visto obligados los leones a jugar en Anoeta. En una nueva muestra de la buena sintonía entre ambos equipos, los donostiarras cedieron su estadio para albergar el encuentro de los de Ernesto Valverde frente a Osasuna. Una situación que no es extraña para a la afición San Mamés, que ya en 1997 se vio obligada a jugar en el estadio guipuzcoano frente al Sevilla (partido que acabó 0-0). Como entonces, la afición acudió en masa al partido. En aquella ocasión llenaron Anoeta, única vez que el estadio ha registrado un lleno en su corta historia. Anoeta fue inaugurado el 29 de julio de 1993 con la celebración de los Campeonatos Europeos Junior de Atletismo. En este partido, cerca de 20.000 aficionados han arropado al equipo Valverde. El club, además, dispuso de 328 autobuses para desplazar a aquellos socios que quisieran ir en grupo a San Sebastián.

Bilbao San Sebastián Osasuna