Modric y Song, 55 millones de euros para que Mou y Vilanova los castiguen en el banquillo

Luca Modric y Alex Song fueron los fichajes estrella de Real Madrid y Barcelona durante el pasado verano. Si el croata costó 30 millones que pueden llegar a ser 35, el ex del Arsenal subió su precio de salida del club inglés hasta los 20 millones de euros. Pues bien, uno y otro vieron ayer el Clásico liguero sentados en el banquillo. Ni siquiera calentaron durante los 90 minutos del partido. Llegaban con el cartel de jugadores importantes y en el primer partido, dejando la Supercopa de lado, en el que se veían las caras los dos grandes del fútbol español, suplentes, 50 millones de euros sin provecho alguno.

El caso de Modric llama la atención por la insistencia de Mourinho en su fichaje y por la rápida adaptación que parecía haber tenido. Es más, el domingo pasado fue titular ante el Deportivo, pero ni en Amsterdam ni en el Camp Nou ha dejado ver su rubia melena. Hablan de que al técnico portugués no le gustan ciertas actitudes del croata, señalan cierta indolencia sobre el terreno de juego, falta de intensidad, la que según Mourinho impidió que Cazorla recalara en el club blanco. Pues bien, por Modric el club blanco pagó el doble de lo que pedían por el campeón de Europa y ahora es suplente. Lo mismo le sucede al fichaje referencia de la pasada campaña. Y es que Coentrao lleva cuatro partidos sin aparecer por el césped.

Song llegó al Barcelona a cambio de 20 millones de euros por insistencia del técnico por la posibilidad que tenía de jugar en dos posiciones diferentes. Mediocentro y central. Pues bien, la segunda parece haber quedado en el olvido tras su exhibición de Sevilla de la jornada anterior. Ayer el camerunés se quedó en el banquillo y vio como Adriano y Mascherano, lateral y centrocampista, hacían las veces de central mientras él veía su primer clásico liguero desde el banquillo.

Y es que la entidad azulgrana está demostrando vértigo a la hora de fichar. Necesita un central y más cuando parece que Vilanova no confía en Bartra, pero son ya dos años en los que antes Pep y ahora Tito tienen que improvisar centrales. La alargada sombra de Chygrynsky y los 25 millones de euros planean sobre el Camp Nou y atenazan a los dirigentes azulgrana a la hora de firmar a un zaguero que ayude a Piqué y Puyol, únicos centrales puros con los que cuenta Vilanova.

Partidos como el de ayer señalan el rumbo de muchos jugadores. Estos admiten su rol cuando se ven dentro o fuera del once titular. Éste el caso de Higuaín, que ha visto como en un partido importante es Benzema el que figura como el delantero centro elegido. El argentino salió mediada la segunda parte y no estuvo fino, tanto que Mourinho le recriminó en un par de ocasiones sus movimientos sobre el campo. Higuaín tenía pensado marcharse del Real Madrid el pasado verano, pero el técnico convenció al ex de River para seguir. Ahora, el delantero ya ha comprobado que, otra vez, no es el titular, que queda relegado en los partidos importantes o al menos cuando Benzema está bien, algo que no sucedió en la Supercopa.