Simeone opinará sobre Reyes y pasará revista a la plantilla que fracasó con Manzano

Desde la semana pasada, Diego Simeone trabaja con los cinco sentidos puestos en revertir la situación negativa que se vive en el Atlético de Madrid. El técnico argentino aterrizó ayer, lunes, en España y hoy será presentado en el Vicente Calderón a las 12.30 horas. Pero no será hasta el próximo jueves cuando se reúna al fin con su nueva plantilla.

Su primer cometido nada más llegar al club rojiblanco es precisamente pasar revista al grupo de jugadores y tomar decisiones sobre la composición del vestuario. José Antonio Reyes y Diego Godín son los futbolistas que más cerca están de abandonar la disciplina colchonera, pero están a la espera de que el nuevo míster dé su opinión.

El extremo sevillano tenía pie y medio fuera del club hace unas semanas, pero en todo momento, el entorno del futbolista insistía en que Reyes no abandonaría con prisas el Atlético de Madrid, y que convenía esperar. Detrás estaba el convencimiento de que el final de Gregorio Manzano al frente estaba cerca, como así ha sido, y finalmente el parecer de Simeone será la clave para que la entidad del Manzanares acabe vendiendo o no a este jugador con tanta calidad como difícil carácter.

El caso del uruguayo es diferente. Aunque él no tiene el deseo de marcharse, su rendimiento está dejando bastante que desear y es de los pocos jugadores que podrían dejar dinero en las arcas del club sin que, a priori, se resintiese el nivel de la plantilla. No hay que olvidar que los problemas económicos siguen agobiando al Atlético de Madrid, y que un cambio tan a la orden del día como es el de un entrenador por otro tuvo que ser valorado sobremanera desde el punto de vista presupuestario. De ahí que se espere la venta de efectivos en el mercado invernal, y más aún si el club accede a fichar a alguna petición del 'Cholo'.

La plantilla atlética fue diseñada para Manzano, pero aunque ilusionó en un principio, la mano del jienense no consiguió darle ni vistosidad ni efectividad. Y mucho menos cierta regularidad al proyecto que calmase los ánimos de una afición encendida. Simeone llega precisamente pidiendo tranquilidad y esperanza a una hinchada que le idolatra desde sus años de jugador referente de un 'Atleti' campeón. Por ello, cuando tenga enfrente a sus jugadores les empezará a exigir trabajo y resultados a la altura de la historia de la entidad.