Iturralde, el árbitro que se relaja con Metallica

Iturralde González no pasa inadvertido para nadie. Es un árbitro peculiar, especial. Sus decisiones y la facilidad que tiene para señalar penaltis le han llevado a vivir muy cerca de la polémica en muchas ocasiones, más de las deseadas por él y por su mentor, Victoriano Sánchez Arminio, el jefe de los árbitros.

 

El caso del árbitro vasco es curioso. Señalado por las aficiones y directivos, es de los colegiados favoritos de los jugadores. Y lo es por su facilidad para el diálogo. No forma barreras como hacen otros, él habla, conversa y explica lo que sucede como ningún otro. A los que dan patadas al balón eso les gusta, se identifican con las maneras de actuar del colegiado, que está en Primera desde 1995 y es internacional desde 1998, por lo que malo no será. Sin embargo, los que se sientan en el palco no suelen querer verle en sus partidos. Le temen.

Iturralde González tiene el ¿honor? de ser el árbitro de Primera con más penaltis pitados en la historia. Nunca se esconde. Si lo hiciera, ese dato no estaría de su lado. El problema llega cuando esas jugadas, que terminan en la máxima pena del fútbol sólo pasan por sus retinas y por las del resto de señores que se visten de corto. Ahí es cuando suele perder el control de los partidos este buen y dialogante árbitro.

El choque del Camp Nou será el tercer clásico que pitará. Los dos anteriores terminaron de idéntica manera, tres goles a cero a favor del Barcelona. Uno en territorio azulgrana y otro en el Bernabéu, el famoso de los aplausos de la afición madridista a Ronaldinho y compañía. Iturralde ha pitado en 31 ocasiones al Barcelona por tan sólo cuatro derrotas. El balance para el Real Madrid no es tan favorable. 36 partidos dirigidos por el vasco con once derrotas en el historial. Este es el dato en el que se agarran los mal pensados para decir que Rosell y lo suyos están contentos con la designación de Sánchez Arminio, López Nieto y Puentes Leira.

 

Deja quince minutos para que los jugadores marquen el camino

Pese a que reconocer que el partido es el más mediático posible. Iturralde no ha cambiado su manera de preparar el partidos ni variará su manera de afrontar el choque. Sus entrenamientos han sido calcados a los de otras semanas y este lunes, cuando llegue al Camp Nou, lo hará acompañado de la música de Metallica en sus oídos. Se relaja con la música heavy y su preferido es el grupo estadounidense. Es su manera de aislarse del resto y concentrarse en el partido. Antes del partido, ya en el vestuario, hablará con sus ayudantes para marcar las directrices. Con Guardiola y Mourinho también hablará y los que le conocen dicen que no tendrá problema alguno con ellos. Y todo por lo que gusta hablar con el protagonista.

Con la pelota ya en movimiento dejará que durante los primeros quince minutos sean los jugadores los que marquen el ritmo del juego y de su actitud. A Iturralde le gusta que sean los jugadores los que pongan el listón de las tarjetas, el de las faltas y por eso deja ese cuarto de hora de margen. Si en ese tiempo nada ha pasado, buena noticia porque eso significa que el partido está bajo control. Si ya ha tenido que actuar, malo. En el descanso nada de mirar al teléfono en búsqueda de mensajes. Charla con los ayudantes y poco más. Ver los mensajes sería dar un paso atrás y no lo pretende ni quiere hacer.

 

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