Cerezo se pasa al 'estilo Jesús Gil'

La crisis deportiva del Atlético de Madrid está dejando ver una nueva cara de su presidente, Enrique Cerezo. El nuevo escenario institucional creado a raíz de la reciente renuncia por parte del consejero delegado y máximo accionista, Miguel Ángel Gil Marín, a ser partícipe de la toma de decisiones en temas deportivos ha dejado a Cerezo sólo al frente de la nave. Al menos, aparentemente. Y en ese papel, el empresario cinematográfico está empezando a recordar a su predecesor, Jesús Gil y Gil.

En el peor momento deportivo de los últimos tiempos, Cerezo quiso dejar claro quién manda. Primero este domingo, en caliente, y después este lunes, ya en frío. Tras la derrota ante el Villarreal, Cerezo bajó al vestuario y estuvo reunido con la plantilla y con el entrenador, Quique Sánchez Flores, durante tres cuartos de hora.

No debió quedar satisfecho y convocó de nuevo a las mismas partes, además de al director deportivo, Jesús García Pitarch, en la sede del club este lunes a las 14 horas. Tras una hora y cuarto de encuentro, del club sólo trascendió que el objetivo de la reunión era simplemente “analizar el mal momento deportivo del equipo y unir fuerzas para salir de esta situación”.

Lo cierto es que la manera de llevar esta situación crítica por parte del actual presidente recuerda a las maneras de Jesús Gil, fallecido en 2004 y su predecesor en el cargo. Muchos fueron los malos momentos donde Gil demostró a todos los implicados que él era el dueño y señor del club del Manzanares, pesase a quien pesase.

Ahora, ya desligado (aunque sólo sea en las formas) de Gil Marín en la supervisión de la dirección deportiva, Cerezo está intentando evitar que el malestar general vaya a más, y eso sólo pasa por revertir una racha de resultados tan negativa que ha dejado al equipo fuera de la Liga de Campeones a las primeras de cambio, y sin conocer la victoria, y le ha llevado en Liga a ocupar puestos peligrosos, un sólo punto por encima del descenso.  

Mientras, la afición está empezando a dar cada vez más síntomas de cansancio hacia los dirigentes de la SAD madrileña. Tras recibir el gol de Llorente en el último minuto, lo que significó la derrota ante los castellonenses, los simpatizantes atléticos que habían acudido al Calderón (poco más de la mitad del aforo) comenzaron automáticamente a cargar contra Cerezo y Gil Marín, hijo y sucesor de Jesús Gil. El himno sonando a todo volumen a través de la megafonía tras el pitido final y la gélida noche fue lo único que los calló. Antes, se oyeron cánticos duros pidiendo su marcha. Por todo esto, parece que la crisis atlética no sólo es un problema deportivo.