Drenthe tuvo suerte de que fuera Marc Bertrán

“Fue sin querer, eso es lo importante”. Con esa frase Marc Bertrán zanjó la discutida entrada de Royston Drenthe al capitán del CD Tenerife. Sin darle más importancia a una acción que le privará de disputar cerca de media liga en la ansiada Primera División y que no tendrá sanción alguna.

El holandés tiene suerte de que se haya topado con el tobillo de uno de los futbolistas (si no el que más) preferidos en el vestuario y la prensa chicharrera. Cuando el jugador del Real Madrid, obligado por su club, telefoneó al del Tenerife, no encontró más que palabras de comprensión y entendimiento. Ni un ‘pero’, ni una reprimenda. Bertrán, como hizo durante los minutos que pudo en el Bernabéu, dio una lección más al ‘alocado’ futbolista merengue. Sólo le faltó animar a Drenthe por la que le está cayendo.

Este viernes, en Tenerife, dio una rueda de prensa que centró la atención deportiva de la Isla. Y en ella, continuó con el mismo mensaje que le transmitió en privado a Drenthe, asumiendo que en el fútbol hay un riesgo implícito de sufrir un incidente de este tipo: "Si me dedicara a otra cosa probablemente no sucedería". Aunque sí afirmó que cree que la entrada era merecedora de tarjeta roja, y que se dio cuenta al instante de la "gravedad" de la lesión.

Abandonó su masía familiar en Cataluña, donde está pasando los primeros días de recuperación, para atender de golpe a todos los medios. No uno a uno, como suele hacer. Según ha podido saber El Confidencial, el defensa no tenía ningún reparo en hablar individualmente, pero desde el club se lo denegaron. Acción contraria a la que vivió Drenthe, quien no preguntó por él ni el sábado, ni el domingo y fue obligado el lunes ante todo el revuelo que se había armado.

Marc Bertrán es un futbolista llamémoslo 'extraño'. Además de militar en la máxima categoría de una de las mejores ligas del mundo, estudia Economía en la Universidad Española a Distancia (UNED) y lo compagina con la Escuela de Idiomas, donde recibe clases de inglés en un nivel medio-alto. Su interés y curiosidad va más allá que pegar patadas a un balón.

Esta es su tercera temporada con el conjunto insular y –a sus 27 años- José Luis Oltra tuvo claro que sería el perfecto capitán. El pasado año deslumbró desde el lateral derecho, el Tenerife tenía al mejor en ese puesto de toda la división de ‘plata’. Este año quería crecer como futbolista y ayudar al ‘Tete’ a que se quede entre los grandes.

Rechazó ofertas de clubes importantes

Agradecido. Como muestra de cariño y apoyo, Marc descartó el pasado mes de julio moverse de la ‘Isla Bonita’ para jugar en equipos asentados en Primera como Racing, Espanyol o Almería, e incluso rechazó el interés del Valencia y también se habló de que podía ser el segundo de Dani Alves en el Barça. Dijo sentirse en deuda con el equipo que preside Miguel Concepción y de ahí que uno de los mejores laterales de España juegue en un recién ascendido.

De Pobla de Segur (Lérida), amigo de Carles Puyol y criado en la cantera del Espanyol, Bertrán debutó en Primera con el conjunto ‘perico’ hace ocho años, la misma campaña -01/02- en la que el Tenerife descendió a Segunda. En 2004 pasó por el Córdoba, luego por el Cádiz CF, Lorca Deportiva y en 2006 llegó a Tenerife.

En los buenos y los malos momentos se muestra cordial con la prensa. Responsable y sabedor que en el salario de un futbolista incluye atender a los micrófonos sin poner mala cara. De los últimos en subirse a la ‘guagua’ del Tenerife si aficionados requieren su presencia y con un “gracias” acompañado de una sonrisa cada vez que se despide de un medio de comunicación. Esa amabilidad se agradece y se echa en falta con compañeros del gremio, quienes a veces no saben encajar bien las derrotas.

Choca un carácter tan afable en un mundo, el del fútbol, donde el ego juega un papel tan dichosamente protagonista. Esta temporada volvió a mostrar su mejor rostro. Tras acostumbrarse el equipo a ganar día sí, día también en la pasada campaña, pocos futbolistas se acercaron a los micrófonos de la prensa tras el varapalo recibido en Mallorca (4-0) y con Bertrán expulsado. El catalán atendió a todos y cada uno de ellos y -aunque le costase- intentó hacerlo ‘con la misma cara de siempre’.

Ahora, desde el sofá, el blanquiazul animará para que el sueño de hacer algo grande con el CD Tenerife no se desvanezca. Tendrá más tiempo para darle un ‘empujón’ a sus estudios y volverá en poco tiempo para, quien sabe, hacer dudar algún día a Vicente del Bosque.

¡Ánimo Marc!