Pedro J. declara la guerra a Ramón Calderón

Pedro J.Ramírez, director general editorial de Unidad Editorial -grupo que engloba a El Mundo, Marca y Expansión, entre otros- se ha convertido en la pesadilla del presidente del Real Madrid, Ramón Calderón. El periodista parece haber incluido entre sus prioridades acabar con el que pasa por ser el presidente más polémico de la historia del club de Chamartín. Marca destapó ayer martes el enésimo escándalo protagonizado por el dirigente madridista, un amaño en la Asamblea de Socios Compromisarios del pasado 7 de diciembre. Según la información de esta cabecera deportiva, en la citada Asamblea se infiltró un grupo de personas que, haciéndose pasar por compromisarios, habilitaron con sus votos todas las propuestas hechas durante la misma por parte de la directiva de Calderón (ver noticia).

Juan Ignacio Gallardo, subdirector de Marca y responsable de esta exclusiva, se guardó una segunda bala en la recámara para hoy miércoles, una batería de pruebas que demuestran la grave manipulación del máximo órgano de gobierno del Real Madrid. Con nombre y apellidos, y acompañando una foto, señala en la portada de hoy a los diez infiltrados. Entre ellos, hay socios no compromisarios, otros que ni siquiera son socios del Madrid e, incluso, uno que es socio del Atlético de Madrid. El editorial de ayer del rotativo madrileño reclamaba la dimisión de Calderón, a la vez que advertía que, atendiendo a los antecedentes, seguramente el presidente haría “lo imposible para aferrarse a la poltrona”. Por ello, Marca apelaba a la madurez de los socios madridistas para terminar con el convulso mandato del abogado palentino.

La repentina fijación de Marca con las trampas de Ramón Calderón tiene su origen en la dirección de Unidad Editorial. Pedro J. Ramírez siempre se ha hecho eco en El Mundo de los diversos escándalos que, sobre todo desde el programa El Tirachinas de la Cadena COPE, han jalonado una presidencia plagada de irregularidades como la de Calderón. Ese interés seguía la línea habitual de un periódico generalista, siempre tentado por cualquier información de tono pretendidamente exclusivo. Marca, sin embargo, ha mantenido una línea razonablemente cordial con la actual directiva del Real Madrid. Pero Calderón cometió un ‘error’ cuando, al verse acosado por El Mundo, ‘amenazó’ a su hermano Marca con romper los distintos acuerdos comerciales alcanzados entre club y medio (desde las prendas exclusivas del Real Madrid, hasta las vallas de los vomitorios del Santiago Bernabéu). Es en ese momento cuando las líneas de los dos periódicos convergen y Eduardo Inda, director de Marca, se une, siguiendo la estrategia diseñada por Pedro J., a la guerra contra Calderón.

Golpe de gracia a la 'era Calderón'

Tanta importancia le ha dado el periodista a este último escándalo en el seno de la ‘Casa Blanca’, que, ayer martes, dedicó buena parte de su intervención en la tertulia de La Mañana de Federico Jiménez Losantos en COPE a vender la información de Marca -cosa que suele hacer siempre con las noticias publicadas en El Mundo-, pidiendo, además, responsabilidades a Calderón. Todo parece indicar, en suma, que Unidad Editorial ha decidido coger el relevo de José Antonio Abellán, director de El Tirachinas, y continuar destapando los puntos oscuros de la gestión de Calderón al frente del Real Madrid, en un ejercicio que rebasa claramente lo puramente informativo o periodístico para entrar de lleno en la esfera de los intereses empresariales de Unidad Editorial, vía Marca, como suele ocurrir con frecuencia con las informaciones exclusivas de Ramírez.

Abellán, viendo venir el ‘huracán Pedro J.’, se ha puesto de lado dispuesto a dejar al periodista la tarea de dar el tiro de gracia a la ‘era Calderón’. Mientras, el presidente más polémico de la historia del Madrid ha elegido como Dircom a Alejandro Elortegui (ver noticia), ex directivo de PRISA, en lo que parece un intento desesperado por romper el cerco mediático que sufre. Elortegui, que aún no ha tomado posesión pero que ya ejerce en sus funciones, fue el que ideó la esperpéntica comparecencia de Luis Bárcena, en la mañana de ayer, que en el fondo no ha servido más que para confirmar que la acusación de Marca no va, ni mucho menos, desencaminada.