"No es suficiente para jugar": el drama de Ansu Fati, el joven que se quemó por las lesiones

Ansu Fati no tiene los minutos que esperaba en el Brighton. El que fuera considerado como el futbolista más prometedor del fútbol nacional se apaga en la Premier, cada vez con menos minutos y sin entrar en los planes de su entrenador, Roberto de Zerbi. El Barcelona decidió cederlo este verano a los seagulls con el objetivo de revitalizarlo, recuperarlo como futbolista y que volviera a tener el nivel con el que enamoró hace unos años. Pero nada más lejos de la realidad.

El extremo español solo ha jugado 23 partidos con el Brighton en lo que va de temporada, con solo 7 titularidades en la Premier. El problema para Ansu Fati no están siendo solo las lesiones, que le complican y le están impidiendo tener continuidad en los últimos años sino que, su propio técnico, no le ve con el nivel idóneo para tener minutos en el equipo. De hecho, este miércoles, ante el Brentford, ni tan siquiera llegó a entrar en la convocatoria pese a estar disponible.

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Rubén Rodríguez

Preguntado en rueda de prensa por la situación de Ansu Fati, el técnico italiano fue muy claro: "Tiene que dar algo más, porque lo que está haciendo no es suficiente. Debe mejorar su rendimiento, mejorar su condición física, mejorar su mentalidad, porque para jugar en la Premier League hay que ser más fuerte mentalmente, más fuerte físicamente... Entonces, estaremos listos para jugar con él en el once titular", explicaba. Un nuevo golpe en su desarrollo.

Y es que, cuando Ansu Fati hizo su debut en el Barcelona, apareció como un soplo de aire fresco, similar a lo que actualmente está haciendo Lamine Yamal. Jugador de banda, rápido, desequilibrante, muy difícil de parar y, sobre todo, con mucho gol, todo lo que hacía, tenía sentido. Aquella temporada, la 2019-20, terminaría jugando 33 partidos, en los que fue capaz de marcar 8 goles y dar 1 asistencia... y convertirse en el goleador más joven de la Selección (luego superado por Gavi y Yamal).

Pero, entonces, llegaron los problemas. Solo un curso más tarde, en la 20-21, llegaría la primera lesión grave de Fati, con un problema de rodilla que le tuvo de baja 305 días, perdiéndose un total de 64 partidos con el Barça y con España. Era el principio del drama para el jugador: las lesiones, especialmente en la articulación dañada, se volvieron recurrentes y le hicieron perderse un total de 40 partidos en las dos temporadas siguientes. Algo no funcionaba con el jugador.

A pesar de ello, el pasado año llegó a participar en 51 partidos, en los que anotó 10 goles y dio 4 asistencias, además de jugar el Mundial de Qatar. Pero Xavi Hernández no terminaba de confiar en su fútbol, prefiriendo un futbolista de un perfil distinto. Fue por esa razón por la que la opción de la Premier era una buena salida. Un fútbol que le encajaba como anillo al dedo a Ansu Fati y, sobre todo, una manera de recuperar los minutos perdidos. Pero no está siendo como esperaba.

Le costó entrar en el ritmo de competición del Brighton y, cuando lo había logrado, otra inesperada lesión le dejó en el dique seco durante 69 días, en los que se perdió 14 partidos. A partir de ahí, le costó volver al equipo y su participación ha sido residual: lejos de convertirse en el gran líder goleador y del ataque de los seagulls, no ha dejado de ser un futbolista más de la rotación. Ansu Fati no ha sido capaz de romperla como se esperaba y empezar a estancarse en su progresión.

"Ansu Fati está trabajando muy bien, pero tengo expectativas diferentes, aunque no cambio mi opinión sobre él. Es uno de los mejores talentos del mundo a su edad y nuestra responsabilidad es ayudarle a mejorar", explicaba De Zerbi recientemente. Lo cierto es que el internacional español, que apuntaba maneras para convertirse en uno de los grandes dominadores del fútbol mundial de la próxima década, se ha quedado estancado. ¿Podrá reencontrarse con su mejor versión?