¿Y si el fichaje estaba en casa? Ansu Fati se lame las heridas mientras el Barça llora por Dembélé

El Barcelona sabe que tiene una situación complicada con nombre propio: Ousmane Dembélé. El futbolista francés tiene pie y medio fuera de la disciplina del conjunto azulgrana, con el PSG apretando muy duro por hacerse con sus servicios. El conjunto francés es consciente de que Kylian Mbappé podría salir del equipo en cuestión de semanas y, por ello, Luis Enrique ha puesto su mirada en un Dembélé que llegaría como gran estrella... y que abre una oportunidad de oro en la plantilla.

Dembélé llegó a las filas azulgranas en el verano de 2017, después de convertirse en el segundo fichaje más caro de la historia de la entidad tras pagar 150 millones al Borussia de Dortmund. El internacional francés, con apenas, 20 años, era el elegido por la directiva culé para convertirse en una de las grandes estrellas del equipo. Pero las numerosas lesiones y la falta de continuidad, se lo impidieron. Y, ahora, que parecía en vuelo, ha pedido marcharse del equipo este mismo verano.

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EFE

Esta situación ha sido "decepcionante" para el Barcelona, tal y como confirmó Xavi Hernández tras el partido amistoso disputado en la madrugada de este miércoles ante el AC Milan. El técnico culé reconoció que, a lo largo de las últimas semanas, mantuvo varias charlas con Dembélé para hacerle ver que podía ser un jugador de talla mundial en el Barça. Pero el galo no quiere dejar pasar la oportunidad de oro que le presenta el PSG y sus horas en Barcelona están contadas.

Mientras técnico y parte de la afición lloran la marcha del mosquito, un canterano ha decidido dar un golpe sobre la mesa: Ansu Fati. La salida de Dembélé trastoca algunos de los planes de Xavi, que pierde un perfil que no le sobra: extremos. Sobre todo, si tenemos en cuenta que el francés puede jugar por cualquiera de los dos perfiles. Pero mientras las lágrimas siguen cayendo, el canterano azulgrana se ha puesto el mono de trabajo y se reivindicó con un golazo ante el Milan.

Los problemas económicos del Barcelona les impiden afrontar fichajes con precios elevados, por lo que la salida inesperada de Dembélé trastoca los planes del equipo: verse obligado a acudir al mercado a última hora a por un sustituto es sencillamente inasumible. Pero, ¿y si la solución ya está en casa? Ansu Fati, lastrado por los problemas físicos en los últimos meses, no solo puede ser la solución ideal, sino que puede encontrar el hueco en el once que no tenía con Dembélé.

La oportunidad de demostrar lo que vale

"Si por mí fuera, me lo llevaría del Barcelona. Merece mucho más", afirmaba Bori Fati, padre del jugador hace unos meses. El rol secundario que le había dado Xavi en el equipo no era bien aceptado ni por el jugador, ni por su entorno, pero con una sensible diferencia. Mientras el progenitor apretaba, el propio Ansu rebajaba la tensión, asegurando que en ningún momento se iría del Barça. ¿El motivo? Su intención es triunfar con la camiseta azulgrana y, para ello, solo pide oportunidades.

Es cierto que los problemas físicos le han lastrado en los últimos meses, pero Ansu Fati está de vuelta y quiere demostrarle a Xavi que puede ser el perfecto sustituto de Dembéle, por delante de otros perfiles como Franck Kessié, Ferran Torres o, incluso, Raphinha. Especialmente ahora que parece que Ez Abde tiene muchas papeletas para salir: la posibilidad de un perfil como el de Ansu, que puede participar en ambas bandas, ofrece a Xavi un buen puñado de soluciones en el campo.

A pesar de los problemas físicos, Ansu jugó 51 partidos la pasada temporada, en los que fue capaz de anotar 10 goles y dar 4 asistencias. Pero el internacional español sabe que puede dar más y no se conforma con las migajas de salir desde el banquillo. Quiere la titularidad. De momento, en los tres partidos de pretemporada, ha salido desde el banquillo, pero ante el Milan mostró una marcha más: tanto que, incluso, fue el autor del tanto de la victoria con un golazo.

Si por algo se caracteriza Ansu Fati es, precisamente, por ser un futbolista que no necesita demasiado contacto con el balón para marcar. De hecho, por esa razón y sin estar a tope físicamente, fue uno de los elegidos por Luis Enrique para disputar el Mundial de Qatar. Ahora, el que fuera su entrenador, se ha encaprichado de Dembélé para el PSG y el '10' no quiere perder el tren del Barcelona. Sabe que está ante su oportunidad. Quiere reivindicar que, el verdadero fichaje, estaba en casa.