Cómo Guardiola no dejó nada al azar para plantar cara a Inglaterra con su lazo amarillo

A Pep Guardiola no le asusta la Federación Inglesa (FA) y ha decidido plantarle cara en el día que lograba su primer título como técnico del Manchester City después de aplastar al Arsenal por 3-0 con goles de Agüero, Kompany y David Silva. Guardiola les ha desafiado abiertamente delante de todo el mundo luciendo el lazo amarillo para pedir la liberación de los líderes independentistas catalanes en la final la Copa de la Liga (Carabao Cup) en Wembley. Y lo ha hecho dos días después de que la federación anunciara la apertura de un expediente por “llevar un mensaje político, específicamente un lazo amarillo" que vulnera sus reglas. Si alguien dudaba sobre si Guardiola iba a dar un paso atrás en sus reivindicaciones, ya puede esperar sentado, porque está claro que por ahora piensa seguir. “Ellos saben que voy a seguir llevando el lazo. Siempre”, aseguró más tarde en rueda de Prensa.

Todos sus gestos fueron medidos. A Wembley llegó con el lazo amarillo prendido en un jersey gris. La FA sólo puede castigarle si el mensaje político —el lazo amarillo en este caso— es visible en el terreno de juego, no en las ruedas de prensa, así que existía la incógnita de si se vería al llevarlo en el jersey. Cuando saltó al césped junto a sus jugadores, los del Arsenal, Wenger y los árbitros no había ni rastro: en la solapa del abrigo lucía el símbolo de ‘Men United’ (una asociación que recauda fondos y conciencia sobre el cáncer de próstata en el Reino Unido) y por encima una gruesa bufanda negra. Pero en cuanto formaron todos para escuchar el himno, Pep deliberadamente se apartó lo justo la bufanda para que las cámaras pudieran captar el lazo amarillo por debajo. El desafío estaba ahí, bien a la vista.

Durante el partido no se apreciaba nada, pero en cuanto el árbitro pitó el final del encuentro, Guardiola se deshizo de la bufanda y celebró con sus jugadores su primer título con el lazo amarillo de nuevo en el jersey y el ‘Men United’ en el abrigo en el campo, porque tanto él como su cuerpo técnico decidieron no subir al palco cuando el equipo recibió el trofeo dejando así el protagonismo a los futbolistas. Evidentemente, el catalán no dejó nada al azar.

La FA y ‘el efecto Streisand’

La FA había advertido al técnico del City en dos ocasiones y el pasado viernes decidió hacer pública la apertura del expediente. Se desconoce, porque no existen precedentes, qué puede ocurrir exactamente en el caso de que siga adelante: si le sancionarán económicamente o en el caso de que persista el City podría perder puntos o no poder sentarse en el banquillo. Lo que ya ha conseguido sin duda es el conocido ‘efecto Streisand’, que no es otra cosa que el dar publicidad a la causa que defiende Guardiola cuando su intención era justo la contraria: silenciarlo.

Los aficionados ‘citizens’ se movilizaron enseguida en las redes pidiendo a los que fueran a asistir a la final de la Copa que lo hicieran luciendo un lazo amarillo. Muchos se fotografiaron de camino a Londres o en el estadio con él y en los alrededores del estadio el Comité de Defensa de la República Catalana (CDR) repartió alrededor de 6.000. En las gradas, en las imágenes generales era difícil divisarlos. Los colores eran los tradicionales: mitad del campo rojo del Arsenal y mitad azul del City. Pero es que además del apoyo de sus seguidores, que es razonable, los medios de comunicación ingleses también tomaron partido en favor del entrenador catalán.

"El catalán desafía la estúpida regla"

El jefe de deportes de ‘The Times’, Martyn Ziegler, escribió este sábado una columna titulada "El catalán debe desafiar esta estúpida regla" en la que escribía: "Si hablas con la FA te dirán que han expedientado a Guardiola porque su lazo rompe el reglamento de conducta. Si la ley sostiene esta teoría, la ley es una porquería. Esta intransigencia sobre los símbolos es todavía más absurda por el hecho de que la federación quiera lucir los ‘poppy’ en recuerdo a los soldados ingleses caídos en combate… Si yo fuera Guardiola, me enfrentaría frontalmente en la FA en este tema y seguiría llevándolo hasta que la ley cambie".

Richard Conway, periodista de la BBC, se manifestaba en similares términos: “Es libre de llevar el lazo en los partidos de Champions, donde se dice que los símbolos políticos prohibidos deben ser ofensivos. Aunque el criterio tiene un punto subjetivo la normativa es clara y no afecta a la campaña personal del técnico del City. Así que, si no es un problema para Europa, ¿por qué el fútbol inglés condena este símbolo?”.

“Si me quieren suspender que me suspendan, pero hay gente que está en prisión”, advirtió ya Guardiola el pasado mes de diciembre cuando la FA le dio el primer aviso. Ahora, con un expediente abierto, ha decidido seguir adelante. “Si rompo las reglas acepto el castigo. No se trata de política, sino de democracia y de ayudar a gente que no hizo nada malo. Antes que entrenador soy un ser humano. Aquí se permitió a los escoceses hacer un referéndum y votar. Eso es lo que ellos están pidiendo”, ha afirmado esta noche. Él seguirá llevando el lazo amarillo mientras Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, Oriol Junqueras y Joaquim Forn sigan en la cárcel.