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La preocupación del PSG antes de jugar ante el Real Madrid: la estopa desde la prensa
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La preocupación del PSG antes de jugar ante el Real Madrid: la estopa desde la prensa

Neymar y Emery son sus víctimas favoritas Los retrasos navideños de Cavani y Pastore son el último incendio que los medios galos se han encargado de avivar con el afán de romper la armonía del PSG

Foto: En la imagen, Neymar y Cavani durante un partido del PSG. (Reuters)
En la imagen, Neymar y Cavani durante un partido del PSG. (Reuters)

No genera peligro desde las bandas como Carvajal o Marcelo, ni provoca brechas entre líneas imposibles de restañar como Modric o Isco, ni tampoco cuenta con la gran pericia a la hora de rematar de Cristiano Ronaldo, pero la perseverancia con la que ahondan en cada fisura que aparece en el casco del temible PSG, les ha erigido en el peor enemigo del conjunto que lidera el español Unai Emery. El vestuario nunca ha dejado de estar unido pese a sus ímprobos esfuerzos por difundir lo contrario… hasta ahora.

Los punzantes ‘aguijones’ que la inmensa mayoría de los medios franceses vienen lanzando desde hace meses contra casi todo lo que se mueve en la cubierta del poderoso acorazado del fútbol galo, incluyendo la zona noble del estadio Parque de los Príncipes, son ya un recurrente y molesto quebradero de cabeza para el preparador de Hondarribia, a quien cada vez cuesta más aislar a sus discípulos de las filtraciones, rumores o insinuaciones que revelan casi a diario rotativos, radios y televisiones del país vecino sobre lo que acontece dentro de las cuatro paredes del vestuario parisino.

La ‘barra libre’ de estopa, en realidad, comenzó el día que el entrenador español plantó bandera en Camp des Loges, tomando el relevo de un Laurent Blanc a quien el presidente Al Khelaifi despachó con cajas destempladas a cambio de 24 millones de euros. De algún modo, Unai Emery acabó pagando el pato de la controvertida salida del que fuera seleccionador galo, un personaje muy querido en el ámbito local, de ahí que resulte difícil encontrar alguna loa al técnico español que no venga acompañada de un comentario negativo respecto a su labor al frente de este arrollador PSG en el que ni siquiera Neymar consigue zafarse de las críticas hasta en el día que anota cuatro tantos y firma un partido cuasi perfecto, como sucedió el pasado miércoles ante el Dijon.

La debacle del Camp Nou

Su decisión de lanzar la pena máxima provocada por Cavani, en lugar de permitir al goleador charrúa tratar de superar desde los once metros a Ibrahimovic como máximo goleador histórico del club, lo que propició algunos silbidos entre el público, fue aprovechado por ciertos sectores de la Prensa local para atizar a discreción al astro brasileño y reavivar nuevamente los rumores sobre la supuesta mala relación entre ambos jugadores desde el famoso episodio del penalti marrado por el ‘Matador’ ante el Olympique de Lyon.

Poco importa que esta nueva y refrescante versión del intratable líder de la Ligue 1 se haya convertido, a fuerza de los goles y el espectáculo que genera su ya famosa MCN, en la gran atracción futbolística del Viejo Continente. Cualquier mínimo desliz o incidencia que acontece en torno al grupo que comanda el ex estratega de Valencia y Sevilla, entre otros, es aprovechado por los medios más prestigiosos del país vecino para tratar de socavar los cimientos de un proyecto que ha tomado impulso con la llegada a París este último verano de Neymar y el jovencísimo Mbappé.

Los 106 tantos anotados en 30 encuentros (26 triunfos, 2 empates y 2 derrotas), una auténtica barbaridad teniendo muy en cuenta que la temporada acaba de atravesar su particular Ecuador, no han bastado para detener la hemorragia en forma de críticas en los contados patinazos sufridos por el próximo rival europeo del Real Madrid desde que arrancara el presente ejercicio. “Ayer, como en Barcelona hace nueve meses, el técnico falló. No supo cómo transmitir a sus jugadores la demanda y la fuerza colectiva que emanan los grandes clubes (…) Su crédito ya había menguado considerablemente después de la histórica ‘remuntada’ en el Camp Nou. Probablemente haya disminuido un poco más ayer a los ojos de los dirigentes del club”.

placeholder Otro penalti generó polémica en la vida de Neymar y el PSG. (EFE)
Otro penalti generó polémica en la vida de Neymar y el PSG. (EFE)

La 'semana negra'

'L'Equipe', uno de los medios más insistentes a la hora de cargar contra Unai y los suyos, no desaprovechó el tropiezo en Munich ante el Bayern, en la única ‘semana negra’ de los parisinos hasta la fecha (venían de perder con el Estrasburgo en Liga) y se enseñó sin piedad con un Emery de quien en noviembre pasado ‘desveló’ que tenía la mar de contento a Neymar con sus interminables charlas tácticas analizando a los rivales, que tanto aburren al jugador brasileño. Tal circunstancia habría forzado, supuestamente, al técnico de Hondarribia a reducir la duración de esas sesiones de vídeo para contentar al ex azulgrana y a varios de sus compañeros.

En vísperas de la Navidad, el mismo rotativo, al hacer balance del primer trimestre de competición y los brillantes números acumulados hasta el cambio de año, definió como “compleja” la relación de Unai con su máxima estrella, de la que apuntaba que era, en realidad, quien partía el bacalao dentro del vestuario, junto a Dani Alves. Tras asegurar que 'Ney' no siente estima alguna por su entrenador y que sus discípulos no le siguen en las charlas que da, señaló que Emery llegó a reprender a uno de sus ayudantes por el tono utilizado para dar instrucciones, el cual molestó a todo el grupo, pero especialmente a Di María, quien, siempre según 'L'Equipe', se habría ido distanciando del cuerpo técnico por sus reiteradas presencias en el banquillo de los suplentes. “De 10 cosas que sacan, siete son mentiras, dos medias verdades y sólo una cierta. Lo peor es que cada cosa que sacan, rebota al momento y llega a España”, apuntan a este diario fuentes próximas al vestuario parisino.

placeholder Unai Emery, dando instrucciones durante un partido del PSG. (Reuters)
Unai Emery, dando instrucciones durante un partido del PSG. (Reuters)

A 'Ney' le han borrado la sonrisa

La condición de estrella rutilante y desinhibida del 10 ha chocado más pronto que tarde con los medios galos. Ensalzan su inmenso talento y su alta capacidad goleadora, sí, pero a la que pueden sacan la guadaña para atizarle sin miramientos por hechos, en muchas ocasiones, tan irrelevantes como su reciente celebración de un gol marcado frente al Amiens, cuando se colocó una bota en la cabeza para homenajear a su gran amigo João Celso Morales, en el día de su 30 cumpleaños.

Empero, lo que en realidad tiene al brasileño estos días mosca de verdad con la prensa local es el que le hayan acusado de ser el principal causante de lo que han venido en llamar la ‘guerra de clanes’ dentro del vestuario del equipo de París y que, supuestamente, habría terminado por resquebrajar una atmósfera que, aseguran, ya estaba enrarecida desde la disputa entre Cavani y Neymar por el lanzamiento del dichoso penalti frente al Olympique de Lyon.

El estallido de este nuevo y desagradable ‘conflicto’ tuvo su origen, según las informaciones vertidas en Francia, en las polémicas declaraciones que el capitán del equipo, Thiago Silva, lanzó contra Cavani y Pastore por su tardía incorporación a la disciplina del club tras las vacaciones navideñas. “Han hecho una cosa que no beneficia a la vida del grupo, en un momento importante para el club. Antes de hacer algo así, hay que pensarlo bien”. El volante argentino, visiblemente molesto, replicó de inmediato a Silva. Cavani lo haría a posteriori, lo que sería aprovechado en el país vecino para destapar ese supuesto choque de trenes entre el clan brasileño (Neymar, Silva, Marquinhos, Dani Alves, Motta y Lucas) y el resto de sudamericanos (Cavani, Pastore, Di María y Lo Celso).

placeholder Neymar, dolido por los silbidos que escuchó. (EFE)
Neymar, dolido por los silbidos que escuchó. (EFE)

Cavani, encendido

Lo que más habría encendido al uruguayo y al argentino fue el distinto trato de favor dispensado tanto por parte del club como del entrenador vasco con respecto a un Neymar que a principios de diciembre recibió permiso para viajar a Brasil a visitar a su hermana, enferma, aunque aprovecharía para irse de fiesta con algunos amigos, como el propio astro dejó constancia en las redes sociales.

Cavani y Pastore insistieron en que habían avisado de que llegarían más tarde a Francia, ya que debían resolver unos asuntos personales, pero esas excusas no les habrían servido de nada. De hecho, 'L'Equipe' y 'Le Parisien' calificaron de “sanción encubierta” el reciente encuentro de Copa de la Liga frente al Amiens para el que Cavani y Pastore no fueron convocados por Emery. Además, aseguraron que el club les había retenido el salario correspondiente a los días que se ausentaron de los entrenamientos.

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Verdades y mentiras

Verdades a medias o mentiras enteras al margen, lo que no ofrece ningún genero de duda en estos momentos es el hecho de que Cavani, a la sazón uno de los pesos pesados del vestuario, está con la mosca detrás de la oreja ante la creciente influencia de la armada 'canarinha' dentro del grupo. Del mismo modo, al cuerpo técnico español le preocupa, quizás por primera vez de manera seria, las secuelas que este espinoso asunto de los retrasos navideños pueda dejar en el vestuario parisino a menos de un mes para el doble duelo de los octavos de la Champions con el Real Madrid.

A Unai y los suyos no les hace falta leer los rotativos domésticos para saber que su futuro a medio plazo en el Parque de los Príncipes pasa por superar el duro obstáculo del vigente campeón continental. Lo que sí lamentan es que los medios periodísticos locales inviertan buena parte de todos sus espacios informativos a encontrar la manera de desestabilizarles, en lugar de concederles una tregua para poder centrarse en preparar adecuadamente una eliminatoria en la que, al fin y al cabo, representarán al fútbol francés.

No genera peligro desde las bandas como Carvajal o Marcelo, ni provoca brechas entre líneas imposibles de restañar como Modric o Isco, ni tampoco cuenta con la gran pericia a la hora de rematar de Cristiano Ronaldo, pero la perseverancia con la que ahondan en cada fisura que aparece en el casco del temible PSG, les ha erigido en el peor enemigo del conjunto que lidera el español Unai Emery. El vestuario nunca ha dejado de estar unido pese a sus ímprobos esfuerzos por difundir lo contrario… hasta ahora.

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