Lampard hace horas extra en Central Park para acelerar su debut en la MLS

Frank Lampard teníafijado en el calendario de la MLSsu particular día D: erajusto el pasado domingocuando se iba aenfundarpor vez primera la camiseta del New York City en el mítico Yankee Stadium, con motivo de la visita del Toronto FC. Unas molestias lo impidieron. Toca esperar un poco más. Hasta este sábado, cuando se estrene en el partido que su nuevo equipo jugará en el estadio delNew England Revolution.A pesar de sus 37 años, el máximo artillero en la historia del Chelsea se ha propuesto cargarse a la espalda a su nuevo equipo, cuyo arranque de temporada fue bastante decepcionante (son novenos en la Conferencia Este, a 14puntos del líder DC United), y tratar de consolidar el atisbo de remontada (cuatro triunfos en los seis últimos duelos) con el claro objetivo de jugar los play-offs por el título en un horizonte aún lejano. La falta de tiempo material para poner su cuerpo a punto de revoluciones, motivado por el hecho de que su permiso de trabajo no entró en vigor hasta el primero de julio, ha sido el gran hándicap con el que se ha encontrado el nuevo compañero de David Villa y de Andrea Pirlo para poder cumplir sus propios plazos en cuanto a estar a disposición de Jason Kreis, su nuevo míster.

Nada, sin embargo, que haya arredrado a este veterano futbolista con fama de ‘machaca’. Sabedor de que la calidad del entrenamiento diario ha sido uno de los factores que más hacontribuido a estirar con notable éxito su carrera profesional, el mediocampista londinense se ha puesto las pilas desde el primer día con un curioso a la par que exigente menú de trabajo: sesión matinal en el Centro de Entrenamiento del NYCFC junto a sus compañeros, y una segunda ración vespertina en el mítico Central Park, supervisada por un recuperador de la nueva franquicia de la Gran Manzana. Precisamente, ese ‘entrenamiento invisible’ en uno de los rincones más emblemáticos de Manhattan es el que está ayudando al 106 veces internacional por Inglaterra a quemar etapas a toda velocidad en esta pretemporada de bolsillo que viene realizando desde que aterrizara en Estados Unidos, hace apenas dos semanas.

La supervisión de Óscar Pitillas

El hasta hace escasas fechas volante del Manchester City supo de inmediato que iba a tener que acelerar de lo lindo en su preparación para tratar deestar a disposición de Kreis la misma semana en que sería inscrito para la disputa del campeonato, toda vez que la semana pasadaquedara ya abierto oficialmente el mercado de fichajes en el fútbol yanqui. Unas pruebas físicas en las aguas del río Hudson, en las que Lampard se mostró incapaz de subir por unas escaleras de cuerda para alcanzar tierra firme, revelaron al propio jugador la necesidad de contar con un plan específico de recuperación física. Fue, de hecho, el ex de West Ham, Chelsea y Manchester City quien sugirió la posibilidad de realizar la segunda sesión diaria en Central Park en compañía de un preparador físico del club, en este caso el español Óscar Pitillas, aprovechando que reside por el momento en un hotel próximo al afamado parque sito en el corazón del área metropolitana con más glamour de Nueva York. Así las cosas, la presencia de Lampard en el citado recinto, uno de los lugares más visitados por los millones de turistas que acuden anualmente a conocer la Gran Manzana, se ha convertido en un reclamo más del mismo, aunque más de un transeúnte ni se haya percatado de que la leyenda viva de los Blues sea uno de esos dos individuos que, cada tarde, se mezclan con otros cientos de runners que acuden al gigantesco pulmón verde neoyorquino con forma de cuadrado para realizar sus entrenamientos.

“No es un jugador egocéntrico”

Su abnegado sentido del compromiso y su profesionalidad han calado hondo rápidamente en un vestuario que hasta ahora apenas contaba con el asturiano Villa como referente. Y es que Lampard no ha cruzado el Atlántico en busca de un retiro dorado. Más bien al contrario: su meta es hacer del NYCFC a corto plazo un serio aspirante a la MLS Cup. “Es genial tenerle aquí y ver desde el primer día su grado de implicación con el grupo. Lo da todo en cada ejercicio y está ansioso por ponerse cuanto antes al mismo nivel físico de los demás. Además, es una persona muy agradable y uno más dentro del vestuario. En una semana se ha aprendido los nombres de todos. Estamos deseando que salte a la cancha porque es un grandísimo jugador y seguro que nos va a ayudar a dar un salto cualitativo”, aseveraba Shay Facey.

El joven defensa inglés ya coincidió unos meses con ‘SuperFrank’ en el City de Manchester, de ahí que se haya convertido en estos primeros días en su particular cicerone. “No es uno de esos jugadores egocéntricos que van a lo suyo. Sólo basta con verle entrenar para darte cuenta que ha venido a darlo todo. Aunque haya tenido una carrera fantástica, aquí es uno más. Es normal que, por ser compatriotas, pasemos ahora más tiempo juntos, pero cuando estábamos en Manchester también me dio un par de veces consejos, aunque no juguemos en la misma posición. Es una persona muy sencilla, dispuesta a echarte una mano si se lo pides”. Y eso es lo que tratará de hacer en Nueva York.