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Mbappé falla el penalti decisivo en la tanda y Suiza elimina a la campeona del mundo (3-3)
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El rival de la Selección

Mbappé falla el penalti decisivo en la tanda y Suiza elimina a la campeona del mundo (3-3)

Francia se despide de la Eurocopa desde la tanda de penaltis tras verse sorprendida por el conjunto helvético y desperdiciar un 3-1 a favor

Foto: El gran deseado del Real Madrid falló la pena máxima. (Reuters)
El gran deseado del Real Madrid falló la pena máxima. (Reuters)

Francia ha caído eliminada a manos de Suiza en la tanda de penaltis. Ni la extrema calidad individual de la campeona del mundo ni un marcador a favor de 3-1 fue suficiente para asegurar el pase a los cuartos de final ante España y la agónica tanda de penaltis acabó con el sueño galo. La selección de Didier Deschamps se encontró con un error individual a manos de Clement Lenglet en la primera parte y se vio obligada a nadar a contracorriente en un escenario que no domina. Por detrás del marcador tras el fallo grosero del defensor del FC Barcelona en una de sus múltiples metidas de pata y el gol de Haris Seferovic, los galos se encomendaron a su calidad individual. Y allí Mbappé, Benzema y Griezmann hicieron el resto. Hasta que la batalladora Suiza volvió a igualar el encuentro cuando nadie se lo esperaba, forzó la prórroga y los llevó al límite. Hasta la tanda de penaltis. Suiza nunca se rindió y dio la campanada.

placeholder Gavranovic marca el gol que fuerza la prórroga. (EFE)
Gavranovic marca el gol que fuerza la prórroga. (EFE)

El seleccionador francés empezó el encuentro calcando el dibujo de Suiza, pero su equipo, en lugar de anular las mayores virtudes del cuadro helvético, censuró las suyas. Sin profundidad por fuera, superados por el planteamiento y viendo cómo Benzema, Griezmann y Mbappé se desconectaron del resto en los primeros 45 minutos. Un cabezazo de Benzema. Un zurdazo de Rabiot. Un voluntarioso Griezmann. Una carrera al espacio de un Mbappé desesperado por lo poco que producía su equipo en el centro del campo. No estaba cómoda y, aún peor, no se reconocía cuando se miraba frente al espejo.

Francia dejó mucho que desear en la primera parte

Con el carrilero suizo Steven Zuber dirigiendo los contragolpes y Embolo revoloteando, Francia empezó a ver cómo los cuartos de final peligraban. Sobre el papel, el talento francés no tenía parangón, pero su técnico no podría estimular el extraordinario nivel que reúne el elenco de la campeona del mundo y cortaba de raíz el fútbol ofensivo que podría llegar a proponer este grupo. Más acostumbrado al picotazo decisivo individual que al fluido funcionamiento colectivo. Pero nadie aparecía, de momento.

Y suerte tuvo Francia, porque el resultado podría haberse aumentado si Embolo anota el 2-0 al límite del descanso o si Zuber hubiese convertido sus escapadas en goles. Tal fue la evidente falta de ideas e inventiva francesa en campo rival que la campeona del mundo se fue al descanso con cero disparos entre los tres palos. Deschamps tuvo que reaccionar y señaló al mayor culpable de sus desgracias: Lenglet. El cambio no fue solo nominal (Coman ingresó en su lugar), sino que también influyó directamente en el sistema. Y Francia reaccionó.

placeholder Lenglet cometió un error de bulto. (Reuters)
Lenglet cometió un error de bulto. (Reuters)

Antes, sin embargo, aguantó como pudo. Primero, con Seferovic perdonando tras el pase de la muerte de Embolo. Y luego, con el penalti parado por Lloris al lanzamiento de Ricardo Rodríguez. En apenas unos instantes, el partido cambió por completo. Suiza se vino abajo y Francia supo que era su momento. Del 0-2 se pasó al 1-1 cuando Benzema colgó un control excelso en el museo del Louvre tras el pase de Mbappé e igualó el duelo. Y a los dos minutos, la combinación entre Griezmann y Mbappé en la frontal del área terminó con el '9' del Madrid cazando el rebote y anotando el 2-1. El fútbol a veces es mucho más sencillo de lo que parece cuando tienes a genios así de tu lado.

A partir de ahí, la selección gala encontró el partido perfecto. Con Suiza viéndose obligada a llevar el dominio del encuentro, corriendo riesgos necesarios y dejando las puertas abiertas para el contragolpe. Pogba, que apunta a ser el mejor jugador en lo que llevamos de torneo, se sacó un latigazo de la manga para poner tierra de por medio. Lo necesitaría Francia, porque Suiza no se rendiría.

La selección de Vladimir Petkovic recortaría distancias con el doblete de Seferovic a nueve minutos del final y pondría toda la carne en el asador para forzar la mejor versión de Francia. Con el 3-2 campeando en el marcador, el recién entrado Gavranovic colocó las tablas, pero su gol no subió al marcador. No volvería a perdonar Gavranovic. Sacó a pasear a Kimpembe, lo distrajo con un recorte y la puso allí donde Lloris no llegaba en el descuento. Con el suspense que brindó el larguero de Coman, ambos conjuntos se fueron a la prórroga.

placeholder Los jugadores suizos celebran el empate. (Reuters)
Los jugadores suizos celebran el empate. (Reuters)

La prórroga empezó con la conjura suiza. Y con el mareo de Benzema. Entró en su lugar el denostado Giroud en su sitio. El combinado helvético tuvo la primera en su mano, pero Francia contestó tajantemente. Pavard, llegando de segunda línea, hizo lucirse a Sommer con una parada estratosférica. El cansancio empezó a hacer mella en una temporada marcada por la congestión del calendario y unos cruces muy exigentes. Francia, sin poder solucionar sus problemas previos, aplazó la solución a la segunda parte de la prórroga.

Coman hizo valer su papel de revulsivo a pesar de haberse lesionado antes. Encaró, desbordó y desequilibró. Sin éxito. Pogba, que está de dulce, dibujó un pase perfecto para Mbappé, pero el delantero del PSG no pudo definir como quería. Y el del Manchester United lo repitió en la siguiente jugada. Giroud, desafortunado en el remate, se topó con el cuerpo de Mbappé como muro infranqueable. No hubo goles y se llegó a la primera tanda de penaltis en esta Eurocopa. En una tanda —casi— perfecta, la moneda cayó cruz para Francia y Mbappé falló el quinto penalti decisivo. El jugador del PSG cierra una Eurocopa desastrosa con tan solo una asistencia en cuatro partidos.

Francia ha caído eliminada a manos de Suiza en la tanda de penaltis. Ni la extrema calidad individual de la campeona del mundo ni un marcador a favor de 3-1 fue suficiente para asegurar el pase a los cuartos de final ante España y la agónica tanda de penaltis acabó con el sueño galo. La selección de Didier Deschamps se encontró con un error individual a manos de Clement Lenglet en la primera parte y se vio obligada a nadar a contracorriente en un escenario que no domina. Por detrás del marcador tras el fallo grosero del defensor del FC Barcelona en una de sus múltiples metidas de pata y el gol de Haris Seferovic, los galos se encomendaron a su calidad individual. Y allí Mbappé, Benzema y Griezmann hicieron el resto. Hasta que la batalladora Suiza volvió a igualar el encuentro cuando nadie se lo esperaba, forzó la prórroga y los llevó al límite. Hasta la tanda de penaltis. Suiza nunca se rindió y dio la campanada.

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