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Inglaterra fustiga a Hodgson y Rooney por la derrota "más humillante" de su historia
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el técnico dimitió tras la enésima decepción

Inglaterra fustiga a Hodgson y Rooney por la derrota "más humillante" de su historia

La selección inglesa sigue enlazando un fracaso tras otro en los grandes campeonatos. La última vez que superó una eliminatoria fue en la Eurocopa de 1996, en la que era el país anfitrión

Foto: Rooney fue uno de los sustituidos por Hodgson en el partido contra Islandia (Kai Pfaffenbach Livepic/Reuters)
Rooney fue uno de los sustituidos por Hodgson en el partido contra Islandia (Kai Pfaffenbach Livepic/Reuters)

“La derrota más humillante de nuestra historia”. De esta guisa definía este martes el prestigioso 'The Times' la debacle sufrida por Inglaterra en el Allianz Riviera de Niza a manos de Islandia en los octavos de final de la Eurocopa. Por exagerada que parezca, la contundente frase no difería mucho de la de los tabloides británicos. El bochorno que los integrantes del combinado sajón hicieron pasar a sus compatriotas con su incapacidad para doblegar a los debutantes nórdicos llevó incluso a algún periodista a recordar, con cierta mala baba, que la población de la gélida isla del Atlántico Norte que les mandó a casa con viento fresco es inferior a la de Croydon, la ciudad dormitorio sita en la periferia de Londres donde nació hace 68 años Roy Hodgson.

Como suele ocurrir en estas ocasiones, el dedo acusador de prensa y afición señaló directamente al veterano seleccionador. La pobrísima actuación de su equipo en términos generales, con una línea de ataque sin apenas mordiente, un Harry Kane desconocido con respecto a ese ariete demoledor que suele vestir la camiseta del Tottenham, un medio campo sin imaginación, el escaso conocimiento del rival (como quedó patente en la jugada de estrategia que desembocó en el 1-1), la ausencia de un patrón de juego definido y la tardía entrada al césped de Marcus Rashford, el único jugador inglés que demostró carácter y coraje como para tratar de dar la vuelta a la tortilla, fueron los principales argumentos del juicio sumarísimo contra el técnico mejor pagado de los 24 que iniciaron esta Eurocopa (algo más de 5 millones de euros anuales).

placeholder Hodgson da indicaciones durante l partido contra Islandia ante la mirada de Gary Neville, uno de sus ayudantes (Kai Pfaffenbach/Livepic/Reuters)
Hodgson da indicaciones durante l partido contra Islandia ante la mirada de Gary Neville, uno de sus ayudantes (Kai Pfaffenbach/Livepic/Reuters)

Al menos nadie podrá reprocharle a Hodgson el arranque de honestidad que le llevó a dimitir nada más abandonar el terreno de juego, consciente de la deshonra sufrida por una elástica con 144 años de vida y 959 partidos de historia. “Hemos sido incapaces de remontar. Sé que vivimos en la era del resultado, así que es el momento de que otro técnico se encargue de hacer crecer a este equipo joven y hambriento”, admitió cabizbajo y afligido el último inquilino del banquillo del equipo de los ‘Three Lions’, al que llegó poco antes de la anterior Eurocopa, de la que fueron apeados en cuartos de final por Italia.

Sumando Mundiales y Eurocopas, Inglaterra sólo ha ganado uno de los últimos ocho partido que ha jugado

Por muy buena pinta que tenga la nueva generación de talentos ingleses (Kane, Rose, Clyne, Sterling, Rashford, Dele Alli, Stones, Dier, Mason, Ward-Prowse, Grealish, Chalobah…), los resultados continúan siendo tan decepcionantes como de costumbre. La irregularidad de una escuadra capaz de sorprender un día a Alemania en el Olímpico de Berlín y al otro de rozar la catástrofe contra Gales o darse el tortazo del siglo con Islandia resulta tan desconcertante como difícil de interpretar. Lo único cierto es que Hodgson tampoco ha sido capaz de hacer de Inglaterra una selección fiable en el tiempo y, peor aún, convenientemente preparada para afrontar el reto de llegar lejos en un gran torneo.

Los números pesan como una losa sobre un país cuyo equipo nacional lleva sufriendo un ‘brexit’ futbolístico desde que alcanzara las semifinales de la Copa del Mundo de Italia 90. Con esta son cuatro ediciones de la Eurocopa en las que Inglaterra cae en la primera ronda de las eliminatorias directas. La última vez que superó un duelo de muerte súbita fue en el torneo del que fueron anfitriones en 1996. Su víctima fue España... en la tanda de penaltis. En lo que se refiere a los Mundiales, lleva desde 2006 sin salir airoso de un partido a cara de perro (batió a Ecuador en octavos de final). Más aún: sumando Mundiales y Eurocopas, el combinado sajón sólo ha ganado un partido de los últimos ocho que ha disputado: el que se impuso hace diez días a Gales tras levantar un tanto de falta de Bale.

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Rooney marcó el 1-0 contra Islandia de penalti (Kai Pfaffenbach/Livepic/Reuters)

Si Hodgson ha sido considerado el principal causante del enésimo fracaso inglés lejos de sus dominios (conviene recordar que su único éxito a nivel de selecciones es el título mundial de 1966), Wayne Rooney ha quedado retratado por su pertinaz absentismo actuando como interior izquierdo, una posición para la que no está especialmente dotado el de Croxteth, por más que lograra convencer al seleccionador de que podía aportar más al equipo saliendo de su hábitat natural. Desde luego, su futuro en la selección será una de las primeras patatas calientes con las que habrá de lidiar el sustituto de Hodgson. “¿Cómo explicar esta derrota? Es sencillo; ellos marcaron dos goles y, desgraciadamente, no fuimos capaces de materializar alguna de las ocasiones que tuvimos. Sabíamos que sobre el papel éramos mejor equipo, pero no supimos demostrarlo en el campo. Es una derrota difícil de encajar. Este es un momento difícil, de una gran decepción. No sé que va a pasar a partir de ahora. Vendrá un nuevo entrenador que tendrá como misión encontrar soluciones a nuestro problemas. O, al menos, tratar de encontrarlos”, dijo el capitán.

“La derrota más humillante de nuestra historia”. De esta guisa definía este martes el prestigioso 'The Times' la debacle sufrida por Inglaterra en el Allianz Riviera de Niza a manos de Islandia en los octavos de final de la Eurocopa. Por exagerada que parezca, la contundente frase no difería mucho de la de los tabloides británicos. El bochorno que los integrantes del combinado sajón hicieron pasar a sus compatriotas con su incapacidad para doblegar a los debutantes nórdicos llevó incluso a algún periodista a recordar, con cierta mala baba, que la población de la gélida isla del Atlántico Norte que les mandó a casa con viento fresco es inferior a la de Croydon, la ciudad dormitorio sita en la periferia de Londres donde nació hace 68 años Roy Hodgson.

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