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El Barça le remonta al Granada a base de fe en un partido con prórroga y 8 goles (3-5)
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VICTORIA HEROÍCA DE LOS DE KOEMAN

El Barça le remonta al Granada a base de fe en un partido con prórroga y 8 goles (3-5)

El conjunto de Koeman se vio obligado a resolver el partido en la prórroga tras dos graves fallos individuales de Samuel Umtiti. Messi, Griezmann y Alba, grandes protagonistas

Foto: El Barça celebra el 3-5 definitivo de Jordi Alba en Granada. (Reuters)
El Barça celebra el 3-5 definitivo de Jordi Alba en Granada. (Reuters)

El fútbol se rige por leyes ancestrales, anómalas y crueles, pero ninguna tan certera como quien perdona lo termina pagando. Quien mejor lo debe saber es este Barça de Ronald Koeman después de realizar uno de los partidos más completos de la temporada estuvo a punto de caer noqueado a manos del Granada de Diego Martínez. La factura emocional de ambos goles locales tras los fallos individuales clamorosos de Samuel Umititi, uno en el primer asalto y otro al inicio del segundo, obligaron a un notable Barça sin pegada a sudar tinta china para remontar y acceder a las semifinales de la Copa del Rey.

placeholder Messi se lamenta tras el gol del Granada. (Reuters)
Messi se lamenta tras el gol del Granada. (Reuters)

Y eso que el conjunto azulgrana combustionó desde el inicio. Autoritario y convencido, el cuadro visitante se plantó en Granada con aire marcial con Leo Messi en la base de operaciones. Desde el minuto uno se adueñó del balón, zarandeó al conjunto local, le obligó a recular hasta su propia área, asfixió su salida de pelota y le permitió vivir lo justo. Vertical. Dinámico. Poderoso. El gol parecía cuestión de tiempo y el Granada aguantaba la lluvia de golpes como podía.

El Barça jugó mejor de lo que dicta el resultado

Con la novedad de Sergi Roberto como lateral y Francisco Trincao como extremo, la banda derecha culé vivió el ajetreo con cautela. El Barça sacaba el balón con facilidad. Sergio Busquets caía entre centrales o a un costado para ayudar a los zagueros y conectaba con Pedri, Frenkie de Jong y Leo Messi en el siguiente escalón. El conjunto catalán fluía, el partido se vivía en una baldosa y Busquets alimentaba de balones entre líneas a Leo.

El equipo culé generó las suficientes ocasiones de gol en la primera parte como para inclinar el partido a su favor, pero le faltó la puntería que se le viene resistiendo toda la temporada. El asedio tuvo distintos protagonistas: el tibio cabezazo de Ronald Araújo al centro de Trincao, el remate desviado del luso dos minutos más tarde y la doble ocasión primera de Messi tras el pase filtrado de Pedri y consiguiente remate picado del extremo portugués.

placeholder Antoine Griezmann ve cómo una ocasión sale rozando el palo.
Antoine Griezmann ve cómo una ocasión sale rozando el palo.

El Barça tenía el partido controlado. Sergio Busquets robó el cuero, tocó para Messi y este habilitó a Griezmann, pero el disparo del galo se encontró con el cuerpo de un defensor. Leo revoloteaba en la frontal, aglutina rivales y el resto se beneficiaba de sus acciones individuales, pero el balón no entraba. Por primera vez en el partido, el Granada aflojó la cuerda y el pase de Ángel Montoro para Roberto Soldado a la espalda de Umtiti y Araújo puso en jaque a la defensa catalana. El ‘9’ nazarí alzó la testa, vio la incorporación de Antonio Puertas desde segunda línea y el potente cabezazo del extremo local se fue por poco.

Samuel Umtiti condenó a su equipo

De nuevo, la conexión Messi-Busquets dio sus frutos con una falta peligrosa sobre el argentino en el balcón del área. Aarón Escandell voló y despejó el lanzamiento en el minuto 22. El capitán azulgrana, hambriento, seguía persiguiendo el gol y puso dos balones de gol consecutivos que el central uruguayo azulgrana no logró transformar. Quemadas las naves, el Granada convirtió en bueno el plan a base de pura determinación. Así, en el minuto 32, el cuadro andaluz rompió el sitio del Barça con la inestimable colaboración de Samuel Umtiti. El francés perdió el balón en salida en el pico del área, Alberto Soro vio la internada de Robert Kenedy y el brasileño empujó el balón al fondo de la red tras ganarle la posición a Sergi Roberto.

placeholder Kenedy celebra su tanto. (Efe)
Kenedy celebra su tanto. (Efe)

El fútbol es un estado de ánimo y el partido cambió a partir del tanto nazarí. El Barça, noqueado por la factura emocional del gol en contra, empezó a dudar de sus principios. Tan solo tres minutos después, otro error individual de Araújo puso la cena en el gaznate azulgrana cuando el mismo Kenedy recuperó el balón y su disparo cruzado amenazó la meta de Marc-André ter Stegen. Al Barça se le atragantaba la definición y el Granada encontraba tiempo y espacio para salir por piernas cuando los pupilos de Koeman sufrían pérdidas de balón. El disparo de Sergi Roberto, blando, cayó en las manos de Aarón en dos tiempos antes de cerrar la primera parte.

El partido se rompió con los goles

A la vuelta de vestuarios, Diego Martínez introdujo a Dimitri Foulquier y Darwin Machís por Víctor Díaz y Robert Kenedy. Velocidad, potencia y fondo físicio para matar al Barça en cualquier contragolpe. Ni eso hizo falta, porque Umititi se volvió a pegar un tiro en el pie cuando nadie se lo esperaba. Montoro sacó el telescopio, localizó a Soldado, éste se retó con Umtiti en los 50 metros lisos de Granada, lo dejó atrás, fusiló al guardameta teutón y Umtiti aún no había arrancado. El equipo andaluz despedazó los planes culés con el 2-0 y los 40 minutos restantes obligarían al Barça a buscar la machada.

Los hombres de Diego Martínez, con ánimos y piernas renovadas se blindaron aún más. Agazapados, esperaron pacientemente a que el Barça se desesperara y se partiese en dos bloques como resultado de la ansiedad por recortar distancias. Los de Koeman no encontraban el camino hacia el gol y, cuando lo hacían, se topaban de bruces con un extraordinario Aarón Escandell bajo palos. En el 61, Messi cargó la pierna desde su zona fetiche, la frontal del área, pero el portero local abortó la ocasión. A perro flaco todo son pulgas y Sergi Roberto cayó lesionado.

placeholder Darwin Machís hizo sufrir al Barça al contragolpe. (Reuters)
Darwin Machís hizo sufrir al Barça al contragolpe. (Reuters)

La entrada de Sergiño Dest hizo aún más agresivo al Barça en ataque y Koeman reaccionó. Entraron Dembélé y Braithwaite por Trincao y Umtiti. Por su parte, Diego Martínez introdujo a Luis Suárez por Soldado. Sin saber cómo doblegar a los andaluces, el Barça se apresuraba pecando de demasiado directo ante una zaga que resistía y posibilitaba el contragolpe de los suyos a la más mínima ocasión. Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, así que Griezmann buscaba tumbar el muro nazarí con una chilena sorprendente que Aarón despejó como pudo.

El Barça volvió a cercar el área local. Araújo remataba al bulto, Dembélé se estrellaba con el palo y Braithwaite no llegaba por los pelos al centro del francés. Cuando parecía que las tablas en el mercador ya no se iban a mover, el Barça tiró de convicción. Acto seguido, el centro cruzado de Messi al segundo palo encontró un remate inverosímil de Griezmann y el remate al palo se coló al fondo de la red tras impactar en el cuerpo del portelo nazarí en el minuto 88.

Messi, con los ojos inyectados en adrenalina, estaba encendido. Consciente de que el título estába a menos de cuatro partidos, se sacó de la manga un disparo ponzoñoso desde la frontal del área y el poste le negó la gloria. Tendría que acceder a ella de otro modo. Así, en el minuto 92, Leo abrió el juego hacia la izquierda, encontró a Griezmann en la izquierda y el francés asistió a Jordi Alba para empatar el partido.

La prórroga fue azulgrana

Con el viento a favor, el Barça volcó el campo a favor. La entrada de Sergiño Dest aportó la amplitud necesaria a los azulgranas y Dembélé, la electricidad en ataque. Mientras Leo hacía de las suyas, Aarón Escandell mantenía a un equipo sin pulso con vida asistida. De nuevo, aparecía por partida doble, primero para salvar a Messi y luego para deshacer la remontada de Griezmann. En el 101, Antoine, en el papel de estrella, emergió entre los centrales para dibujar un cabezazo inapelable y adelantar al Barça por primera vez en el partido.

Todo parecía visto para sentencia, pero la fe inquebrantable del conjunto azulgrana encontró la réplica en el cuadro local cuando un minuto más tarde, Dest derribó a Neva dentro del área y Fede Vico transformaba la pena máxima. Con el 3-3 en el electrónico, la segunda parte de la prórroga prometía emociones fuertes. Nada más arrancar de nuevo, Neva buscaba un rematador en el primer palo, pero Araújo despeja cualquier duda. En el 109, Leo Messi buscó el tanto de la victoria, pero en lugar de firmarlo, lo originó. Su disparo raso salió rechazado de las manos de Aarón Escandell y el renacido Frenkie de Jong, hacía su quinto gol en enero para colocar el 3-4.

placeholder El Barça celebra el gol de Antoine Griezmann. (Efe)
El Barça celebra el gol de Antoine Griezmann. (Efe)

En lugar de echarse atrás y especular con el resultado, el conjunto de Koeman siguió tratando de aumentar la diferencia. Dembélé miraba de dejar su sello en el partido, pero fue Jordi Alba quien, con su doblete, protagonizó el 3-5 en el minuto 113. El lateral puso la guinda a una jugada extraordinaria del Barça donde prácticamente participaron todos los jugadores culés y que culminó con la asistencia de Griezmann al lateral izquierdo.

El fútbol se rige por leyes ancestrales, anómalas y crueles, pero ninguna tan certera como quien perdona lo termina pagando. Quien mejor lo debe saber es este Barça de Ronald Koeman después de realizar uno de los partidos más completos de la temporada estuvo a punto de caer noqueado a manos del Granada de Diego Martínez. La factura emocional de ambos goles locales tras los fallos individuales clamorosos de Samuel Umititi, uno en el primer asalto y otro al inicio del segundo, obligaron a un notable Barça sin pegada a sudar tinta china para remontar y acceder a las semifinales de la Copa del Rey.

Leo Messi Sergio Busquets Antoine Griezmann Jordi Alba