El drama que no cesa: el Barça vuelve a demostrar en Nápoles que Europa se le sigue atragantando

El Barcelona volvió a vivir una noche aciaga en la Champions, no tanto por el resultado como por las sensaciones. El conjunto azulgrana terminó rascando un empate ante el Nápoles (1-1) en un partido que, en condiciones normales, cualquier otro equipo hubiera ganado con solvencia. Los de Xavi Hernández dominaron, controlaron el choque y tuvieron las ocasiones... pero, en la única llegada local, Victor Osimhen firmaba el empate definitivo. Un drama que no cesa.

En las últimas temporadas, el Barcelona está demostrando que Europa se le queda muy lejos para el nivel de su plantilla. Lleva casi una década de fracaso en fracaso sonado en cualquier competición del viejo continente y, aunque lo ocurrido en el Diego Armando Maradona no puede ser considerado como un tropiezo grave, no deja de ser el mejor ejemplo de que el equipo no carbura cuando se trata de competir con los mejores del mundo.

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Albert Ortega. Barcelona

Desde que ganara la Champions en la 2014-15 -victoria por 3-1 en la final ante la Juventus-, el caminar del Barcelona por Europa ha ido de sufrimiento en sufrimiento, con eliminaciones muy sonadas y que entran en la historia negra de los fracasos culés. El primer tropiezo llegó una temporada después, en la 2015-16, cuando cayó en cuartos de final ante el Atlético de Madrid. Tras ganar 2-1 en la ida, los colchoneros darían la vuelta a la eliminatoria en el Calderón (2-0).

Un curso después, en la 2016-17, llegaría la mayor machada del club... y una nueva dura derrota. Después de lograr uno de los momentos más épicos de la historia del club, volteando de manera increíble la eliminatoria ante el PSG con un 6-1 in extremis en la vuelta, caía en cuartos de final contra la Juventus. Tras volver a sufrir un revolcón importante en la ida, perdiendo 3 a 0 ante la Vecchia Signora, en la vuelta, el Barça era incapaz de hacer un solo gol en un triste partido (0-0).

La 2017-18 sería el primer duro varapalo culé. Tras ganar por 4 a 1 en la ida de los cuartos de final ante la Roma, en la vuelta iba a perder por un sorprendente 3 a 0 que les dejaba fuera de combate. Un curso después, en la 2018-19, se repetía el drama: tras vencer en la ida de los cuartos por 3 a 0 al Liverpool, los reds aplastaban a los culés en la vuelta con un contundente 4 a 0 que volvía a eliminar al Barcelona. Solo era el comienzo de lo que estaba por llegar.

En la 2019-20 llegaría la mayor humillación del Barcelona en la historia de la Champions. En aquel torneo marcado por la pandemia de covid, donde las eliminatorias se jugaron a puerta cerrada y a partido único, el Bayern de Múnich endosaba un contundente 2 a 8 a un irreconocible equipo azulgrana. Un curso después, en la 2020-21, el PSG tomaba el Camp Nou en la ida de los cuartos para vencer por 1 a 4, definitivo pese al empate a uno posterior en el Parque de los Príncipes.

Las dos siguientes temporadas serían aún más dolorosas, en las que el Barcelona cayó eliminado en la fase de grupos dos veces de manera consecutiva. Posteriormente, terminaría perdiendo en la Europa League en cuartos ante el Eintrach de Frankfurt y el Manchester United, respectivamente. Y, así, llegamos a la presente temporada, en la que el Barcelona quería olvidar los viejos fantasmas pero, de momento, no ha sido capaz de disiparlos lo más mínimo.

En octavos, por nivel, plantilla y momento de juego, el Barcelona debía de haber sentenciado la eliminatoria ante el Nápoles en la ida, pero nada más lejos de la realidad. En un encuentro en el que el Barça tiró doce veces a portería y el Nápoles solo una, el resultado acabó en empate a uno. El Barça aún tiene 90 minutos en casa para pasar de ronda, pero las sensaciones no son las mejores: las dudas del Barça confirman que Europa se le sigue atragantando.