El Inter (de Simeone) es masticar cemento, pero siempre quedará Griezmann para brindar

"Sabemos que la Champions League siempre será compleja y que todos los rivales tienen sus dificultades. El Inter está en un momento extraordinario, en Europa compitió muy bien, me encanta como juegan, tengo un gran recuerdo de lo que viví en Milán". Con la mirada siempre nostálgica y grisácea de quien mira al pasado, Diego Pablo Simeone hizo balance del sorteo de los octavos de final de la Copa de Europa, que llevará al Atlético de Madrid a la capital de la moda para medirse ante los nerazzurri el próximo febrero.

No es un trámite fácil para el Atlético de Madrid, e incluso, desde Italia, se otorga el favoritismo al equipo dirigido por Simone Inzaghi desde hace dos temporadas. Los números así lo dictan: el Inter es vigente subcampeón de la Champions League -dónde sólo el Manchester City de Pep Guardiola fue capaz de derrotarlos en la gran final- y actual líder de la clasificación en la Serie A. Pero existe cierto maquillaje que hay que rascar.

TE PUEDE INTERESAR

El Real Madrid, otra vez un mal enemigo en la Champions... si Bellingham no se cae

Ulises Sánchez-Flor

Los de Inzaghi alcanzaron la final de la Copa de Europa derrotando a Oporto, Benfica y Milan en octavos, cuartos y semifinales de la competición. Es decir, se plantó en la cita de Estambul mientras los cocos del torneo iban chocando unos con otros al otro lado del cuadro de eliminatorias. Un absoluto mérito, como es siempre llegar a la final de la Champions, pero tan cierto como catalogar al Inter como un trampantojo de candidato en la aristocracia del fútbol europeo. Un segundo escalafón. De hecho, los italianos no fueron capaces de derrotar a la Real Sociedad en ninguno de los dos encuentros de la fase de grupos, donde los donostiarras demostraron ser mejor equipo que el Inter.

Sin embargo, son varios los argumentos para advertir de los peligros del Inter de Milán. De menú, sopa de cemento. Aunque las variantes tácticas de Inzaghi se ven a lo largo de sus encuentros, hay inamovibles, como el uso de carrileros y tres centrales; un centro del campo brusco y de ida y vuelta; y calidad, gol y desborde en la zona ofensiva.

Ahí destaca Lautaro Martínez, ese típico delantero que aspira al máximo podio de los grandes delanteros de Europa... pero que nunca acaba de dar el paso a convertirse en estrella mundial. A nivel goleador, el argentino está viviendo su curso más próspero: 15 goles en 16 encuentros. El campeón del mundo en el pasado Mundial (no celebró ningún tanto en Qatar) se ha echado la responsabilidad ofensiva a la espalda, respaldado por futbolistas imaginativos como Henrikh Mkhitaryan o Marcus Thuram. También hay que nombrar a un ilustre como Alexis Sánchez, que rasca sus últimos coletazos en el fútbol de élite.

Todo lo que hace bien el Inter, el Atleti puede hacerlo mejor... y con Griezmann

El globo del Atlético de Madrid recibió un mazazo importante por sus últimas derrotas ante el FC Barcelona y el Athletic Club, después de haber sido el único equipo de la temporada en conseguir truncar el invicto del Real Madrid de Carlo Ancelotti. Los rojiblancos avanzan cuartos en liga (con un partido menos) y con la tercera plaza a tiro del Barça, a un punto, y a cinco puntos virtuales del liderato de ganar su encuentro aplazado ante el Sevilla.

Y un nombre destaca dentro del orden táctico de Simeone, Antoine Griezmann. Es difícil encontrar a un futbolista que haga más cosas bien que el Principito (¿Jude Bellingham?). El francés se ha ganado el perdón de la afición del Metropolitano tras su affair blaugrana -un fichaje frustrado, que no funcionó para ninguna de las partes implicadas en el pacto- a base de fútbol, goles, asistencias y galones de líder. Y es que el Atlético de Madrid es capaz de igualar todo lo bueno que hace el Inter de Milán, aunque los italianos tengan a un goleador más consistente que Álvaro Morata, al que no se le pueden poner demasiados peros esta temporada, pero Inzaghi no cuenta con un futbolista como Grizzie.

Dos meses para afilar las armas y recuperar lo que en los últimos años le está faltando al Atleti de Simeone: un torneo a la altura de lo que debería ser, un candidato a la Champions League. El pasado del Cholo, el primer paso para conseguirlo.