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Nico Williams es el 'Rey León': su gran partido deja helado al Atleti en San Mamés (2-0)
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DURA DERROTA PARA SIMEONE

Nico Williams es el 'Rey León': su gran partido deja helado al Atleti en San Mamés (2-0)

Un extraordinario encuentro del menor de los hermanos lleva al Athletic de Bilbao a un triunfo de mucho mérito en casa. Los colchoneros, irreconocibles durante toda la tarde

Foto: Nico Williams celebra su gol. (Reuters/Vincent West)
Nico Williams celebra su gol. (Reuters/Vincent West)

Un vendaval pasó por Bilbao y arrolló por completo al Atlético de Madrid, incapaz de contener a un Athletic que se gustó como nunca en San Mamés. El partido fue dominado por los bilbaínos de principio a fin con un fútbol que recordó a la mejor etapa de Ernesto Valverde. Esa que, precisamente, devolvió los títulos a las vitrinas. Los goles de Guruzeta y Nico Williams bastaron para vencer a los colchoneros. Si la goleada no fue mayor, fue gracias a la actuación de Jan Oblak.

Los Williams disfrutaron como si jugara en la plazoleta del barrio, y quizá así se entienda la renovación de Nico hasta 2027. En pocos lados podría jugar con su hermano, pero Bilbao les asegura tardes de diversión como esta. No hubo un momento en que alguno de los dos no fuera un incordio para la defensa del Atleti.

Iñaki Williams remató al palo pocos minutos después de que Oblak hubiera realizado su primera gran intervención del encuentro. Fue el primer aviso del Athletic, que tuvo oportunidades de sobra para que los colchoneros se fueran a casa más ruborizados de lo que lo hicieron. El show no había hecho más que empezar en ese momento.

Söyüncü fue el experimento de Simeone y se confirmó una vez más que San Mamés no es un buen banco de pruebas. Le hizo penalti a Nico Williams, siempre presente, pero Sancet no aprovechó la oportunidad y lo mandó fuera. Estos errores suelen volver en forma de acierto de los rivales, más todavía si te enfrentas a equipos de nivel. Por fortuna para los vascos, no hubo que lamentar nada al término del encuentro.

placeholder Oblak salvó al Atleti de una goleada. (Reuters/Vincent West)
Oblak salvó al Atleti de una goleada. (Reuters/Vincent West)

El mazazo del primer gol

El Atleti se fue con premio al descanso, porque el empate lo era. No había llegado a la portería de Unai Simón y el Athletic no se había separado de la de Oblak. No era un trofeo menor si se atenían a lo visto en la primera mitad. Simeone fue pragmático y movió el banquillo, pero aquello no había manera de resolverlo. Ni De Paul ni Giménez bastaron para evitar el sonrojo.

Guruceta remató en boca de gol, a la salida de la defensa de un córner, y adelantó a su equipo justo en el inicio de la segunda mitad. Era un triunfo más que merecido, que, además, fue un duro varapalo para los colchoneros. Habían salido con la intención de revertir la tendencia, pero la tarea fue más ardua de lo esperado.

No les había dado tiempo todavía a recuperarse del primer mazazo cuando llegó el segundo. Nico Williams, que despertó el interés de numerosos equipos, enganchó un zurdazo a la escuadra y confirmó que hoy era su tarde. 21 años no son nada para erigirse como el Rey León.

placeholder Iñaki Williams se divirtió jugando con su hermano. (EFE/Javier Lizón)
Iñaki Williams se divirtió jugando con su hermano. (EFE/Javier Lizón)

Las manos de Unai Simón

Simeone tuvo tiempo hasta de tener un encontronazo con un recogepelotas, al que le arrebató un balón de las manos. Y luego, eso sí, se la devolvió. No hubo amago ninguno de hacerle lo mismo que hace casi una década al cuarto árbitro. No hubo rastro de ninguna colleja.

Si Oblak se había convertido en héroe en un lado, Unai Simón lo consiguió en el final, con sendas paradas a Marcos Llorente que evitaron el sufrimiento excesivo en la conclusión. Era un día para disfrutar en Bilbao con el resultado, no era cuestión de llegar a casa con un amago de taquicardia.

Nico Williams se quedó cerca del segundo en un balón a pase de su hermano que definió de manera incomprensible. Los automatismos se notan en casi todas las jugadas con Iñaki, que seguro que tiene parte de culpa de su interés por el fútbol. Y de su nivel. Ahora son el alma del Athletic, como soñaron desde niños. El alma que le falto a los madrileños para salir airosos de San Mamés.

Un vendaval pasó por Bilbao y arrolló por completo al Atlético de Madrid, incapaz de contener a un Athletic que se gustó como nunca en San Mamés. El partido fue dominado por los bilbaínos de principio a fin con un fútbol que recordó a la mejor etapa de Ernesto Valverde. Esa que, precisamente, devolvió los títulos a las vitrinas. Los goles de Guruzeta y Nico Williams bastaron para vencer a los colchoneros. Si la goleada no fue mayor, fue gracias a la actuación de Jan Oblak.

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