Diego Costa ya estaba roto hace diez días, antes de forzar contra el Barcelona

El Atlético de Madrid ya ha cambiado el chip. En cuestión de horas, el equipo ha pasado de estar en Neptuno celebrando el título de Liga rodeado de miles de aficionados a empezar otra semana clave. Los jugadores están motivados, con ganas de que llegue el sábado y de jugar la final de la Champions ante el Real Madrid, pero también preocupados por los lesionados Arda Turan y Diego Costa. El futbolista turco estará en el once, pero el delantero está lesionado y no saltará al césped en Lisboa. Su calvario con el bíceps femoral empezó en el partido de Champions en el Camp Nou. Cuando parecía que se había recuperado, la semana previa al choque ante el Málaga, Costa volvió a recaer. Desde entonces su bíceps femoral está roto. El hispano-brasileño busca la forma de llegar a la final y según publica el diario As, el jugador está en Belgrado tratándose con la doctora Marijana Kovacevic y regresará este miércoles para incorporarse a la concentración del equipo. La doctora 'milagro' es famosa por tratar las lesiones musculares de los jugadores con placenta de caballo.

Simeone no ha querido descartar a Costa en la rueda de Prensa de este lunes. El técnico argentino mantiene la esperanza de contar con el hispano-brasileño para la final, pero el delantero mira el reloj y las horas no le llegan para completar la recuperación necesaria en este tipo de lesiones: "Empezamos la semana hoy así que hay varios días. No nos vamos adelantar a decidir algo, me parecería muy pronto ante un partido tan importante. Necesitamos a un jugador importante para un partido como el que vamos a jugar", aseguraba el Cholo.

El club emitía en la tarde de este lunes un comunicado en el que explicaba la lesión de Costa: "lesión muscular de grado I en el biceps femoral de la cara posterior de su muslo derecho". Se trata de lo que el delantero rojiblanco lleva sufriendo desde que se lesionara en el partido de ida de cuartos de final de Liga de Campeones frente al Barcelona en el Camp Nou. Desde entonces, y pese a su trabajo constante para intentar no perderse ningún encuentro, no ha conseguido recuperarse al 100%.

El pasado 8 de mayo, el delantero rojiblanco recaía de la lesión. En un entrenamiento, Costa se volvía a resentir y era seria duda para jugar ante el Málaga el penúltimo partido de Liga. Finalmente, el hispano-brasileño no podría saltar al campo y el equipo terminaría empatando el partido 1-1 para jugárselo todo en la última jornada ante el Barça en el Camp Nou. El club comunicaba: “Diego Costa sufre una lesión muscular de grado I del músculo bíceps femoral en la cara posterior de su muslo derecho” y recalcaba “no existe rotura”. Tal y como ha podido saber El Confidencial, Costa ya estaba roto.

Desde ese día, comenzó una cuenta atrás para tratar de llegar al partido que decidiría el campeón de Liga ante el Barcelona. Pese a todos los refuerzos por recuperarse, el rojiblanco sólo pudo aguantar 15 minutos sobre el terreno de juego. Se marchó entre lágrimas, consciente de que una rotura de fibras no se recupera en seis días, los que faltaban entonces para la cita en Portugal. Pero además, Costa sabía que no sólo peligraba la final de Champions del próximo sábado, sino también su primer Mundial, en el que iba a ser protagonista. El hispano-brasileño no encontraba consuelo alguno. Aunque Simeone no pierde la esperanza y es seguro que el delantero hará lo imposible por estar en la final, sólo un milagro podría hacer que Costa a jugase en Lisboa.

Preocupados por la evolución del máximo goleador de su equipo, los rojiblancos se ejercitaron este lunes en el Vicente Calderón rodeados de una gran expectación. Más de 250 medios de comunicación de todo el mundo se acreditaron para ver la sesión de trabajo de los de Simeone en la que no estuvieron Arda y Costa. Sobre el césped hubo sesión de recuperación con carrera continúa y ‘futvoley’ y muy buena sintonía entre todos los jugadores. Están con ganas, motivados y se han empapado del gen ganador del Cholo. El club rojiblanco se concentrará desde el miércoles en Los Ángeles de San Rafael. El equipo quiere llegar en las mejores condiciones posibles a una final de Champions que jugará cuarenta años después.