Pep Guardiola se estrena en el fracaso... y con Javi Martínez en el banquillo

Tras siete años como entrenador, Pep Guardiola acaba de saborear por primera vez la amargura de un gran fracaso. Perder había perdido varias veces antes, pero siempre era de manera nada cruel. Muertes dulces, rozando siempre el triunfo e incluso haciendo méritos para no obtener un revés. Pero el varapalo espectacular que ha recibido su Bayern de Múnich de manos del Real Madrid hace tambalear toda la figura y la forma tan extrema de ver el fútbol del entrenador catalán.

Si el debate ya estaba abierto en Alemania tras el 1-0 del Bernabéu, este 0-4 lo aumenta hasta el límite, siendo la peor derrota como local en la historia del Bayern en competición europea. El orgullo que caracteriza al club bávaro seguro que deja reacciones duras en las próximas horas. Y muchos mirarán a las decisiones del técnico de Santpedor.

Desde un análisis futbolístico, destaca que el campeón del mundo Javi Martínez haya sido suplente tanto en la ida como en la vuelta. El futbolista más caro de la historia de la Bundesliga no entró en los planes iniciales de Guardiola, cuando quizá, por las dudas que con las que llegaba su equipo, por la necesidad de detener el poderío y velocidad del Madrid y por su presencia en las dos áreas a balón parado, era el jugador más imprescindible.

Siempre hay que respetar la decisión final de un técnico, pero Guardiola en su visión a priori no creyó que la aportación de Javi Martinez era tan decisiva. El navarro saltó al campo con 0-3. Todo resuelto, pero le dio tiempo a ganarle una acción defensiva en velocidad a Gareth Bale, arrojando aún más dudas sobre su suplencia.

Un perfil de otra época y ajeno a la Masía

“Amo tener la pelota”, decía el extécnico culé para intentar cerrar la discusión en la rueda de prensa previa. Pero con el excesivo toque, la falta de profundidad creó un monstruo grotesco, romo y débil. Y más si no tienes mecanismo defensivos que paren las ansias de contrataque. Martínez le costó 40 millones de euros al Bayern porque allí consideran que es el centrocampista español más ‘alemán’. Su fuerza, resistencia, potencia, y determinación se unen a las cualidades técnicas del resto de los jugadores de la Roja, y dibujan un jugador diferente, similar a Pirri o al primer Hierro, casi de otra época.

En el esquema de la Masía, la escuela de Pep, ese perfil de jugadores no prolifera. Sea como sea, Guardiola no le ve tan indispensable como sí consideraba a Sergio Busquets en su Barça. Sin el ex del Athletic en el campo, y más ante los ‘atletas’ del Real Madrid, el Bayern dio la imagen más frágil de toda la temporada. Y con esos ingredientes, a Guardiola le toca digerir una goleada en contra que ya es el mayor lunar de su carrera en los banquillos.