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"Acabamos todos los días escandalizados": el gran enfado de Valdano con el VAR y el lío de Mestalla
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DECISIONES INEXPLICABLES

"Acabamos todos los días escandalizados": el gran enfado de Valdano con el VAR y el lío de Mestalla

El gol anulado a Bellingham, que podría haber supuesto la victoria del Madrid en Mestalla, sigue dando mucho de qué hablar por la manera en la que la tecnología afecta al arbitraje

Foto: Valdano, enfadado con la manera de usar el VAR. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Valdano, enfadado con la manera de usar el VAR. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La polémica que tuvo lugar el sábado en el partido que enfrentó a Valencia y Real Madrid en Mestalla sigue dando mucho de qué hablar. En la última jugada del encuentro, en la que el colegiado Gil Manzano señalaba el final un segundo antes de que Jude Bellingham marcara el gol que suponía la victoria blanca, sigue generando muchas dudas entre aficionados, expertos y gente del mundo del fútbol. A día de hoy, sigue buscándose una explicación a lo sucedido.

Nadie entiende por qué el colegiado tomó una decisión tan controvertida en un momento tan delicado del partido. Antes de que Modric pusiese en juego el balón desde el córner, Gil Manzano avisaba reiteradamente: "Es la última". Tras el despeje inicial de Mamardashvili, el balón le caía a Brahim que, tras una finta, colgaba el balón al área que Bellingham remataba a gol. Pero justo cuando ese balón volaba por el cielo, el árbitro del colegio extremeño decidía decretar el final.

Foto: Momento de la expulsión de Bellingham tras protestar. (EFE/Biel Aliño)

Hay dudas sobre por qué no paró la jugada antes del córner o una vez acabado. Fernando Morientes, exjugador internacional, lo dejaba claro en Tiempo de Juego de la Cadena COPE: "En fútbol, una jugada acaba cuando hay un remate o un despeje". Sin embargo, Gil Manano decidió dar por finalizado el encuentro sin que sucediera ninguna de las dos cosas y, lo que es más dramático, cuando el balón volaba con dirección a gol, un tanto que cambiaba el resultado final.

Una de las voces autorizadas en el fútbol mundial es Jorge Valdano. Campeón del mundo, exjugador, exentrenador y exdirectivo, el argentino conoce de sobra el balompié desde prácticamente todos los prismas posibles y, además, siempre suele tener lecturas reposadas de la actualidad. Por esa razón, ha sorprendido enormemente la manera en la que se ha expresado con lo sucedido, con el VAR como principal perjudicado de las malas decisiones que enturbiaron el partido.

La principal crítica que recibía el fútbol hace unos años era clara: ¿por qué un espectador que estaba en su casa era capaz de ver un fuera de juego que el árbitro no podía conocer en tiempo real? Por esa razón, el VAR llegaba como una revolución positiva, una manera de objetivizar el deporte y corregir hipotéticos fallos del colegiado. Pero la tecnología nos ha superado y es, ahora, el árbitro el que se pliega a las decisiones de las cámaras para evitar quedar en evidencia.

"El partido término de una manera destornillante (de locos, en Argentina). Sobre todo, quiero poner énfasis en esta historia de que el VAR iba a traer justicia y claridad, pero quería aclarar y oscurece. Cada día, oscurece más. Establece un nivel de sospecha del que se van contagiando los equipos y salimos de los partidos escandalizados por una decisión extraordinariamente controvertida. Muy pocas veces hemos visto lo que ocurrió en Valencia", explicaba en Movistar.

Valdano dejaba claro cuál era su crítica: desde la entrada en vigor de la mayor revolución de ayuda al arbitraje, algunas de las decisiones se han vuelto completamente disparatadas. ¿El motivo? El VAR, en lugar de ayudar en el campo, se ha convertido en el Gran Hermano de los colegiados, una herramienta que monitoriza cada acción del árbitro y que incluso juzga su comportamiento. Y el trencilla pita con la necesidad de no verse desnudado por esa cámara que todo lo capta.

Es por eso que, cada vez más, ciertas decisiones no se entienden: ya no se pita con la idea de hacer justicia, sino con la intención de no quedar en evidencia ante las cámaras. Por eso, la insistencia de Gil Manzano en gritar a los cuatro vientos que era la última jugada, para que quedara reflejado que había hecho bien su trabajo... aunque para el aficionado purista sea imposible pitar ahí el final. Una decisión torpe que aumenta "el nivel de sospecha".

La polémica que tuvo lugar el sábado en el partido que enfrentó a Valencia y Real Madrid en Mestalla sigue dando mucho de qué hablar. En la última jugada del encuentro, en la que el colegiado Gil Manzano señalaba el final un segundo antes de que Jude Bellingham marcara el gol que suponía la victoria blanca, sigue generando muchas dudas entre aficionados, expertos y gente del mundo del fútbol. A día de hoy, sigue buscándose una explicación a lo sucedido.

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