"Fucking goal": así fue la película del polémico tanto anulado a Jude Bellingham que evitó la remontada del Madrid

Escándalo absoluto en Mestalla, en un partido loco en el que hubo de todo (2-2) pero que quedó marcado por la polémica arbitral provocada de manera poco acertada por Gil Manzano. Todo estalló en una última acción incomprensible, donde el árbitro, en lugar de dar por terminado el partido cuando tuvo ocasión de hacerlo, dejó una jugada más en ataque para pitar el final justo cuando el balón volaba hacia la portería del Valencia y que suponía la victoria final del Real Madrid.

En los últimos meses, el conjunto blanco se ha sentido perjudicado por algunas decisiones arbitrales, algo que incluso ha provocado que las dos personas más clamadas del club, como son Carlo Ancelotti y Toni Kroos, hayan estallado por la situación. Pero lo que nadie podía esperar en Mestalla es que, en un encuentro vibrante entre dos grandes equipos, todo lo que había pasado durante los noventa minutos quedase deslucido por una acción final. Esta es la película de la jugada.

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Rubén Rodríguez

Empecemos por analizar la segunda parte. Vinícius marcaba el gol del empate en el '76, lo que suponía un minuto para el tiempo añadido; además, el VAR revisó la jugada, en lo que se perdieron otros dos minutos de juego; se produjeron seis ventanas de cambios, que implican otros tres minutos de descuento; y, casi al término del choque, la lesión de Diakhaby tuvo el partido parado otros tres minutos. Es decir, sin pérdidas de tiempo, que las hubo, el descuento sería de nueve minutos.

A eso, hay que añadir un penalti que Gil Manzano pita a favor del Valencia ya en el descuento, y que el VAR se encarga de corregir, donde se perdieron otros dos minutos. Así es como llegamos al minuto 99 de partido -mucho menos de lo que, por normativa, se debía de haber añadido-, donde el Madrid tiene un córner a favor. El colegiado avisa: 'Es la última jugada'. Es entonces cuando sucede una situación inexplicable, que el propio Ancelotti calificó como "inédita en toda mi carrera".

Modric cuelga un balón al área y Mamardashvili, ante Tchouaméni, despeja como puede. El balón le cae a Brahim y el colegiado deja seguir. El malagueño sale de un regate y cuelga de nuevo el balón a la olla, momento en el que Bellingham entra desde atrás como un tanque. Es entonces cuando Gil Manzano decreta el final con su silbato... y el inglés conecta un tremendo cabezazo que es gol. El árbitro se da la vuelta y señala el centro del campo como que el partido ha acabado.

Varios jugadores del Valencia, como el propio portero y Mosquera, se enfadan por el gol; Modric y Bellingham celebran la remontada; e incluso, el juez de línea sigue la jugada con absoluta normalidad. Gil Manzano es el único que cree haber pitado el final. Cuando los jugadores del Madrid ven lo que ha pasado, salen corriendo a por el colegiado para pedir explicaciones: Carvajal, Joselu, Vinícius, Modric, Rüdiger e, incluso, Lunin pronto aparecen para protestar.

Es entonces cuando aparece Bellingham indignado y se le puede leer en los labios su queja: "It's a fucking goal, the ball is in the air. What the fuck is that?" (Eso es un jodido gol, el balón está en el aire, ¿qué coño es esto?). Gil Manzano decide expulsar al inglés por la acción. Al término del partido, el propio Hugo Duro analiza la jugada: "No sé por qué tarda en pitar. Entiendo al Real Madrid (...). O pitas antes o no pitas". Más claro, agua, de un jugador del Valencia.

Lo cierto es que la jugada final de Mestalla será, sin lugar a dudas, recordada como uno de los mayores escándalos arbitrales de los últimos años por la mala gestión de una acción final que desluce todo lo sucedido sobre el césped. Gil Manzano se encargó de complicarse él solo el partido con la manera de interpretar el último centro del partido, con un pitido final que llegó justo cuando el balón volaba hacia la cabeza de Bellingham. El Madrid se quedó sin victoria y con una roja a su estrella.