Isaac Romero, el rebelde que casi llega tarde y que llama a la puerta de Luis de la Fuente

¿Hasta cuándo se debe esperar a un futbolista? Hay irrupciones prematuras en exceso, como es el caso de Lamine Yamal, capaz de reinar en Primera a sus 16 años. Hay otros cuyos sueños se demoran, pero nunca es tarde si la dicha es buena. Ya lo dijo Aristóteles: "La esperanza es el sueño del hombre despierto". La de Isaac Romero era jugar algún día en el Sevilla. Esa ilusión se tornó realidad en enero, como si se tratara de un regalo de Reyes.

"Su valedor es Carlos Marchena", dice con rotundidad Pablo Blanco, director de Cantera del Sevilla, en conversación con El Confidencial. El exfutbolista le insistió para que lo incorporaran: "Nos comentó que tenía gol y calidad. Le dije a Marchena que él sabía de fútbol y que, si le gustaba, lo firmaríamos. Agustín López, Marcos Garrido y yo fuimos a verlo jugar. Estaba capacitado para esa categoría y más".

La historia de Isaac es un rompecabezas en el que todas las aristas han encajado. No ha sido un trazado recto hacia la élite; las carreteras secundarias también son válidas para llegar al destino. Ingresó en la cantera del Sevilla en categoría prebenjamín, pero el sueño se desmoronó cuando tenía 12 años. Regresó al Antoniano, el equipo de su pueblo, para continuar con su formación.

Hay muchos niños que tienen agente con 12 años. A algunos, de hecho, este varapalo les hubiera supuesto una dura estocada. A Isaac, en cambio, le dio más picardía. Las academias no enseñan lo mismo que el barrio, un lugar, como escribió Francisco Cabezas, en el que "no se vive, se malvive o se sobrevive".

El paso por Cádiz

"A Isaac le encanta el fútbol. Tras terminar nuestro partido, nos quedábamos después jugando en los campos anexos al del Antoniano. Y aprovechábamos también los descansos para jugar en el campo más grande". El que habla en El Confidencial es Juanjo Sánchez, otro compañero de Isaac en el Antoniano y en el Cádiz.

Arsenio Iglesias dijo que, "una vez que lo pasas tan mal, uno está muy entero". Eso mismo pensaría Isaac tras concluir su etapa de dos años en Cádiz, donde no se vio su mejor versión y su rol no fue especialmente protagónico. Lo cuenta Juanjo: "El entrenador del Juvenil División de Honor era de Lebrija, así que íbamos y veníamos con él cuatro veces por semana hasta Cádiz. Era un gran sacrificio. Aunque alternaba con otro delantero bueno, se le veían las condiciones. En Cádiz tenía menos masa muscular, porque hacíamos menos gimnasio".

Cádiz parecía el último barco hacia la élite. La vuelta a Lebrija se asemejó a la que realizan los estudiantes procedentes del Erasmus. Alcanzar las categorías más altas del fútbol parecía una utopía, pero Isaac no se rindió. En aquella época, jugaba de mediapunta y, de manera esporádica, como extremo. Todo cambió en su último año como juvenil, cuando fue entrenado por Francisco José Cordero Rubio.

La irrupción en el Antoniano

"Yo fui su entrenador en el tercer año juvenil y lo subí al primer equipo, a él y a varios jugadores más de su edad que estaban capacitados", relata Rubio en El Confidencial. "Isaac trabajó bastante ese verano y llegó a la pretemporada con un físico impactante. Lo colocamos de 9 desde el primer momento".

Isaac solo hizo tres goles en la primera vuelta, pero tuvo un papel destacado en el equipo. Rubio, que tiene amistad con Marchena, levantó el teléfono: "Llamé a Carlos y estuve reunido con los responsables de la cantera del Sevilla, porque habíamos editado un vídeo de la primera vuelta. Ellos, sin embargo, no le dieron la misma importancia que Marchena y yo".

Un entrenamiento lo cambió todo. La prueba de fuego fue enfrentarse a un campeón del mundo como Marchena. A Isaac, en cambio, su presencia no lo achantó, porque jugó igual que en el barrio. Sigue Rubio: "Le dije a Carlos que viniera a entrenar un día con nosotros y me encargué de hacer los equipos para que se enfrentaran. Marchena estaba bien físicamente y le jugó de tú a tú. Vio sus características y quedó encantado. Luego él se encargó de todo. Su voz sonó con más fuerza".

El tardío debut

Isaac se incorporó al tercer equipo del Sevilla, el Sevilla C. Su aterrizaje en el primer equipo, no obstante, se demoró por las lesiones que sufrió cuando alcanzó el Sevilla Atlético. Mendilibar se lo llevó a la pretemporada, pero su debut no se produjo por una mera cuestión reglamentaria. Si debutaba no podía regresar al filial, y el primer equipo no tenía fichas libres… hasta que Fernando se marchó en el mercado invernal.

"Su nivel ha sido espectacular tanto el año pasado como en este. Él tiene gol y capacidad de trabajo, pero en Primera debes tener también ritmo", expone Blanco. A pesar de haber experimentado un cambio de cuatro categorías, Isaac no ha notado diferencia alguna. "El ritmo lo ha demostrado desde el primer día y ha tenido la suerte de hacer goles y de que el equipo le responda. El mérito también es de Quique, que le he dado confianza".

Rubio vio con rapidez su capacidad, por eso apostó por él sin reparo. "Es un jugador muy completo para un fútbol tan vertical como el actual. Si no hubiera tenido esas lesiones, hubiera llegado antes. Va bien al espacio, tiene buena técnica y un gran disparo con ambas piernas. No obstante, destaca, sobre todo, por los desmarques que hace".

La intensidad de Isaac

"Se comía a los defensas", cuenta Juanjo, que también lo sufrió como rival. "Tiene potencia y es imparable a la espalda de los centrales. Cuerpea bien y es muy rápido en los espacios; es un jugador incómodo de defender".

Isaac ha conseguido cinco goles en sus nueve primeros partidos en el Sevilla, unas cifras extraordinarias para un debutante. Y no solo ha destacado por los tantos anotados. Esto ha disparado los rumores de una hipotética convocatoria para la Selección. Luis de la Fuente estuvo presente en la victoria ante el Atlético de Madrid en el Sánchez-Pizjuán (1-0), donde Romero vio puerta.

"No sé si Luis se acordará de él, pero le podría dar una oportunidad", dice con vehemencia Blanco. España tiene a Álvaro Morata y a Joselu, pero podría haber un hueco para el sevillano. "Sería un orgullo para nosotros que lo convocaran. Si yo fuera el seleccionador, lo llevaría, porque lo conozco desde hace cuatro o cinco años. De haber marcado en el Bernabéu, se habría coronado en Primera División".

Rubio no veo descabellada su presencia en la Selección. "Algunos futbolistas con menos partidos en Primera han sido convocados. Está maduro, aunque es complicado entrar en la lista. Quizá le falte ritmo para aguantar los 90 minutos, pero físicamente no le tiene miedo a nada cuando está en el campo".

El cuento tendría un epílogo único si Isaac se viste de rojo en el próximo parón internacional o en la Eurocopa. Sería coronar su sueño de niño, aunque a él quizá le bastara con jugar en su Sevilla. Las cotas, no obstante, han variado. Tras pasar por los campos de barro, ahora no se le borra la sonrisa. Porque la vida es sueño, y los sueños, sueños son.