Es noticia
Una junta y unas formas que evidencian todos los males que sufre el Sevilla: "No me hable así"
  1. Deportes
  2. Fútbol
UNA LUCHA DE PODER

Una junta y unas formas que evidencian todos los males que sufre el Sevilla: "No me hable así"

Del Nido Benavente y Pepe Castro dejaron claro que el club sufre una dura batalla accionarial más allá de la delicada situación deportiva. La crisis es incuestionable

Foto: La junta del Sevilla fue bastante bronca. (EFE/Raúl Caro)
La junta del Sevilla fue bastante bronca. (EFE/Raúl Caro)

El Sevilla vivió una de sus juntas de accionistas más tensas de los últimos tiempos. Las divergencias entre José María del Nido Benavente, expresidente entre 2002 y 2013, y Pepe Castro, quien ocupa actualmente la presidencia, se han extendido en los últimos meses y se evidenciaron en un delicado momento para el equipo, tanto deportivo como institucional. El club se encuentra fracturado a nivel institucional y, además, los resultados no acompañan.

"Hago la advertencia al señor presidente de que no se me vaya a privar de mi derecho de voto", comentó Del Nido Benavente en su primera intervención. El expresidente, sin embargo, era conocedor de que no podría ejercer su derecho de voto tras el rechazo del Tribunal Mercantil a su demanda para pedir las medidas cautelares.

Del Nido Benavente acudió a la junta para dejar claro cuál hubiera sido su derecho de voto en el caso de haber podido ejercerlo, según ha podido saber El Confidencial. Desde el entorno del expresidente sabían que la resolución de las medidas cautelares no sería positiva, pero mantienen el optimismo para que el regreso del dirigente se produzca, como tarde, en diciembre de 2024.

"Quería haber hecho el viaje oficial con el equipo el 5 de diciembre, pero no me han dejado", sostuvo Del Nido Benavente ante los medios de comunicación a su salida de la junta. El expresidente, además, tuvo un duro enfrentamiento con su hijo -José María del Nido Carrasco, actual vicepresidente- hasta el punto de insultarlo en público: "Eres un mierda".

placeholder Del Nido, durante la junta general. (EFE/Raúl Caro)
Del Nido, durante la junta general. (EFE/Raúl Caro)

La discusión entre padre e hijo

Del Nido Carrasco, en virtud del pacto firmado en noviembre de 2019, se convertirá en presidente del club en enero. Aunque dijera de Monchi que "nadie lo ha echado", lo cierto es que el vicepresidente fue responsable de su salida al tener la intención de inmiscuirse en sus tareas. El director deportivo, principal artífice de los éxitos más recientes del club, no iba a tolerarlo y se marchó al Aston Villa.

"No me obligue a contar los problemas que tuvimos con mi sueldo", le dijo el hijo a su padre cuando la junta estaba cerca de concluir. "Cuéntalo, que eres un mierda", le respondió Del Nido Benavente. "A mí no me hable así", continuó la discusión. Fue Castro el que tuvo que zanjarla para poner fin a semejante bochorno: "Usted es un convicto confeso. Dos veces tuvo que reconocer que había robado y tiene siete condenas por delitos económicos. Tiene el ego enfermo".

placeholder Del Nido Carrasco, al concluir la junta. (EFE/Raúl Caro)
Del Nido Carrasco, al concluir la junta. (EFE/Raúl Caro)

La batalla accionarial

El club seguirá en la guerra accionarial hasta que Del Nido Benavente, que ostenta el 25% del capital social, recupere el cargo que ocupó durante 11 años. Su llegada de nuevo al club implicará que no continuará ninguno de los consejeros actuales, que son fieles a Castro y Del Nido Carrasco en su etapa al frente del club.

El Sevilla se mantiene así en un limbo a nivel de despachos, mientras que en lo deportivo todo sigue mal. Desde la llegada de Diego Alonso, el equipo solo ha sumado una victoria (ante el modesto Quintanar en Copa del Rey). La situación, en ambas parcelas, no parece que vaya a cambiar a corto plazo. La división sigue presente.

El Sevilla vivió una de sus juntas de accionistas más tensas de los últimos tiempos. Las divergencias entre José María del Nido Benavente, expresidente entre 2002 y 2013, y Pepe Castro, quien ocupa actualmente la presidencia, se han extendido en los últimos meses y se evidenciaron en un delicado momento para el equipo, tanto deportivo como institucional. El club se encuentra fracturado a nivel institucional y, además, los resultados no acompañan.

Sevilla
El redactor recomienda