El deportista a seguir | El hermano de una leyenda del Madrid que la está rompiendo en Segunda
Un espacio en el que destacaremos a ese deportista con menos nombre, pero que lo tiene todo para ocupar grandes titulares y que queda eclipsado por las estrellas de (casi) siempre
En muchas ocasiones, el apellido pesa demasiado. Cuando un futbolista se convierte en un jugador de primer nivel, a todos se nos queda en la retina todo aquello que fue capaz de hacer con un balón. Por esa razón, cuando un hermano o un hijo también llega al fútbol profesional, es normal que se produzcan comparaciones, si bien no siempre son todo lo justas que deberían de ser. Cada jugador debe de seguir su camino, y ni los equipos, ni las posiciones, ni las épocas se pueden equiparar.
Nombres como Maradona, Cruyff o Zidane, sin ir más lejos, vivieron esa misma problemática, la de jugadores que fueron leyenda, pero sus hermanos o hijos nunca alcanzaron su nivel de excelencia. Y es normal, pues el problema no es del futbolista que porta el mismo apellido, sino de las expectativas que se establecen sobre sus hombros sin tan siquiera valorar al propio jugador. Pero muchas veces también es una cuestión de personalidad del propio deportista.
Eso es, precisamente, lo que ocurre con el protagonista de esta semana. Es consciente de la enorme carrera que tiene su hermano en el fútbol mundial y que puede presumir de ser una leyenda del Real Madrid, pero eso no le impide ser consciente de qué es lo importante: "Juega por el nombre que llevas en el pecho y te recordarán por el que pone en tu espalda", reza un popular dicho del fútbol. Y es lo que está haciendo Jonathan, hermano de Raphäel. De apellido, Varane.
Jonathan Varane siguió el camino de su hermano cuando solo era un chaval. Igual que él, se formó en las categorías inferiores del Lens francés y fue creciendo deportivamente a pasos agigantados. Ambos siempre jugaron una categoría por encima de su edad, mostrando sus increíbles condiciones tanto físicas como técnicas… pero el último paso se le atragantó al pequeño de la familia: mientras Raphäel, con 17 años, debutaba en el primer equipo, a Jonathan le costó más.
El central solo necesitó un par de partidos en el primer equipo para que Zinedine Zidane, por aquel entonces asesor de Florentino Pérez, se fijara en él y le pidiera al presidente del Real Madrid su fichaje. Unos meses después, Varane jugaba en el conjunto blanco. Su hermano, mediocentro, siguió todos sus pasos… pero cuando tenía que saltar al primer equipo, no llegaba su oportunidad: tras media temporada entrando en todas las convocatorias, solo jugó dos minutos.
Así, decidió marcharse cedido en el mercado invernal de la 2021-22 al Rodez de la segunda francesa pero, sorprendentemente, tampoco gozó de tantas oportunidades como pensaba. Fue entonces cuando, el verano pasado, el Sporting de Gijón se cruzó en camino, aunque fueron muy francos con él: su fichaje era para el filial, actualmente en la quinta categoría del fútbol español. Jonathan aceptó el reto y, solo unos meses más tarde, ha demostrado su valía.
Jonathan Varane 🇫🇷 (RC Lens • 2001)
— Footyse (@CFootBlog) July 8, 2021
Monsieur propre. #RCLens pic.twitter.com/dyPgX40htb
Después de media temporada confirmando ser uno de los mejores jugadores del filial de Mareo, Abelardo le dio la oportunidad de debutar con el primer equipo y no lo hizo nada mal. Pero ha sido ahora, con Miguel Ángel Ramírez, con quien se ha convertido en jugador del primer equipo de pleno derecho. Tanto, que ha sido titular en los tres últimos encuentros, ante Burgos, Las Palmas y Granada, cosechando dos empates y una victoria. E incluso ya ha dado una asistencia de gol.
Jugador potente, muy inteligente en el cruce y excelente toque de balón, se ha convertido en una pieza clave de la mejoría del Sporting. Su superioridad física le permite dominar el medio del campo con solvencia: solo hay que ver que, casi sin ritmo de competición, se ha ganado un puesto en una zona clave del equipo y ha sido básico para sumar cinco puntos ante tres 'miuras' de Segunda. Otro Varane quiere triunfar en el fútbol y, de momento, está en el buen camino para hacerlo.
En muchas ocasiones, el apellido pesa demasiado. Cuando un futbolista se convierte en un jugador de primer nivel, a todos se nos queda en la retina todo aquello que fue capaz de hacer con un balón. Por esa razón, cuando un hermano o un hijo también llega al fútbol profesional, es normal que se produzcan comparaciones, si bien no siempre son todo lo justas que deberían de ser. Cada jugador debe de seguir su camino, y ni los equipos, ni las posiciones, ni las épocas se pueden equiparar.
- La deportista a seguir | La joven que huye de redes y marcas a la que solo gana Paula Badosa en España Rubén Rodríguez
- El deportista a seguir | El nuevo Pau Gasol de 17 años con el que ya se frota las manos la NBA Rubén Rodríguez
- El deportista a seguir | El chino de moda en el tenis mundial que hizo historia por "no fallar un golpe" Rubén Rodríguez