Pide matrimonio a su novia después de marcar un gol y un guardia de seguridad lo impide

En los últimos tiempos, pedir matrimonio a tu pareja se está convirtiendo en un deporte de riesgo. Hemos visto a personas que se encierran en ataúdes para dar una sorpresa de muerte a su novia, a otras que simulan una emboscada policial en mitad de la autopista e, incluso, pedidas más románticas con la Torre Eiffel de fondo, pero que no terminan como se esperaba.

La última pedida de matrimonio viral llega desde Bielorrusia y tiene mucho que ver con el mundo del deporte. La protagonizó un futbolista de la segunda división bielorrusa, Vladislav Shubovich, durante el partido de la 'Pershaya Liga' que enfrentaba al Smorgon y el Volna Pinsk. Y el vídeo no ha tardado en viralizarse… por razones obvias.

Corría el minuto 85 de partido cuando Shubovich marcaba el segundo tanto de su equipo y sentenciaba el partido situando un cómodo 2-0 en el marcador. En ese momento, el delantero bielorruso se acercó a la banda junto a sus compañeros de equipo, que sabían lo que iba a hacer. Pero, junto a ellos, también corren más personas hasta los límites del terreno de juego.

Se tomó su trabajo en serio

Primero es un hombre el que se acerca a la banda, pensando que el delantero le iba a dedicar el gol, aunque rápidamente se lo lleva un auxiliar. Ahí aparece la novia de Shubovich, que se acerca a la banda… pero en ese momento aparece un guardia de seguridad que no sabía lo que estaba pasando y no duda en empujarla sin reparos para sacarla del terreno de juego.

El árbitro se sumó al homenaje, aunque tuvo que mostrar un tarjeta amarilla al delantero

Cuando Vladislav Shubovich ve cómo el empleado de seguridad empuja a su novia no duda en encararse con él, haciendo que suba la tensión del momento. Pero, afortunadamente, intervienen sus compañeros de equipo y hasta el colegiado para que la situación no empeore y el futbolista pueda proceder con lo que tenía previsto.

Finalmente, Shubovich puso rodilla en tierra y pidió matrimonio a su novia rodeado por sus compañeros de equipo y hasta por el árbitro. Los jugadores del Smorgon le tributaron una gran ovación… mientras al árbitro no le quedó más remedio que mostrarle una tarjeta amarilla por utilizar el terreno de juego para esos fines. Aunque seguro que es la amonestación más dulce que Shubovich ha recibido en su carrera y la que nunca olvidará cuando cuelgue las botas.