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El esperpento de Vilda: un seleccionador al que las futbolistas le hacen las convocatorias
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ENTRE LAS 'AMOTINADAS' Y LAS COACCIONADAS

El esperpento de Vilda: un seleccionador al que las futbolistas le hacen las convocatorias

Entre las 15, según él, "autoexcluidas", otras que no llama porque sabe que no le apoyan y las que van por 'obligación', especialmente las del Real Madrid, el técnico ni pinta ni quiere pintar nada

Foto: Jorge Vilda en su última rueda de prensa. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Jorge Vilda en su última rueda de prensa. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Teniendo en cuenta las circunstancias que rodean a la Selección española femenina de fútbol, con 15 jugadoras amotinadas, pero sin nadie que las lidere y exponga claramente sus reivindicaciones, mientras desde la Federación Española de Fútbol (RFEF) se limitan a cerrar filas en torno a un seleccionador al que protege su condición de asambleísta, es normal que las ruedas de prensa de Jorge Vilda se hayan convertido en un homenaje al esperpento. Literalmente, "una presentación de una realidad deformada y grotesca" y, por qué no, también "la degradación de los valores consagrados a una situación ridícula".

"De momento no ha habido comunicación con ellas". Estas fueron las primeras palabras del mencionado Vilda, minutos después de facilitar su lista para los amistosos contra Argentina y Japón, y comprobar que en ella no estaban las 15 amotinadas, toda vez que ninguna de ellas se ha plegado a las exigencias de Rubiales y los miembros de su equipo directivo. Sirva el episodio del chalé de Salobreña, denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción por el tío y exjefe de Gabinete del presidente, para retratarles, pues la presencia de mujeres en aquella "convivencia" se limitó a las "ocho o diez jóvenes" que, según Juan Rubiales, llevó el exfutbolista Nené.

Foto: Maitane López y Nerea Eizagirre, en su reciente enfrentamiento. (EFE/Zipi)

"Tenemos la constancia de que se han autoexcluido de la Selección, de ser posiblemente convocadas. De momento, no hemos recibido comunicación", añadió el cuestionado seleccionador en relación con Sandra Paños, Mapi León, Aitana Bonmatí, Patri Guijarro, Mariona Caldentey y Claudia Pina (FC Barcelona), Amaiur Sarriegi y Nerea Eizagirre (Real Sociedad), Ainhoa Moraza y Lola Gallardo (Atlético de Madrid), Lucía García y Ona Batlle (Manchester United), Laia Aleixandri y Leila Ouahabi (Manchester City) y Andrea Pereira (América). Estas son las futbolistas que, por lo visto, Vilda esperaba que se pusieran en comunicación con él, y no al revés, para informarle de que querían volver a estar en su lista. Lo dicho, esperpéntico.

Sin embargo, y he aquí la primera incoherencia del seleccionador, al ser preguntado por las ausencias de Irene Paredes y Jenni Hermoso, quienes no enviaron los famosos e-mails, pero sí apoyaron a sus compañeras, Vilda echó balones fuera y dijo que "tenemos comunicación con muchas jugadoras de las que vienen y de las que no, pero no con las 15 que se han autoexcluido". Es decir, que no se atrevió ni a confirmar ni a desmentir si había hablado con estas dos jugadoras, aunque es evidente que, al no estar entre las "autoexcluidas" vía e-mail, ha sido él quien ha decidido dejarlas fuera.

Caso aparte será el de Alexia Putellas, a quien dijo haber felicitado por su segundo Balón de Oro. "Y me contestó", añadió. Como si lo cortés no quitara lo valiente, si bien la capitana del FC Barcelona y gran estrella del fútbol femenino español deberá demostrar que lo es. De momento, el hecho de que se esté recuperando de una lesión de larga duración, como es la rotura del ligamento cruzado anterior, le está permitiendo mantenerse en un segundo plano, aunque, de la misma manera que el movimiento se demuestra andando, el compromiso se demuestra actuando.

placeholder Jorge Vilda en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Jorge Vilda en la Ciudad de Fútbol de Las Rozas. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Refugiado en las jugadoras del Real Madrid

Del mismo modo que, aún siendo cierto que 15 futbolistas solicitaron a la RFEF no ser llamadas para la anterior convocatoria, el seleccionador no ha dimitido de su cargo, pero sí de su principal labor, que es la de seleccionar, valga la redundancia. Al limitarse a contestar que "tenemos la constancia de que se han autoexcluido", resulta evidente que él tampoco tiene ningún interés en buscar una solución, en tanto en cuanto sabe que esta pasa por su salida.

Así, al ser preguntado por el papel del sindicato Futpro, al que Rubiales ya utilizó para vender una igualdad económica entre las selecciones masculina y femenina que no existe, Vilda dijo que "no es de mi competencia". "Mi competencia son las jugadoras, los entrenamientos, los partidos. El sindicato no es mi competencia", insistió por si no había quedado suficientemente claro que, además de no seleccionar, tampoco ejerce de director deportivo.

Pero hay más, pues el propio Jorge no dio credibilidad a una información claramente filtrada desde la RFEF, como fue la reunión auspiciada por la presidenta del mencionado sindicato, Amanda Gutiérrez, entre tres de las 15 amotinadas, concretamente Ona Batlle, Laia Aleixandri y Nerea Eizagirre, con otras jóvenes futbolistas, en la que la abogada afincada en Barcelona jugó un papel, cuando menos, desconcertante, pues en un momento llegó a plantear la opción de "ir al psicólogo de vuestro club y luego hacéis el paripé", para de este modo no ir a la Selección... "Espero que eso no se haya producido. Me encantaría creer que eso no se ha producido", comentó el seleccionador que no selecciona. "No voy a entrar a valorar lo que pudo pasar por la gravedad de los hechos", fue su contradictoria sentencia.

placeholder La guardameta del Real Madrid, Misa Rodríguez, tras encajar el 0-4 ante el Barcelona. (EFE/Sergio Pérez)
La guardameta del Real Madrid, Misa Rodríguez, tras encajar el 0-4 ante el Barcelona. (EFE/Sergio Pérez)

Gritos de "¡no vais al Mundial!" en Valdebebas

Tras el rotundo fracaso de Amanda Gutiérrez, a quien su intermediación ha dejado mal con todas las partes, Montse Tomé, ayudante de Vilda, habló con varias de las jugadoras que habían acudido a la anterior convocatoria, la de los amistosos contra Suecia y Estados Unidos, para saber si querían volver a ser llamadas. Basta con revisar una y otra lista para comprobar que alguna más se ha quedado por el camino...

Vamos, lo que el seleccionador llama "autoexcluirse", de manera que la convocatoria no la hace él, sino las futbolistas. Unas porque no quieren volver hasta que la situación no cambie, y otras, especialmente casi todas las del Real Madrid, que se encuentran bajo coacción, tanto en su club como en la RFEF, para acudir sin rechistar y, aunque en un principio estaban dispuestas a no hacerlo, pues, salvo excepciones, opinan lo mismo que el resto de sus compañeras.

Así se explica el mal ambiente de este domingo en el partido que enfrentó a las blancas contra el FC Barcelona, que acabó con un contundente 0-4 y contó con la presencia del mismísimo Florentino Pérez en el palco del Estadio Alfredo Di Stéfano, donde se escucharon gritos por parte de la hinchada local de "¡no vais al Mundial!" y "¡Vilda, quédate!", mientras al término del encuentro la azulgrana Aitana Bonmatí le negaba el saludo a Misa Rodríguez, la guardameta del Real Madrid, a quien no solo le marcó uno de los cuatro goles de su equipo, sino que también con su desplante debió de removerle la conciencia...

Foto: Vilda y Rubiales se saludan efusivamente. (EFE/Alessandro Della Valle) Opinión

Esto es lo que se está encargando de sembrar Vilda, quien ya dejó claro que "en las relaciones personales de las jugadoras no entro. El de ahora es un equipo unido, donde van juntas, quieren competir... Y en eso me fijo". Un cinismo solo al alcance de quien le mantiene en el cargo por los motivos de sobra conocidos y que nada tienen que ver sus méritos deportivos, pues directamente no existen. De ahí que, tarde o temprano, con unos intermediarios que de verdad sepan lo que tienen entre manos, deberán ser las futbolistas, incluidas algunas del Real Madrid, quienes den el paso de salir a contarlo todo... y que salga el sol por Salobreña.

Teniendo en cuenta las circunstancias que rodean a la Selección española femenina de fútbol, con 15 jugadoras amotinadas, pero sin nadie que las lidere y exponga claramente sus reivindicaciones, mientras desde la Federación Española de Fútbol (RFEF) se limitan a cerrar filas en torno a un seleccionador al que protege su condición de asambleísta, es normal que las ruedas de prensa de Jorge Vilda se hayan convertido en un homenaje al esperpento. Literalmente, "una presentación de una realidad deformada y grotesca" y, por qué no, también "la degradación de los valores consagrados a una situación ridícula".

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