Ajustar las normas o jugar a reloj parado: las ideas para acabar con las pérdidas de tiempo

'El fútbol es para listos'. Esta es, sin ninguna duda, una de las máximas que se pueden escuchar de manera más habitual cuando se habla del deporte rey. Hace referencia al hecho de que esos jugadores pillos, inteligentes y capaces de sacar rédito de acciones que a priori parecían que no iban a ningún lugar son muy valorados por el aficionado. Sin embargo, esa destreza mal entendida ha provocado que los últimos años el fútbol se encuentre con un mal a nivel global: las pérdidas de tiempo.

De unos años a esta parte, es bastante habitual ver cómo un jugador finge una lesión, exagera para detener el partido o, incluso, pide echar el balón fuera para poder ser atendido. Esta situación ha provocado que muchos clubes hayan decidido no parar el encuentro cuando ocurra una situación así, ante la posibilidad de sufrir un engaño que suponga una pérdida de tiempo y que, por ende, sea el colegiado quien tome la decisión. Pero, ahora, el fútbol mundial quiere acabar con esta lacra.

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Efe

En los últimos análisis de juego de las grandes ligas ha quedado confirmado que, con el paso de las temporadas, el tiempo de juego real de los partidos cada vez es menor. Así, de los 90 minutos que dura el encuentro, los grandes campeonatos se han encontrado con un tiempo efectivo realmente bajo: sin ir más lejos, la liga española cuenta con una media de 51 minutos y 52 segundos. O, lo que es lo mismo, casi 40 minutos de un partido se pierden por diversos motivos.

Ese hecho es el que ha dado lugar a que la International Board (IFAB), organismo encargado de establecer la reglamentación del fútbol, haya decidido ponerse manos a la obra para atajarlo. Así, en una de las primeras reuniones de la temporada que ha tenido lugar en los primeros días de este mes de octubre, ya han puesto sobre la mesa la necesidad de legislar sobre este hecho con el objetivo de buscar soluciones que hagan del fútbol un deporte con menos interrupciones de las que tiene actualmente.

De momento se trata solo de un primer paso, un acercamiento al problema y a la búsqueda de soluciones. Ahora, toca estudiar y analizar cuáles son las medidas más efectivas al respecto, que podrían ir desde hacer una aplicación más efectiva del reglamento -medir y castigar en los saques de portería, el tiempo de las sustituciones o lo que se pierde en una lesión- a, incluso, parar el cronómetro cuando el balón no está en juego, como ocurre en el fútbol sala o en el baloncesto.

De momento, la principal decisión que han tomado las grandes ligas en los últimos años al respecto, ha ido enfocada a la capacidad de los árbitros para aumentar de manera considerable el tiempo añadido al término de cada parte. Así, hemos pasado de ver los habituales cuatro o cinco minutos de añadido a que cada vez sea más común ver 8, 9 o hasta 10 minutos en el cartelón del cuarto árbitro. Pero la IFAB quiere ir más allá y buscar una solución efectiva que haga el fútbol aún más atractivo.

No es el único elemento analizado por IFAB en esta reunión y otro de los elementos estudiados está relacionado con las conmociones cerebrales. Así, se ha valorado hacer cambios en dos aspectos: el primero, ser más flexibles con el número de sustituciones cuando se produce un golpe en la cabeza; el segundo, se valora prohibir a los niños menores de 12 años que rematen de cabeza por las posibles consecuencias que pueden tener en su desarrollo. Son solo líneas de trabajo, pero la IFAB ya estudia cómo seguir mejorando el fútbol.