"Reunión el martes": el nuevo enfado de Mbappé y por qué el PSG busca '9' de manera inminente

La tensión en el PSG sigue en aumento. El equipo francés sufrió este fin de semana el segundo tropiezo consecutivo del curso, algo no muy habitual en un club con el poder ofensivo de los de Christophe Galtier. Sin embargo, el problema en este momento no son tanto los resultados deportivos como los desencuentros que hay dentro de la plantilla. La situación, que hace unos meses en insostenible, se ha calmado… aunque solo hace falta una chispa para que todo vuelva a saltar por los aires.

Todo comenzó durante los primeros meses de este verano. Kylian Mbappé, el gran deseado de Florentino Pérez, parecía tenerlo hecho con el Real Madrid, pero una estratosférica oferta del PSG lo cambió todo. Así, el delantero decidió olvidarse de vestir de blanco para convertirse en el gran líder de la entidad parisina. Pero no solo en lo económico: Mbappé recibió a cambio poder para reestructurar la plantilla y eso ha provocado que todo estalle por una de sus decisiones.

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Y es que no solo puso sobre la mesa la necesidad de cambiar de entrenador y de director deportivo, sino que señaló a varios compañeros sobre los que pidió su salida. Uno de ellos fue Neymar que, tras varios años en París, no había dado el salto cualitativo que se esperaba para ser el gran referente del equipo. Un jugador con mucha clase, con un gran regate, eléctrico, habilidoso… pero alejado de la realidad del equipo, con numerosas lesiones y sin terminar de dar lo que se esperaba.

Esta situación provocó que Mbappé pidiera su salida del club, entendiendo que la delantera estaba cubierta entre él y Leo Messi. Pero lo no midió fue la repercusión de su petición: precisamente al argentino, gran estrella del fútbol mundial, le une una gran amistad con Neymar y no estaba dispuesto a perder un aliado en su segunda campaña en el equipo. Eso provocó una ruptura en el vestuario innegable que, con el paso de los partidos, se ha escenificado incluso sobre césped.

Discusiones, enfados, malos, gestos y un malestar obvio han aparecido en un PSG que ha decidido cerrar filas. El gran anhelo del club no es otro más que ganar la Champions y saben que para ello necesitan estar unidos como entidad. Esta situación ha derivado, según indica la prensa francesa, en varias charlas de vestuario para hacer que todo el equipo reme en la misma dirección, se aparquen los problemas y se luche en busca del gran objetivo. Pero Mbappé no está cómodo.

Este fin de semana, con un equipo lleno de rotaciones pero con el francés como titular, se dejaba dos puntos ante el humilde Reims, contra el que jugó muchos minutos con uno menos por la expulsión de Sergio Ramos. Al final del choque, colgó un mensaje en redes que decía lo siguiente: "Empate, reunión el martes", acompañado del hashtag #PivotGang (cuadrilla pivote), en referencia a sus quejas por jugar como nueve puro... algo que volvió a hacer este fin de semana.

"Tengo mucha más libertad en la selección de Francia, el entrenador sabe que hay un 9 como Oliver Giroud, que ocupa el lugar de los defensas, y yo puedo ir al espacio, pedir los pases… En París es diferente, no hay eso, me piden que haga de pivote", decía hace semanas con la selección. Y, entre medias, sus enganchones con Neymar no terminan de facilitar la situación: no está cómodo en su posición y no empasta bien con sus compañeros de ataque. Todo un problema, sin duda.

"No sé lo que le prometieron antes, pero cuando yo llegué se habló de traer un cuarto atacante, con un perfil que se pueda combinar con los que hay y que permitiera a Kylian estar el máximo posible en su zona predilecta. Pero no llegó", explicaba el propio Galtier hace unas semanas. Ahora, el PSG sabe que necesita solucionar ese problema cuanto antes y que la llegada de un ariete puro al equipo es una necesidad inminente a solucionar en el próximo mercado invernal.

La 'chispa' del Mundial

Y por si fuera poco, en cuestión de semanas llegará el Mundial más extraño de la historia, un parón que provocará la desconexión de las estrellas con sus clubes para centrarse en sus selecciones. Y, con jugadores de primer nivel no es descabellado pensar que algunos de ellos se enfrentarán en partidos de mucha tensión sobre césped. Quién sabe si esa podría ser la chispa que terminará por incendiar un vestuario que en estos momentos está sujeto con pinzas y que está fracturado.

Según informan diversos medios, el vestuario está dividido en diferentes clanes, con la delantera como principal campo de batalla. Neymar, que era el gran señalado, se está erigiendo como el jugador más destacado, precisamente junto a Leo Messi, que está empezando elevar su juego. Mientras, Mbappé, que estaba llamado a ser la gran revolución del curso, no está terminando no encontrar su juego ni de sentirse cómodo sobre césped. Y muchas miradas empiezan a enfocarse en él.

Mbappé rechazó un proyecto deportivo de primer nivel en el Real Madrid en busca de un mejor sueldo y de poder deportivo. Ahora, la jugada no le ha salido bien y ya ha lanzado varios mensajes con el objetivo de abrir puertas e incluso habla de poder fichar por el Madrid en un futuro. Pero la pregunta es clara: ¿se ha cavado Mbappé su propia tumba? No muchos clubes están dispuestos a aceptar este tipo de exigencias por parte de un jugador. Y menos si los resultados deportivos no termina de llegar.