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Minguella: "Le dije a Núñez qué hacer para ganar las elecciones... Me hizo bastante caso"
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Entrevista al exrepresentante

Minguella: "Le dije a Núñez qué hacer para ganar las elecciones... Me hizo bastante caso"

Es el socio número 800 y pico del Barça. Y ha hecho de todo en el club: intérprete, segundo entrenador, jugador en los juveniles... Ahora disfruta de la vida en la Ciudad Condal

Foto: Josep María Minguella. (Getty/Miquel Benítez)
Josep María Minguella. (Getty/Miquel Benítez)

Estudió Derecho y Ciencias Políticas en una época en la que no había dobles grados ni nada por el estilo. Sin embargo, la trayectoria profesional de Josep María Minguella (Guimerá, Lleida, 1941) no transcurrió por ninguno de ambos caminos.

Minguella jugó en el juvenil del Barça. Aunque no llegó al primer equipo como jugador, sí lo hizo como intérprete de Vic Buckingham y como segundo de Rinus Michels. Así comprendió cómo era un vestuario de Primera División y prestó servicio al club de su vida.

Foto: El entrenador César Luis Menotti. (Getty/Ricardo Ceppi).

Su faceta más conocida, y la que más años desempeñó, fue la de representante de jugadores. De hecho, estuvo presente en los fichajes de Maradona y Messi para el Barça. "Siempre que pude, le ofrecí primero el jugador a ellos", explica Minguella. Ahora disfruta de la vida sin olvidarse del fútbol, que lo tiene más que presente.

PREGUNTA. Para los que no lo conozcan, ¿quién es usted?

RESPUESTA. Soy un ciudadano que nació en el seno de una familia normal que vivía en un pueblecito de Lleida. Posteriormente, me trasladé a Barcelona. Por eso estudié en Los Maristas de Sants. El antiguo estadio del Barça, Les Corts, estaba a 100 metros de donde yo vivía. Mi padre era socio del club y nos asociamos también los hijos. Por tanto, nos hicimos grandes aficionados.

P. Usted estudió primero Derecho en Barcelona y luego Ciencias Políticas en Madrid. ¿Cómo fue ese cambio?

R. Bien. Lo hice junto a un compañero porque no podíamos cursar esa carrera en Barcelona. La mentalidad del catalán y el madrileño no tienen nada que ver. El trato de la gente, durante los tres años que estuvimos, fue espectacular. Allí disfrutamos del ambiente más bullicioso y festivo de la ciudad. Nos adaptamos a la perfección.

P. Usted ha sido representante de jugadores, traductor, segundo entrenador… ¿Qué quería ser de mayor?

R. No tenía una fijación determinada. Realmente, me gustaba todo: el cine, bailar sardanas… No obstante, lo que más me apasionaba era el fútbol. Siempre organizaba partidos en el barrio. Ese interés por el balompié me lo inculcó, sin querer, mi padre.

Lo que más me apasionaba era el fútbol. Siempre organizaba partidos en el barrio

P. Usted militó en el equipo juvenil del Barça. ¿Cómo fue su fichaje por las categorías inferiores?

R. Había un campeonato que organizaba el club entre equipos infantiles y juveniles de las peñas del Barça. Yo jugaba en una que se llamaba Eulogio Martínez. Si te veían cualidades, te incorporabas, en función de tu nivel, al primer o al segundo equipo juvenil. Así fue como llegué yo.

P. ¿De qué jugaba?

R. Yo era interior izquierdo. Cuando estaba en la peña, al ser el más joven del equipo, me eligieron para llevar un estandarte en la ceremonia de inauguración del estadio Les Corts.

placeholder Minguella con el precandidato Rousaud. (EFE/Alejandro García)
Minguella con el precandidato Rousaud. (EFE/Alejandro García)

P. ¿Qué le faltó para ser jugador del primer equipo?

R. Rapidez y contundencia. Yo era un jugador técnico, bastante clarividente en cuanto al juego. Posteriormente, organicé un equipo en la facultad y nos apuntamos a campeonatos. Así que jugamos por Barcelona y los alrededores.

P. Tras estudiar Derecho y Ciencias Políticas, ¿no se inclinó por ninguna de las dos?

R. No cursé esos estudios para ser abogado en un juzgado, por ejemplo. Elegí eso porque no tenía las ideas claras.

P. Después de su etapa en Madrid, regresó a Barcelona y se convirtió en el traductor de Vic Buckingham. ¿Dónde aprendió usted inglés?

R. El Sindicato Español Universitario (SEU) organizaba estancias en Inglaterra y Francia, promocionadas con carteles en los pasillos de la facultad. Me interesó y el primer año viajé a Sheffield. Realmente, no se aprendía mucho inglés porque había muchos españoles. Era gente tan inquieta como yo. No obstante, sí aprendías parte del idioma por la música, por el trato con los ciudadanos de allí… Al regresar de esa estancia, hice un curso, que se impartía tres días a la semana, para continuar con mis estudios de inglés.

P. ¿Así perfeccionó el idioma?

R. No, regresé al año siguiente al Reino Unido. Entonces, tras lo aprendido anteriormente, completé mi formación.

"Fui el intérprete del entrenador del Barça porque era el único que hablaba inglés"

P. Cuénteme su llegada al Barça.

R. Mientras estudiaba Derecho, me saqué el carné para entrenar. En los 60, me convertí en segundo entrenador de los juveniles del Barça (eran tres equipos) junto a Paco Rodri. Al cabo de un tiempo, el primer equipo trajo a Buckingham. Entonces el gerente preguntó si dentro del club alguien hablaba inglés y el único era yo. Al principio fui reacio porque no lo hablaba perfectamente.

P. Pero finalmente se atrevió.

R. Sí, me reuní con el gerente y me dijo que me presentara al día siguiente en el vestuario del Barça. Eso cambió mi vida. Aunque llevaba tres o cuatro años en los juveniles del club, era incomparable con el primer equipo.

P. Además de ser intérprete, ¿se convirtió también en su ayudante?

R. Yo iba con él a todos lados porque nadie hablaba inglés. Para cualquier actividad, íbamos juntos. Hicimos una gran amistad.

placeholder Minguella. (EFE/Toni Garriga)
Minguella. (EFE/Toni Garriga)

P. Rinus Michels, en cambio, lo eligió como segundo entrenador. ¿Cómo ocurrió eso si ustedes ni se conocían?

R. Buckingham se rompió una vértebra durante un entrenamiento. Al finalizar la temporada, se marchó y ficharon a Michels. Ambos técnicos llegaron procedentes del Ajax. Yo me convertí en el hombre de confianza de Rinus porque Buckingham le dijo que se quedara conmigo.

P. Ustedes estuvieron cuatro años juntos. En el tercero, llegó Cruyff.

R. Ese año fue la primera vez que se pudieron fichar extranjeros, dos por equipo concretamente. En cuanto llegó Rinus, pensó en incorporar a Johan. Aquel Ajax era un equipo fuerte porque había ganado tres Copas de Europa consecutivas. Aunque los holandeses no querían traspasarlo, influyó mucho la actitud de Cruyff porque él era muy decidido. Y quería venir al Barcelona a toda costa.

P. ¿Cómo se explica ese amor a primera vista entre Johan y el Barça?

R. Dio la casualidad de que Buckingham fue el entrenador que hizo debutar a Cruyff en el Barça. Además de Michels, la mujer del gerente de aquella época era holandesa. Por tanto, Johan encontró un ambiente apropiado para llegar a la Ciudad Condal.

"Michels es el entrenador que cambió el fútbol"

P. ¿Qué cambió Michels en el Barcelona?

R. Es el entrenador que cambió el fútbol. Hasta su llegada, cada jugador tenía una única posición. No obstante, a partir de ese momento, él impuso el fútbol total. Eso representó una revolución que ahora es algo habitual. Los laterales juegan de extremos, los centrocampistas de centrales… Cuando les explicaba eso a los futbolistas, creían que yo me estaba equivocando en las instrucciones. A Michels le dio la FIFA el título honorífico de mejor entrenador del siglo XX.

P. ¿Quién fue más revolucionario, Rinus o Johan?

R. El revolucionario fue Michels porque impuso una nueva forma de entrenar. Un día llegó con unos papeles en los que había dibujadas unas porterías pequeñas y quería que el club comprara ocho. Cuando fui a solicitárselo al encargado de material, me preguntó: "¿Para qué quiere Rinus esto?". Él hacía cuatro zonas pequeñas con dos porterías y jugaban tres contra tres.

placeholder Johan Cruyff. (EFE/Koen Van Weel)
Johan Cruyff. (EFE/Koen Van Weel)

P. ¿Cómo era el Cruyff jugador?

R. Sus mejores años los jugó en Holanda. Cuando llegó a Barcelona, hizo una primera temporada excelente. De hecho, ganamos la Liga tras 14 años de sequía. No obstante, ni él ni el equipo lograron continuidad en los éxitos. Sus años más impactantes en la Ciudad Condal fueron como entrenador.

P. Cruyff llegó en 1973. Dos años más tarde, usted participó en la fundación de la revista 'Don Balón'.

R. Yo dejé el primer equipo cuando se fue Rinus Michels. Luego fui secretario técnico del Hércules. Así que iba y venía a Alicante para trabajar con el presidente Rico Pérez. Sin embargo, llegó un momento en el que me cansé y regresé a Barcelona. Más tarde, me dediqué a viajar.

P. ¿A qué lugares?

R. Fundamentalmente a Sudamérica: Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil… para ver fútbol. En aquella época, admirábamos ese balompié porque era más físico. Por tanto, viví en temporadas seguidas en esos países. Me encantó Buenos Aires porque compiten 12 equipos en Primera. En Argentina, se publicaba 'El Gráfico', una revista fantástica. Y yo me hice amigo de un integrante de la familia propietaria.

"En 'Don Balón' fusilamos la revista 'El Gráfico'"

P. Nos desviamos. Le preguntaba por 'Don Balón'.

R. Como tenía amistad con algunos periodistas por mi etapa en el Barcelona, les dije que podíamos hacer una revista parecida en España. Y fusilamos 'El Gráfico'. Hablé con José María García y también participó. Hacíamos análisis de los partidos en columnas, las entrevistas a fondo…

P. Luego usted también integró el equipo fundacional del 'Sport'.

R. Sí, yo les comenté a esos mismos periodistas que sería interesante hacer un diario deportivo. Ellos eran reacios porque algunos trabajaban en 'Mundo Deportivo'. Para hacer realidad ese proyecto, hablé con el hijo de Porcioles (antiguo alcalde de Barcelona) porque había adquirido la primera imprenta a color. Finalmente, el 'Sport' fue el primer diario en color de España.

P. En 1978 usted apoyó a Núñez como candidato a la presidencia del Barça. ¿Por qué a él?

R. Gente de su entorno me visitaron en mi despacho y me comentaron que quería presentarse. En aquel momento, no se sabía quién era. Aunque se conocía su empresa, Núñez y Navarros, él era un desconocido. Entonces nos conocimos y le expliqué qué tenía que hacer para ganar. Y me hizo bastante caso.

P. ¿Qué le dijo?

R. Que tenía que dar unos golpes de efecto porque no lo conocía nadie. Hizo una serie de movimientos y ganó.

P. ¿Ha sido el mejor presidente de la historia del Barça?

R. De los que yo he conocido, Núñez fue el que realizó un trabajo más beneficioso para la entidad. En aquella época, yo estaba enfrente suya porque tenía que negociar con él los fichajes de los jugadores: Maradona, Romario… Como socio del Barça, siempre admiré que llevara el club igual que su empresa: no desperdiciaba una peseta. Realizó dos ampliaciones del estadio, los parkings del estadio, construyó el Mini Estadi, compró los terrenos de la ciudad deportiva… Patrimonialmente hizo una gran labor. Deportivamente, tuvo épocas mejores y peores.

placeholder Núñez. (EFE/Xavier Bertral)
Núñez. (EFE/Xavier Bertral)

P. Cruyff resumió su interés por el ahorro de manera genial: "El dinero en el campo y no en el banco".

R. Eso era siempre motivo de discusión porque los entrenadores quieren a los mejores jugadores y los clubes, que las cuentas cuadren. Es mejor tener al club saneado con una plantilla correcta que un equipo extraordinario y estar arruinado. En el segundo caso, perderás a los jugadores y estarás sin dinero.

"Cruyff y Núñez nunca tuvieron un gran 'feeling'. No estaban en la misma sintonía"

P. ¿Por qué se deterioró la relación de Cruyff y Núñez?

R. Ellos nunca tuvieron un gran 'feeling'. Johan era muy poco partidario de hablar de fútbol con los dirigentes porque entendía que ese mundo era para los jugadores y los entrenadores. En esa época, tenían una reunión semanal Núñez, Gaspart, Rexach y Cruyff porque al presidente le gustaba controlarlo todo. No obstante, el que defendió a Johan delante de todos en una asamblea fue Núñez. Ambos no estaban en la misma sintonía.

P. ¿Le sorprendió que Núñez acabara en la cárcel?

R. Sí, sí. Núñez era muy absolutista y cuando creía que tenía razón iba hasta el final. Aunque le ofrecieron el indulto, lo rechazó y entró en la cárcel.

P. Usted fue representante de jugadores, una profesión inexistente cuando empezó. ¿Cómo surgió aquello?

R. En aquella época, los clubes no tenían secretarios técnicos y me convertí en representante porque contactaba con ellos para ofrecerles futbolistas.

P. ¿Fue el pionero en España en la representación de futbolistas?

R. No, antes hubo otros, pero ninguno trabajaba fuera de España. En eso sí fui el primero.

placeholder Di Stéfano, Messi y Maradona. (EFE/Chema Moya)
Di Stéfano, Messi y Maradona. (EFE/Chema Moya)

P. Usted estuvo presente en los fichajes de Maradona y Messi por el Barça. Explíqueme el primero.

R. Viajé a Sudamérica y lo vi debutar en 1976. Y me quedé prendado. Su fichaje fue muy complicado, pero llegó en 1982. En aquella época, los militares argentinos fueron reacios a su salida. Yo soy el socio 800 y pico del Barça. Siempre que he visto un jugador que, a mi juicio, tenía nivel para jugar aquí se lo he ofrecido al club y a nadie más. Stoickhov, Romario, Maradona… El de Diego era un caso clarísimo: era un futbolista de equipo grande.

P. En aquel fichaje estuvo presente Grondona. ¿Cómo era?

R. Fue el jefe del fútbol argentino y después se convirtió casi en el jefe del balompié mundial. Era un hombre sencillo que tenía un almacén de herramientas en Avellaneda. Cuando se convirtió en presidente de la AFA, estuvo en el cargo durante 35 años. Luego controló la federación sudamericana y más tarde la FIFA.

P. Explíqueme el fichaje de Messi.

R. Un abogado argentino, exiliado de la época de Videla, me llamó y me dijo que le habían ofrecido un chaval que podía ser un fenómeno. Cuando me comentó su edad, me quedé perplejo porque no se incorporaban a jugadores de esa edad en aquella época. Por tanto, no le di más importancia. A los 15 días, me mandó un casette con imágenes de Leo en el colegio, en partidos… Tenía un aspecto diferencial: su manera de correr hacia la portería. Eso me llamó la atención y hablé con Gaspart. Finalmente, fui yo el que le pagué el viaje a él y a la familia. Como no se decidían, hablé con Rexach y organizaron un partido. Cuando lo vio, dijo que había que ficharlo cuanto antes. Por eso lo escribimos en una servilleta, para que pudiera enseñarle algo a su padre.

P. ¿A cuántos jugadores ha representado al mismo tiempo?

R. Mi empresa era bastante grande. Un día, había mucho lío en el despacho y le pregunté a uno de mis trabajadores, por curiosidad, el número de representados. Los contaron y eran ¡146 jugadores!

"Los jugadores son los dueños del fútbol desde la Ley Bosman"

P. ¿Existían las comisiones por fichajes en esa época?

R. Las comisiones crecieron muchísimo a raíz de la Ley Bosman. Cuando se publicó esa sentencia, reuní a los trabajadores de mi despacho y les dije: "Muchachos, ha cambiado todo. A partir de ahora, el jugador será el dueño del fútbol. Y de sí mismo en detrimento del club. Por eso los futbolistas estarán del lado de los agentes". Desde ese momento, los representantes ganan muchísimo.

P. ¿Cuál fue el contrato más alto que firmó un representado suyo?

R. No me acuerdo.

P. ¿Cómo eran las negociaciones con los directivos de antaño?

R. Ellos quieren lo mejor para su club. En algunos casos, son muy inexpertos, aunque crean que saben mucho. Sabrán mucho de su negocio, pero no de fútbol. Los equipos deberían tener a unos agentes de confianza. De esta manera, los representantes trabajarían para ellos en colaboración con los clubes.

placeholder Ronaldinho, en un partido con las leyendas del Barça. (Reuters/Ronen Zvulun)
Ronaldinho, en un partido con las leyendas del Barça. (Reuters/Ronen Zvulun)

P. ¿Es cierto que usted le ofreció al Barcelona a Ronaldinho cuando tenía 17 años?

R. Lo trajimos a un partido entre el Gremio y el Lleida. El primer hotel en el que durmió en España fue Los Pirineos de Lleida. Él terminaba contrato a los cuatro o cinco meses. Aunque quedó libre, el Barça no le dio bola y lo fichó el PSG.

P. ¿Por qué dejó su trabajo como representante?

R. Porque quería vivir mi vida. Yo he trabajado en ese oficio durante 40 años y estaba cansado. No paraba de viajar, tenía que atender el teléfono a las tres de la mañana…

Lo que más me dolió de la salida de Messi fue la forma en que se produjo

R. Cuando mencionan la situación financiera, me pierdo un poco. Estamos bastante hundidos y hay que hacer rebote para salir a flote. Entonces la solución es sacrificar a gente con independencia de cómo se llamen. No sé si un día sabremos las razones reales de su salida porque no lo han explicado. Lo que más me dolió de esa salida fue la forma en que se produjo.

P. Usted fue candidato a la presidencial del Barça en 2003. ¿Cómo surgió esa decisión?

R. Yo había sido segundo entrenador, intérprete, técnico en las categorías inferiores… Como dejé mi trabajo como representante, me presenté. Ese año, sin embargo, fue complicado porque aparecieron Laporta y Bassat. Como era muy reciente mi salida como agente de jugadores, imagino que pensarían que yo iría contra el club. Por eso nos quedamos a medio camino.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

R. En la primera etapa, recibió una moción de censura. Aunque se le fueron muchos directivos, enderezó el rumbo porque cambió a muchos jugadores y al entrenador. Ahora ha vuelto en un momento muy complicado.

P. ¿Le pareció prematura la llegada de Xavi?

R. Eso nunca se sabe. Aunque no tenga aún experiencia, porque solo ha entrenado en Catar, sus criterios futbolísticos encajan con la mentalidad. Tiene que tener suerte para encontrar a un goleador.

P. Usted se creó un canal de YouTube. ¿Dará el salto a Twitch?

R. No sé ni qué es eso (risas). El canal de YouTube lo creó mi hijo. Yo solo me pongo delante de cámara y listo.

Estudió Derecho y Ciencias Políticas en una época en la que no había dobles grados ni nada por el estilo. Sin embargo, la trayectoria profesional de Josep María Minguella (Guimerá, Lleida, 1941) no transcurrió por ninguno de ambos caminos.

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