Al Real Madrid se le congela el gol y Zidane carga contra la Liga por jugar el partido (0-0)

Al Real Madrid le plantean un partido cerrado, sin espacios y con defensas ordenadas y se le apagan las luces. No era una noche para el espectáculo ni para que brillara el talento en una superficie irregular y dura por el frío y la nieve del temporal que deja Filomena. Pero si con Benzema, Hazard y Marco Asensio el equipo es ineficaz y no hace goles es que Zidane tiene un problema. Los tres atacantes tienen mucho que mejorar en su acoplamiento, precisión y las maniobras para generar peligro. Hubo mucha movilidad por las inmediaciones del área, pero estuvieron nulos en la pegada. Zidane vio otro tipo de problemas. El entrenador francés cargó contra la Liga por haberse disputado el partido en El Sadar.

Volvió Eden Hazard al once un mes y medio después de su última aparición en el partido que se lesionó contra el Alavés. El belga estuvo activo, participativo, con ganas, pero no encontró la manera de hacer daño a la portería de Sergio Herrera. Hazard tenía ritmo y hay mejoría en lo físico. Aguantó en un terreno duro y ante un rival físico. Recibió una patada por detrás de Oier, de esas que producen pánico por la fragilidad del tobillo, pero se rehizo. Tuvo presencia. Le faltó claridad y colmillo. Zidane retiró del campo al belga, en el 74’, para meter a Mariano. También entró Isco por Modric. Un relevo difícil de entender cuando el croata estaba siendo el más desequilibrante del equipo.

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El Confidencial

A Benzema le salió otro de esos partidos grises. Dice Zidane que es el mejor delantero de la historia de Francia y en partidos tan cerrados como este, con el planteamiento de un equipo compacto como el de Jagoba Arrasate pierde la inspiración y la contundencia. Marcó un gol en fuera de juego. Estuvo impreciso y en ocasiones solapado por Hazard. Da la sensación de que cuando el belga se mete por dentro, en espacio reducidos, tienen problemas en la coordinación de sus movimientos.

No funcionaron los cambios

De los tres, el poco peligro lo llevó Marco Asensio a la portería de Osasuna. Solo fue un disparo, pero al menos cogió dirección a los tres palos y obligó a Sergio Herrera a hacer una buena parada. Asensio fue el primer cambio, en el 65’, por Fede Valverde. Zidane fue desmontando el tridente y buscando otras soluciones con el uruguayo, Mariano e Isco. No mejoraron la peligrosidad del juego. El gol del Real Madrid sufre una congelación contra un serio Osasuna que tuvo la mejor ocasión del partido, la única, en la primera parte con un disparo de Oier y una excelente parada de reflejos de Courtois.

El Real Madrid empata, otro paso atrás, y el mismo resultado que en el último partido del año pasado corta el Elche. Su frenazo coincide con el despertar del Barcelona de Messi, que el partido anterior ganó con solvencia en Granada. "No hay excusas por el estado del campo. Es igual para los dos equipos. Este resultado es un paso atrás", comentó Kroos al final del partido en Movistar. Courtois tenía otra opinión: "Es lamentable jugar así y no somos marionetas que tenemos que jugar siempre". El portero estaba indignado.

Hasta que empezó el encuentro en El Sadar, el relato de los acontecimientos extradeportivos tiene más relevancia que lo que sucedió en el césped. Si Javier Tebas hizo todo lo posible para elaborar un protocolo sanitario y reanudar la Liga cuando todavía sufría España el duro confinamiento por el coronavirus, cómo no iba el presidente de la Liga a apurar para dar luz verde al encuentro entre Osasuna y Real Madrid. En las 24 horas antes del inicio, a la espera de noticias y la evolución del tiempo, la incertidumbre era mala compañera en la concentración de los jugadores. Antes de empezar, Osasuna y Real Madrid pactaron reanudar el partido en caso de suspensión.

El enfado de Zidane con la Liga

"Esto no fue un partido de fútbol. Se debió suspender. Hicimos lo que pudimos en este campo. Jugar así es muy complicado. Hoy es un día para decir las cosas porque no he visto un partido de fútbol" es la queja de Zidane tras el encuentro. La cancelación no estaba en la cabeza de Tebas. A las dos de la tarde de este sábado, Filomena permitía que en el estadio Sánchez Pizjuán jugaran el Sevilla y la Real Sociedad. Con sol y una temperatura agradable (nueve grados). A la misma hora, en la ciudad de Pamplona (cero grados) llevaban tres horas cayendo copos nieve. La predicción meteorológica advertía que en el transcurso del día empeoraría la climatología. Estaba en riesgo el encuentro. Cinco minutos antes del inicio seguían los operarios metiendo la pala para retirar nieve y hielo. La Liga tenía la opción de adelantar el Osasuna-Madrid a las cuatro de la tarde tras la suspensión del Atlético de Madrid-Athletic de Bilbao. Solo había que ser flexibles.

Con lámparas de calor y un operativo de jardineros reforzado hasta con 50 personas trabajando a destajo, sin descanso hasta las nueve de la noche, se consiguió limpiar el césped, dejarlo aparentemente en condiciones. El partido empezó con un grado bajo cero, pero sin la seguridad de que pudiera finalizar. Queda claro que el Real Madrid no se entiende con la Liga. Pidió adelantarlo después de la odisea en el aeropuerto de Barajas. La expedición viajó el viernes por la tarde y quedó retenida dentro del avión durante más de cuatro horas. Consiguió despegar cuando cuando ya se había anunciado el cierre del aeropuerto y la cancelación de los vuelos. Una excepción.

La Liga decidió que si el Madrid ya estaba en Pamplona tenía que apurar hasta las nueve de la noche para jugar y así respetar los horarios televisivos que son lo que sustentan el negocio. ¿Es la mejor Liga del mundo? Es la pregunta que se hacen los aficionados que no comprenden que los horarios del fútbol sean inamovibles en situaciones de emergencia.