Suárez se despide del Barça entre lágrimas: "Dicen que yo le hacía mal a Messi"

Es la hora de decir adiós. Luis Suárez se ha despedido como jugador del Barcelona tras 6 años vistiendo la camiseta azulgrana. El delantero uruguayo se marcha traspasado al Atlético de Madrid por una cifra de 6 millones de euros repartida en distintas variables. Una crónica de una venta anunciada desde que Ronald Koeman le dejara claro, en una conversación telefónica de un minuto, que no contaba con él en su proyecto deportivo. Rodeado de amigos y de su presidente Josep Maria Bartomeu, Suárez brindó una despedida con lágrimas emocionadas y con especial mención para su amigo Leo Messi.

Preguntado por su separación de Messi, al que considera un hermano. "Fue un mes de locos, de decir muchísimas cosas que uno pensaba. Se han inventado cosas, se han filtrado cosas que no son verdad", aseguró el uruguayo, especialmente dolido por los comentarios sobre su relación y juego con Messi. "A veces a uno le indigna eso, pero hay que intentar estar alejado. Cuando uno llega al Barcelona, dicen cuidado con Leo, los delanteros... Y resulta que ahora a Leo le hace mal el delantero. Somos conscientes de que intentamos hacer lo mejor", sentenció.

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Ulises Sánchez-Flor

“¿Tienes algo que reprochar?”, se le preguntó en la rueda de prensa. Luis Suárez primero sonrió. “¿A mí? O a …”, dijo, señalando con la cabeza hacia donde estaba Bartomeu, antes de soltar una risa nerviosa. Instantes después matizó el gesto: “Ha sido en tono de broma, luego cada uno que lo agarre como quiera. Es mi despedida y en mi despedida me tengo que quedar con estos seis años espectaculares”.

Suárez no tuvo reparos a la hora de confirmar cómo Koeman le había oficializado que se buscara equipo. “Cuando me llamó para decirme que no contaba conmigo ya me lo esperaba. Ya habían salido muchas cosas en la prensa y uno sabe cómo funciona el fútbol”, declaró el uruguayo, en una clara alusión a las filtraciones por parte de la directiva: “Me dijo que no contaba conmigo y ya lo asumí. Solo pedí entrenarme hasta que encontrara una salida y el entrenador me lo respetó”.

El batacazo deportivo que supuso el 2-8 de cuartos de la Champions League frente al Bayern de Múnich provocó el despido de Quique Setién y el inicio de una renovación en el vestuario que, de momento, ha forzado las salidas de Ivan Rakitic, Arturo Vidal, Nelson Semedo y Luis Suárez. “Nos tenemos que reprochar no haber aprendido de los errores en la Champions porque no nos pasó una vez o dos veces sino hasta tres o cuatro y no aprendimos”, declaró el uruguayo acerca de las derrotas frente a la Roma o el Liverpool. “A nivel personal he jugado hasta con molestias o lesiones y eso es para valorarlo, no para reprocharlo, aunque a veces me habría gustado rendir más”, se defendió sobre las duras críticas sobre su estado de forma y rendimiento de esta última temporada como culé.

Las lágrimas del 9

“Es muy difícil para mí”, fueron las primeras palabras de Suárez en esta despedida, que tuvo un nudo en la garganta desde el inicio de la comparecencia. “Se va un ser humano que tiene sentimientos. Gracias a mi familia, que son los que han soportado y vivido todo conmigo. Lo bueno han disfrutado y lo malo me han animado. Pero me quedo con todo lo lindo… Que mis hijos me vean levantar trofeos y levantar goles, que me vean al lado del mejor de la historia”, aseguró el delantero, con un guiño a Leo Messi. El argentino acudió al acto junto a su mujer, Antonella.

Al uruguayo se le preguntó sobre qué opinión tenía de la decisión del club de prescindir de su figura, Suárez recordó el intento de salida de su amigo este mismo verano: “Cuando el club te dice que no cuenta contigo hay que aceptarlo igual que cuando un jugador te dice que se quiere ir. Hay que aceptarlo y encontrar una solución”.

Reconociendo que será culé de por vida, Luis Suárez comentó qué espera de la nueva temporada de un Barcelona: “Este año hay más variedad para poder rotar que otras temporadas. Creo que al Barcelona le irá bien. Ojalá los jóvenes aprovechen su oportunidad”. A día de hoy el club presidido por Bartomeu no ha realizado fichajes en la delantera, quedando vacante el puesto del 9 a la espera de Memphis Depay o Lautaro Martínez, las grandes aspiraciones de la directiva.

Sobre su nuevo destino, el Atlético de Madrid, el uruguayo quiso destacar la competitividad del conjunto dirigido por Diego Simeone, gran admirador de su juego y garra. “Siempre está luchando contra el Barcelona y el Madrid. Me veo capaz de seguir compitiendo en la Liga. Empiezo también una nueva etapa muy ilusionante”, sentenció Luis Suárez, despidiéndose de su hogar durante los últimos 6 años.

Sin Bartomeu en la foto

Luis Suárez se despidió del Camp Nou posando con todos los trofeos que ha ganado en sus seis años en el Barça. Pero con él no estuvo Josep Maria Bartomeu. A diferencia de lo que sucedió con la despedida de Rakitic. El croata sí permitió que el presidente estuviera junto a él en una imagen para cerrar su etapa en el Barcelona. Es la diferencia de cómo cierra su etapa el uruguayo y el croata. Relevante para entender el distanciamiento de Luis Suárez con Bartomeu, a pesar de que el presidente sí estuvo durante el acto de despedida en el que el jugador rompió a llorar, pero dejó recados que hay que leer entre líneas.

Con Luis Suárez sí estuvieron en el césped del estadio para posar con los trofeos sus mejores amigos y capitanes del equipo culé. Messi, Piqué, Jordi Alba, Busquets y Sergi Roberto fueron los que arroparon a Luis Suárez en este día tan emotivo.