La bombona de oxígeno a la Liga y el aviso de Italia sobre la vuelta a los entrenamientos

Mientras el Gobierno de Francia daba por zanjada la Ligue 1, Pedro Sánchez comparecía tras un intenso Consejo de Ministros para anunciar la vuelta a los entrenamientos individuales a partir del próximo 4 de mayo. Es el primer paso para la vuelta a la competición, en junio. Javier Tebas, presidente de la patronal, recibió con satisfacción la noticia. El fútbol, así como el deporte en general, recibe una bombona de oxígeno, pero cuidado porque la situación sigue siendo tremendamente frágil y todo puede cambiar de la noche a la mañana. Italia, por ejemplo, ya baraja seriamente seguir el camino de Francia, Holanda o Bélgica y cancelar la Serie A definitivamente pese que el regreso a los entrenos estaban programados para el 18 de mayo. "Volver a los entrenamientos no significa que se vaya a reanudar el campeonato. El camino hacia la recuperación es estrecho. Yo pensaría ya en la nueva temporada", explicó Vincenzo Spadafora, ministro de deportes del país transalpino.

A LaLiga, por lo tanto, le espera una dura travesía por delante y muchas cosas no dependerán de su actuación. Pese a que se extremen las medidas de precaución, cualquier positivo entre los equipos o repunte de casos de infección en el país supondría un gran paso atrás en sus aspiraciones. España acumula 212.917 contagios y 24.275 fallecidos. Francia, menos afectada, ya ha pegado el portazo a pesar del tremendo varapalo económico que eso le supone a su fútbol, más las quejas de algunos de sus equipos, como el PSG o el Olympique de Lyon, que se ven perjudicados de cara al reinicio de la Champions en agosto. A los conjuntos italianos - Juventus, Nápoles y Atalanta (y al Inter y la Roma en la Europa League)- les pasaría lo mismo si el país sigue la vía francesa y prohibe los deportes colectivos más seguidos.

Edouard Philippe, primer ministro galo, zanjó este martes de sopetón el debate que venía acaparando gran parte de la actualidad informativa en el país: fin de todos los espectáculos que reúnan a más de 5.000 personas hasta septiembre, aunque estos se pudieran llevar a cabo sin público: “La temporada 2019/20 del deporte profesional, especialmente el fútbol, no podrá reanudarse [....] No serán posibles ni los deportes bajo techo, ni los colectivos de contacto”. Así las cosas, la Ligue 1 no acabará en el césped, sino en los despachos porque ahora se deberá decidir si el campeonato queda desierto o se establece un ganador (El PSG comandaba la clasificación con mucha ventaja), los puestos europeos y los ascensos y descensos. La decisión de Francia aumenta indudablemente la presión sobre los políticos alemanes e ingleses, que, de momento, siguen abiertos a la posibilidad de reanudar la Bundesliga (en mayo) y la Premier (en junio) y, por supuesto, también a los españoles.

"Nos iremos al extranjero"

“Respetamos la decisión del Gobierno”, declaró Nasser al-Khelaifi, presidente del PSG. “Con el acuerdo de la UEFA contamos con participar en la fase final de la Champions en los lugares y en las fechas que se determine. Si no es posible jugar en Francia, lo haremos en el extranjero, asegurando las mejores condiciones sanitarias para nuestros futbolistas y nuestros empleados”. Claro está, la decisión del Gobierno impide al PSG disputar los cuartos de final de la Champions en su casa, el Parque de los Príncipes, siempre que la máxima competición continental logre reactivarse, obligándole a exiliarse en el extranjero. El Lyon, que ganó a la Juve de Cristiano Ronaldo en su estadio (1-0), aún está pendiente de la exigente vuelta de los octavos en Turín.

Europa sigue envuelta en la incertidumbre y, aunque algunos ya han tomado cartas en el asunto, otros siguen pendientes de la evolución favorable de la pandemia para poder retomar las competiciones. LaLiga sabe que este lunes volverá la acción, pero poner en marcha el campeonato ya es otra cosa. "Lo que hay que hacer es que se cumplan las etapas que ha marcado el presidente", dijo Tebas en declaraciones a Movistar una vez conocido el plan de desescalada. El dirigente insiste en que es "muy importante" terminar la Liga, admitiendo que "hay tiempo, que no hay que correr".