Es noticia
La revolución de Fernando Vázquez o por qué dejó la bicicleta para entrenar al Deportivo
  1. Deportes
  2. Fútbol
el método de un técnico muy persuasivo

La revolución de Fernando Vázquez o por qué dejó la bicicleta para entrenar al Deportivo

Fernando Vázquez ha pintado de otro color al Deportivo de la Coruña. Le ha dado el toque exacto que necesitaba para que luzca como no lo había hecho en tiempo. Está siendo una revolución

Foto: Fernando Vázquez en el banquillo deportivista. (@RCDeportivo)
Fernando Vázquez en el banquillo deportivista. (@RCDeportivo)

Fernando Vidal, presidente del Deportivo, llamó a su amigo Fernando Vázquez el mes pasado para trasladarse su preocupación. El Dépor, colista de Segunda, miraba a Segunda B y Vázquez no podía quedarse de brazos cruzados en su casa junto al Mercado de Abastos de Santiago. A sus 65 años, y después de estar tres sin entrenar a ningún equipo, dio el paso e hizo ver a su representante -el duro Eugenio Botas- que se tenía que llegar a un acuerdo. No lleva ni un mes en el cargo y el Deportivo de la Coruña ha dejado de ser colista, ganando los tres partidos que ha disputado (más el último de Luis César) y alcanzando al Oviedo, primer equipo en zona de salvación. ¿Milagro? Es la brujería de Fernando Vázquez.

El 6 de diciembre de 2016, el Mallorca decidía prescindir de Fernando Vázquez como entrenador. El de Castrofeito recogió sus bártulos, se llevó el cariño de vestuario y público, y se lo guardó en la maleta para ya ser siempre seguidor del club bermellón, como lo es del Lalín, Ferrol, Lugo, Compos, Oviedo, Betis, Las Palmas, Rayo, Valladolid, Celta... Cuenta una voz cercana al técnico, que siempre está pendiente de 'sus' clubes. Por supuesto, el Deportivo de la Coruña cuenta con el lugar más especial.

Un recuperador de almas

placeholder Fernando Vázquez en Riazor. (@RCDeportivo)
Fernando Vázquez en Riazor. (@RCDeportivo)

Futbolero de los más 'empollones'. Estudia su equipo, su rival y, sobre todo, a sus propios jugadores. En el Dépor saben que seguramente no hayan fichado al entrenador que más sepa o al mejor del mundo, pero sí han contratado al ideal para lo que su equipo necesitaba. ¿Qué necesitaba? Alguien al que no hiciera falta explicarle qué significa el Deportivo y un recuperador de almas. ¿Se habían olvidado los futbolistas deportivistas de jugar al fútbol? No, y Vidal tenía claro que la solución estaba en casa... así que le dijo a su amigo y tocayo que dejara de hacer tanta bicicleta -las carreteras hablan de 140 kilómetros los que podía recorrer cada vez que salía, que era casi a diario- y convenció al 'convencedor'.

Porque si hay una cualidad que destacan en Fernando Vázquez como entrenador es la de convencer a sus futbolistas de lo que son capaces de hacer, de exprimirles sus bondades y resaltar sus cualidades. Y, en este momento del Deportivo, la credibilidad de Vázquez ha funcionado tanto como la que en su día tuvo Pep Guardiola con el vestuario del Barça, Zinedine Zidane con el del Real Madrid o Diego Simeone con el del Atlético. Son tipos capaces de dar en la tecla psicológica más allá de su táctica. Unos brujos.

placeholder Fernando Vázquez, sonriente, nada más aterrizar. (EFE)
Fernando Vázquez, sonriente, nada más aterrizar. (EFE)

El abrazo con Francisco Montero

"El mejor ejemplo es cuando ante el Racing el equipo iba perdiendo a la media hora y quitó a Francisco Montero, un central (con 21 años), y el jugador se marchó del campo muy enfadado. El Dépor remontó el partido y, ¿qué hizo Vázquez nada más pitar el final? Corrió a abrazarse a Montero y le dijo que no le estaba señalando ni era culpa suya, sino que las circunstancian pedían un cambio de sistema, pero que contaba con él y que ante el Cádiz (líder) y en casa él sería titular... Y así fue, y el Dépor ganó", comentan personas cercanas a Vázquez para tratar de explicar por qué hay quien le apoda 'O Mago'. De momento, no tiene ni segundo entrenador porque su mayor virtud, la comentada ahora, la realiza solo. Eso sí, está acompañado de su preparador físico de confianza, Manolo Pombo.

Papá de tres hijos -Eloi, Yayo y Alba-, casi a la vez que el Deportivo le fichó se convirtió en abuelo (gracias a Yayo). Le gusta la cantera y en Primera, estando en el Mallorca hizo debutar a Diego Tristán, en el Oviedo a Iván Ania, en el Betis a Joaquín, en Las Palmas convirtió a Rubén en un habitual... Humilde, cariñoso y cercano, aporta esa confianza que un debutante necesita. También la ilusión que posibilita que el colista metiera este fin de semana 25.000 personas en Riazor (ahora Abanca Riazor, entidad que sustenta económicamente al club), un dato de ciencia ficción hace menos de un mes.

Quizás, si un jugador del Deportivo lee estas líneas, piense que todo lo escrito anteriormente está muy bien, pero que nadie fuera de la plantilla 'sufre' la parte menos bonita. Es cierto, es de esos entrenadores que se les puede meter en el saco de 'pesados del fútbol' porque cada vez que coge aire lo hace para hablar sobre fútbol. Se puede levantar en una comida, poner el brazo en el hombro de uno de sus futbolistas, y comentarle algún aspecto a realizar en el terreno de juego, o recordarle lo bueno que es. Este, es el único simpático peaje que se ha de pagar por ver al Deportivo con la salud de la que goza en la actualidad (bueno, y el de haber negociado con Eugenio Botas su contrato). En sus cálculos están que le quedan nueve victorias para conseguir la permanencia. A partir de ahí ya podrá lanzar otro tipo de hechizos.

Fernando Vidal, presidente del Deportivo, llamó a su amigo Fernando Vázquez el mes pasado para trasladarse su preocupación. El Dépor, colista de Segunda, miraba a Segunda B y Vázquez no podía quedarse de brazos cruzados en su casa junto al Mercado de Abastos de Santiago. A sus 65 años, y después de estar tres sin entrenar a ningún equipo, dio el paso e hizo ver a su representante -el duro Eugenio Botas- que se tenía que llegar a un acuerdo. No lleva ni un mes en el cargo y el Deportivo de la Coruña ha dejado de ser colista, ganando los tres partidos que ha disputado (más el último de Luis César) y alcanzando al Oviedo, primer equipo en zona de salvación. ¿Milagro? Es la brujería de Fernando Vázquez.

Bicicleta
El redactor recomienda