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El debate futbolístico y moral por el MVP a Valverde (que Fede enmendó con su actitud)
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el uruguayo fue expulsado... y premiado

El debate futbolístico y moral por el MVP a Valverde (que Fede enmendó con su actitud)

Elegir mejor jugador de un partido a un expulsado no parece lo más idóneo, por más que la acción resultara decisiva para el Real Madrid. Sin embargo, el uruguayo supo estar a la altura

Foto: Fede Valverde muestra el trofeo al mejor jugador de la final de la Supercopa de Arabia. (EFE)
Fede Valverde muestra el trofeo al mejor jugador de la final de la Supercopa de Arabia. (EFE)

Vaya por delante que algo extraño rodea a la Federación Española de Fútbol (RFEF) desde que Luis Rubiales la preside, pues cada cosa que pasa en su ámbito de acción está en mayor o menor medida salpicado por la polémica. El último ejemplo es lo sucedido en la Supercopa de Arabia —sí, de Arabia, pues de España tiene poco o nada— y el premio al mejor jugador de la final (MVP). Es verdad que estos reconocimientos individuales siempre son discutibles y en muchas ocasiones también discutidos, pero en este caso al criterio puramente futbolístico se unió un debate moral.

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Los encargados de la elección del llamado MVP fueron el seleccionador nacional, Luis Enrique, junto a su staff y el director deportivo de la RFEF, José Francisco Molina, y se decantaron por el madridista Federico Valverde, quien en el minuto 115 de partido fue expulsado con roja directa tras derribar a Álvaro Morata por detrás. La acción del uruguayo evitó el uno contra uno del delantero del Atlético de Madrid ante Courtois y, aunque evidentemente nunca sabremos qué habría sucedido, su acción resultó decisiva para que el Real Madrid llegara a los penaltis y una vez más dejara a los colchoneros con las ganas. La pregunta es: ¿fue precisamente tan providencial falta la razón principal por la que Valverde fue elegido MVP de la final?

Desde el punto de vista futbolístico, hacer lo que hizo Valverde está justificado, pero su partido tampoco fue mejor, por ejemplo, que el de Courtois, decisivo una vez más durante los 120 minutos y, sobre todo, en la tanda de penaltis. Las llamadas faltas tácticas forman parte del juego y, aunque es verdad que la zancadilla de Fede a Morata fue en carrera y por detrás, tampoco fue excesivamente dura. Y aún menos violenta, pues se produjo en un lance del juego provocado por la mala colocación de la defensa del Real Madrid, que no del joven 'todocampista' uruguayo, quien se vio obligado a inmolarse y ver la roja directa.

placeholder Momento en el que Fede Valverde zancadillea a Morata en la final de la Supercopa de Arabia. (EFE)
Momento en el que Fede Valverde zancadillea a Morata en la final de la Supercopa de Arabia. (EFE)

Sin embargo, desde el punto de vista moral o, si se prefiere, deportivo, no parece muy acertado reconocer como el mejor de un partido a un futbolista que es expulsado por zancadillear a un rival. Como lo del perro y la rabia, la solución más sencilla sería no conceder premios individuales en un deporte colectivo como es el fútbol, pero sabido es lo que gusta el show-business. Formulo la pregunta de antes, pero al revés: ¿le habrían considerado Luis Enrique y su staff el mejor jugador del partido a Valverde si no llega a hacer esa falta?

Un MVP al reconocer su fea acción

Sin duda, lo que enmendó el grave error que supone premiar a un expulsado fue la actitud que Fede Valverde tuvo tras el partido. Y no solo con sus declaraciones, que muchas veces pueden ser de pega, sino con sus visibles gestos de sentir y estar dolido por lo que había hecho. "Le pedí disculpas a Álvaro. Obviamente no está bueno (sic) hacer lo que hice, pero era lo único que podía hacer por el equipo. Intenté hacer otras cosas, pero no llegaba, Morata es muy rápido... Le pedí disculpas y obviamente estoy feliz por el título, cómo no voy a estarlo, pero sí que me queda esa espinita por lo que hice porque no está bueno (sic)".

Horas después, el charrúa también se disculpó a través de su cuenta de Instagram. "Primero decirles que no me enorgullece haber pegado una patada, pero sentí que era lo que debía hacer para ayudar al equipo y frenar la jugada". Al contrario del refrán que dice que en el pecado lleva la penitencia, con el que se advierte que cada cual pagará las consecuencias de sus actos, Valverde quizás se hizo merecedor del MVP pero precisamente por reconocer que lo que hizo no es bueno. A diferencia de quienes le otorgaron el premio, que es cierto que tampoco explicaron su decisión, él sí que dejó claro que lo que hizo era inevitable, pero no estuvo bien.

placeholder Diego Simeone consuela a Federico Valverde tras ser expulsado durante la final de la Supercopa. (EFE)
Diego Simeone consuela a Federico Valverde tras ser expulsado durante la final de la Supercopa. (EFE)

La indirecta del Cholo a la RFEF

Quien no tuvo dudas, aunque estuviera en caliente, sobre la justa elección de Fede como mejor jugador de la final, fue Diego Pablo Simeone. "El premio al mejor jugador del torneo también tiene un punto en esa jugada. Valverde ganó la final", afirmó el Cholo, quien cuando el uruguayo abandonaba el terreno de juego tras ser expulsado se acercó a él para consolarle. "Le dije que yo hubiera hecho lo mismo en su lugar", desveló el argentino en rueda de prensa, aunque dudo que hiciera falta que lo dijera, pues todos sabemos cómo se las gastaba en su época de jugador y lo que inculca ahora a sus futbolistas como entrenador.

Por cierto, el técnico del Atlético de Madrid dejó una respuesta para la reflexión y una clara indirecta a la RFEF al ser preguntado por el recibimiento de los saudíes a su equipo: "Contra el Barcelona hinchaban (sis) 45.000 contra nosotros y hoy eran 40.000 contra nosotros, todos vestidos de blanco". "Orgulloso de cómo se comportó mi equipo", sentenció el Cholo, quien sabido es lo que valora y espolea a su afición, ausente en esta Supercopa de Arabia, lo mismo que la del Valencia y también, cómo no, las del FC Barcelona y el Real Madrid. Pues una cosa son los aficionados y otra los clientes, como en su día definió Jorge Valdano a esos millones de falsos merengues y culés que hay por todo el mundo.

Vaya por delante que algo extraño rodea a la Federación Española de Fútbol (RFEF) desde que Luis Rubiales la preside, pues cada cosa que pasa en su ámbito de acción está en mayor o menor medida salpicado por la polémica. El último ejemplo es lo sucedido en la Supercopa de Arabia —sí, de Arabia, pues de España tiene poco o nada— y el premio al mejor jugador de la final (MVP). Es verdad que estos reconocimientos individuales siempre son discutibles y en muchas ocasiones también discutidos, pero en este caso al criterio puramente futbolístico se unió un debate moral.

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