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Cinco valores que sostienen a la nueva generación mundial de futbolistas
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final de la danone nations cup 2019

Cinco valores que sostienen a la nueva generación mundial de futbolistas

700 niños y niñas de 27 países hicieron gala de los mayores y mejores valores del fútbol en el mayor torneo de fútbol alevín, que se celebró en Cataluña

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A menudo, el fútbol es mucho más que fútbol. Muchísimo más. Es lo que pudo comprobarse el pasado fin de semana en la vigésima edición de la Danone Nations Cup, el torneo de alevines más importante del mundo, que reunió a 700 niños y niñas futbolistas de 27 países distintos en Barcelona y Salou. Durante dos días, se celebraron las finales de 2018 y 2019, y España, además de país anfitrión, levantó uno de los trofeos. Fue el de 2019: el RDC Espanyol, que representó a nuestro país, se hizo con el primer puesto en categoría femenina. España estuvo a punto de hacer doblete, ya que los chicos jugaron la final contra México, aunque fueron estos quienes se llevaron finalmente el gato al agua.

En cuanto a la edición de 2018, que también se celebró este año, Francia, en categoría femenina, y Brasil, en la masculina, fueron los mejores de todo el campeonato; ambos ganaron sus respectivos partidos con un 3-0. El Atlético de Madrid femenino y el Real Betis en categoría masculina estuvieron muy cerca de poder disputar la gran final, quedando las colchoneras con un merecido bronce y los béticos en quinta posición.

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Pero el fútbol ha sido prácticamente lo de menos. El torneo de este año, que ha coincidido con el aniversario del Grupo Danone, fue una muestra de todo lo mejor que rodea a este deporte. Una serie de valores que han asimilado las nuevas generaciones y que marcarán el futuro del fútbol mundial.

Campeones de la Danone Nations Cup 2019

Campeones de la Danone Nations Cup 2018

1.Compañerismo y juego limpio

Final de la categoría masculina de 2019: España y México se van a jugar la victoria en los penaltis. Uno de los jugadores españoles lanza... y falla. Entre los mexicanos, todo es alegría, mientras que los españoles abrazan a su compañero. Al final, ambos equipos se abrazan. Es una de las pruebas de que, entre los niños, la rivalidad queda a un lado cuando se trata de jugar limpio con el adversario.

La escena se repitió durante todo el fin de semana. Ni una falta agresiva, ni una palabra fuera de tono, ni una falta de respeto a los árbitros y árbitras. Rivalidad dentro del campo y compañerismo y juego limpio fuera de él. Los ganadores consolando a los perdedores. Si este es el futuro del fútbol mundial, podemos estar tranquilos.

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2. Igualdad y respeto

En el torneo han participado más de 700 niños y niñas de hasta 27 países diferentes, unos ingredientes que forman la receta perfecta para que la igualdad de género, la convivencia de culturas y la inclusión de todos sean los que reinen. Quien sabe bien lo que ha costado alcanzar esta igualdad es la futbolista sudafricana Amanda Dlamini, una de las embajadoras de la competición: "Desde niña, siempre quise jugar al fútbol y representar a mí país. Todo el mundo me insultaba y se reía de mí por jugar con los chicos, pero no hay que hacer caso. Hay que ser muy persistente y luchar por tus sueños", reflexionaba.

En su opinión, "ha sido un largo camino. El interés por el fútbol femenino no es una moda, sino una tendencia, una transformación". También representa esta lucha la primera ganadora del Balón de Oro Femenino y otra de las embajadoras del torneo, Ada Hegerberg: "Trabajamos para crear un legado donde niñas y niños se sientan empoderados para jugar al fútbol y cambiar el juego". Y es que, como recordó Carlos Bosch, coordinador en España de la Danone Nations Cup, "este ha sido el año de la eclosión del fútbol femenino y seguiremos luchando para que el torneo femenino sea igual que el masculino".

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Del mismo modo, el torneo ha conseguido ser un auténtico crisol de culturas donde los jugadores y jugadoras de todos los países han convivido y compartido experiencias y juego, tanto dentro como fuera del campo.

Por ello, no fue casualidad que también contara con la presencia de Muhammad Yunus, ganador del Nobel de la Paz, que asistió a esta convivencia de culturas: "Siempre me ha sorprendido el poder unificador del deporte. La belleza de la Danone Nations Cup es que los jugadores tienen una oportunidad clara de marcar una diferencia significativa para otros".

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3. Humildad y referentes

Quienes participaron saben que ser profesionales del fútbol implica un camino largo y duro. Es por eso que durante toda la competición aprendieron a ser humildes. ¿Y quiénes mejor que sus propios ídolos para enseñarles dicha humildad? Durante la jornada final, muchos pudieron hablar, además de con Amanda Dlamini, con exjugadores como Fernando Sanz, Joan Capdevila o Carles Puyol. "Este es el mejor torneo global de alevines del mundo, es una oportunidad única que tenéis que disfrutar", aseguró el exfutbolista del Barcelona. "No os quedéis con ganar o perder, sino con convivir con otros niños de otras culturas. Esto os da unos valores y una experiencia que no vais a olvidar nunca", afirmó el excapitán del Barça.

¿Y qué consejo les daría Puyol a los niños y niñas que quieran triunfar en el fútbol? "Que estudien y practiquen deporte, y que lo hagan con pasión e ilusión, respetando a sus compañeros y mejorando cada día. A veces las cosas no salen bien, pero hay que seguir trabajando con paciencia y esfuerzo".

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4. Sostenibilidad y salud

El fútbol va más allá del mero deporte. Por ello, el torneo, alineado con los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU, contó con diversas actividades paralelas enfocadas a luchar por la erradicación de la pobreza, la lucha contra el cambio climático, el fomento de las energías limpias, la plantación de árboles y la buena alimentación de los niños, entre otros.

Además, el torneo ha colaborado con la fundación Watering Minds a través de una campaña de 'crowdfunding' que ha recaudado fondos suficientes para ofrecer acceso al agua potable a 20.000 niños. También cabe destacar la iniciativa #LacesForChange (cordones para el cambio), lanzada en colaboración con Decathlon en Francia y España. Lo recaudado por los cordones vendidos va a facilitar el acceso a agua potable a más niños en las escuelas de India.

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Muhammad Yunus también agradeció su labor a los niños y niñas: "Ojalá yo tuviera 10 años para tener vuestra suerte. Cuando os miro siento envidia, os miro como si fueseis el genio de la lámpara de Aladino. Podéis hacer todo lo que queráis, tenéis ese poder, y espero que lo uséis para cambiar el mundo".

La lucha por la sostenibilidad tampoco es casual, como recordó Emmanuel Faber, director general del Grupo Danone: "Creamos la Danone Nations Cup alineándola con lo que queríamos crear como empresa: un lugar donde los niños y familias viviesen mejor y cuidasen del planeta. Las grandes empresas tenemos que preocuparnos por nuestros productos, pero también por crear el cambio, y eso es lo que hemos hecho en Danone. Hemos preguntado a los 100.000 empleados de Danone y hemos fijado nueve objetivos, y todos los años hablamos y los revisamos".

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5. Deporte y diversión

La jornada final congregó a cerca de 15.000 espectadores en las gradas del RCDE Stadium para celebrar la victoria del deporte en general y el fútbol en particular. Al final, es lo que se respira: los niños y niñas compiten por ser los mejores, pero en su forma de comportarse se pudo ver que se divirtieron a lo grande. Entre los partidos, fue fácil ver a jugadores de distintos equipos bailando o cantando juntos, haciéndose bromas y, en definitiva, compartiendo momentos de diversión, que el deporte también está para eso.

La Danone Nations Cup de este año ha tenido cuatro ganadores, pero lo cierto es que nadie se ha aburrido. Independientemente de los resultados, fue el fin de semana de la fiesta mundial del fútbol alevín, una oportunidad de oro para poder ver de cerca a las próximas estrellas del fútbol mundial, que no solo tienen calidad sino también valores. Próxima parada, Indonesia 2020.

A menudo, el fútbol es mucho más que fútbol. Muchísimo más. Es lo que pudo comprobarse el pasado fin de semana en la vigésima edición de la Danone Nations Cup, el torneo de alevines más importante del mundo, que reunió a 700 niños y niñas futbolistas de 27 países distintos en Barcelona y Salou. Durante dos días, se celebraron las finales de 2018 y 2019, y España, además de país anfitrión, levantó uno de los trofeos. Fue el de 2019: el RDC Espanyol, que representó a nuestro país, se hizo con el primer puesto en categoría femenina. España estuvo a punto de hacer doblete, ya que los chicos jugaron la final contra México, aunque fueron estos quienes se llevaron finalmente el gato al agua.

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